El que hasta ahora era director de la planta cementera de Lafarge en Sagunto, Miguel Ángel Urbano, acompañado del administrador de la misma, Antonio Barros, han realizado este martes una comparecencia informativa para pasar revista al 2017 que ahora termina. Urbano ha señalado que esta época pasada ha sido de gran incertidumbre, no solo por la crisis económica que se venía arrastrando desde 2008, sino también por la oposición en el ámbito municipal a la renovación de los permisos de la empresa para la ocupación de monte público en la cantera de Salt del Llop, que expiraban a finales de este año. Esta problemática local había llevado a la multinacional a suspender todas sus inversiones en la planta de Puerto Sagunto, habida cuenta de que era totalmente incierto su futuro. En este sentido, Urbano ha señalado que «el desbloqueo de los permisos ha sido fundamental para el desarrollo de la producción».
A finales del pasado 2016, ya informó Urbano de que el cierre de la frontera de Argelia iba a incidir a la baja en las exportaciones de cemento que se centraban principalmente en el país africano, Francia y Grecia, y que gracias a estos mercados exteriores se había podido «capear» la crisis económica nacional que se inició en 2008 y que afectó de lleno al sector de la construcción y de la obra pública, que son grandes consumidores de cemento. Así las cosas, la producción de la planta de Sagunto se ha destinado, por encima del 30%, al mercado exterior y el resto al consumo nacional. Según los datos facilitados por Urbano, la fábrica local tiene una capacidad de producción entorno a los 2.300.000 toneladas/año, de esa cantidad se ha alcanzado en este ejercicio alrededor de un 75% en total, es decir, entre la exportación y el nacional.
La cementera considera plenamente vigente el convenio que firmó en 2013 con el Ayuntamiento de Sagunto
Aunque este año 2017 se han resentido las exportaciones por la caída de los embarques argelinos, se ha podido aperturar otro mercado nuevo en Francia, concretamente en el área de París, donde la compañía ha exportado alrededor de un cuarto de millón de toneladas de clinker ‘Portland bajo álcalí’ que se envían en barco desde el puerto de Sagunto. Este tipo de cemento, tecnológicamente avanzado, está especialmente indicado para la edificación en ambientes de humedad como el de esta zona francesa. Estas exportaciones al país galo, que, por ahora, se prorrogarán por espacio de tres años, darán una gran estabilidad a la producción en la fábrica local de la multinacional. Así las cosas, se cerrará el ejercicio con un nivel de producción de un 75% del total de la capacidad de la planta, aunque se espera que en 2018 y 2019 se pueda alcanzan el 100% como consecuencia de la recuperación del sector de la construcción.
Inversiones
Urbano ha destacado que después de lograr los permisos de Medio Ambiente, se desbloquea la suspensión de inversiones en la planta cementera local, por lo que a partir de ahora se dará luz verde a una inversión de alrededor de 4 millones de euros en elementos de control de la planta. Miguel Ángel Urbano ha justificado la paralización de las inversiones acordada por la multinacional porque al no disponer de los permisos en la cantera, no estaba garantizado el futuro, sin embargo, con el nuevo horizonte de 24 años por delante, hasta 2042, la situación ha cambiado completamente. Urbano ha mencionado que el único permiso que se tendrá que renovar dentro de 7 años es el de la Autorización Ambiental Integrada, que se prorroga cada 8 ejercicios.
En cuanto al convenio que el Ayuntamiento de Sagunto y la empresa firmaron en 2013, Urbano ha indicado que para Lafarge sigue estando plenamente vigente, puesto que ha fecha de hoy no ha sido denunciado por ninguna de las partes. En este sentido ha recordado que sus derechos mineros en zona norte y Margas siguen plenamente vigentes, aunque, en base al convenio suscrito, continuan trabajando en los estudios de El Piñal, que, una vez superado el escollo de los permisos en Salt del Llop, se retomarán con más intensidad. Urbano ha reconocido que para la compañía es más rentable, en términos económicos, extraer caliza de Salt del Llop, zona norte y Margas que de el Piñar, puesto que este último emplazamiento se encuentra quince kilómetros más lejos que el actual, por lo que los gastos de transporte también serán más elevados desde la futura pedrera. No obstante, ha indicado que el compromiso contraído por la empresa, que se encuentra reflejado en el convenio, pasa por buscar una alternativa y, desde Lafarge, no tienen nada que objetar a lo pactado. También ha recordado que el canon que se abona al Ayuntamiento, desde que se firmó el convenio, es mucho más cuantioso.
La multinacional retomará en 2018 los estudios en El Piñal
Señalar por último que según los datos facilitados por el hasta ahora máximo responsable de la factoría local de Lafarge, la actividad de la empresa aportó más de 31 millones de euros a la economía de la comarca, cifra que se extrae de la suma de distintos conceptos, tales como: salarios de los trabajadores, impuestos, proyectos sociales, contratación de servicios o convenios, entre otros. La fábrica de cemento ocupa a una plantilla que ronda los 130 trabajadores, aunque entre los empleos directos y los inducidos se calculan alrededor de 500. Dentro de este capítulo, Urbano ha indicado que la empresa ampliará la plantilla en 2018, rescatando un grupo de empleados de la desaparecida BOSAL, dentro del programa establecido por los fondos FEAG entre el Departamento de Promoción Económica del Ayuntamiento de Sagunto y la propia empresa.
