Su entrenador relata a El Económico cómo ha sido la experiencia de dirigir a sus compañeros y explica el próximo torneo que disputarán en Italia

Los veteranos del Fertiberia BM. Puerto Sagunto se proclaman campeones de liga

Viernes, 17 Mayo 2019 15:58

veteranosfertiberia1Integrantes del equipo veterano del Fertiberia BM Puerto Sagunto

El Fertiberia BM Puerto Sagunto Veteranos acaban mañana la y a punto de dar comienzo su último partido contra el Algemesí, ya pueden decir que son los campeones de esta liga de veteranos. El Económico ha entrevistado a Fernando Foggin, el porteño que por primera vez, y tras dos temporadas como jugador, ha llevado la batuta y ha entrenado a esta gran familia de amantes del balonmano. Y es que, aunque todos se conocen desde sus inicios en este deporte (algunos empezaron antes que otros), los jugadores han sido dirigidos este año por uno de los suyos. Algo que no ha sido nada fácil. Finalizada la temporada, es hora de hacer balance de la misma.

Foggin, como todo el mundo lo conoce, comenzó a jugar a balonmano en 10989, cuando llegó junto a su hermano hasta Puerto de Sagunto, procedente de Australia. Aunque ambos preferían el fútbol, su hermano llegó a casa un día muy contento hablando de un deporte del que Fernando no había oído hablar en su vida: El balonmano. Aquello sólo fue el comienzo de lo que poco a poco se convertiría en la pasión de Fernando quien, al recordar sus inicios le vienen a la mente nombres como Sebas, Fraj, Jordi Blasco y Adrián Sabio, responsables de, como relata a El Económico, divertido «meterme en el cuerpo lo que en este pueblo es un estilo de vida: el balonmano».

Con 15 años comenzó entrenando equipos escolares, después pasó por en el antiguo Astroc Sagunto antes de entregarse a la docencia. Recuerda que «en aquel momento era una afición, es una pena que entonces no lo considerase una salida profesional, porque seguro que de haberlo visto así, hubiese pasado por la universidad para ser profesor, pero de educación física. Quién sabe, talvez en un futuro no muy lejano pueda compaginar ambas cosas en un instituto de aquí cerca», relata el entrenador que en estos momentos prepara sus oposiciones de profesor de inglés.

El pasado año, se le presentó la posibilidad de entrenar al equipo de veteranos donde jugaba. «En la cena de final donde se suele hacer un balance de la temporada recién acabada se sugirieron algunos cambios (como cambiar el entrenamiento de viernes a miércoles), el hecho de hacer convocatoria máxima de 16 jugadores para cada partido, se propusieron algunos entrenadores (por ejemplo mi sugerencia fue Toni Martínez, al que me encantaría tener como entrenador), y se dio la circunstancia de que César Viñas y yo estábamos haciendo juntos el curso de entrenador territorial de la FBMCV y él tenía claro con qué equipo iba a hacer sus “prácticas”, pero yo con las oposiciones a la vista lo tenía más complicado. En la cena siguiente, al momento de decidir quién sería el entrenador, pensé que sería una buena idea hacer dichas prácticas en este equipo. La idea pareció bien, y aquí estoy», relata Foggin.

Algo que no resultó del todo fácil ya que Foggin se puso al mando de un equipo formado por los que durante toda su vida deportiva habían ido siendo sus compañeros de pista. «Con algunos de ellos llevo jugando muchísimos años, muchos otros son muy buenos amigos y claro, hay situaciones que son difíciles. En la primera cena de temporada después del primer entrenamiento di una pequeña charla en la que puse de manifiesto que todos los allí presentes eran mucho mejores jugadores que yo, y prácticamente todos son entrenadores con más experiencia que yo, por lo que lo único que pedí fue ayuda, apoyo y paciencia».

Y a pesar de la colaboración, que como asegura, ha estado siempre presente por parte de todos, la cosa no ha sido nada fácil. «Soy muy “inglés” para ciertas cosas y supongo que por deformación profesional hubiera deseado un comportamiento en ciertos momentos que, obviamente, si me cuesta conseguir de mis alumnos adolescentes, imagínate de “los veteranos”… era sencillamente imposible de esperar».

Y es que, como explica a este rotativo «entrenar a niños o adolescentes es muy diferente a entrenar veteranos. La gran diferencia es la atención que te prestan. A estas alturas muchos no creen que se les pueda enseñar nada, y otros que no hay demasiado que enseñarles, pero creo que en ambos casos, es una equivocación. Si tengo que elegir, me gusta más la experiencia de entrenar a niños y jóvenes, (risas). Eso sí, si me sentase con Gaba a hablar de cuál sería el lugar más idóneo para mí, no sé a qué conclusión llegaríamos».

Pero aun así, la liga fue bien, muy bien, y el ambiente en el vestuario también. «Me han dado muchos consejos, y todos, en una medida u otra, me han ido ayudando. El más repetido me lo ha dado prácticamente todo el mundo: que no me agobiara y no me lo tomara tan en serio. Pero no he sido demasiado bueno siguiendo ese consejo. Lo cierto es que pasar ese tiempo con el primer equipo el año pasado con Berrios y Gaba me despertó el gusanillo por volver a entrenar y también es verdad que todos han tenido mucho que enseñarme. De la misma forma, espero haber podido transmitir alguna cosa que haya podido ser de ayuda a alguien».

Con el curso territorial recién terminado, Foggin salió a la pista con mucha ilusión en los entrenamientos. «En ese momento del curso dedicaba más tiempo a la preparación de los entrenamientos, precisamente en aras de conseguir que fueran más dinámicos y atractivos para mis compañeros. Obviamente, un viernes por la noche a las diez de la noche, el que sube al pabellón después de toda la semana trabajando es, literalmente, por amor al deporte. Y mi idea era intentar que estos “jóvenes” disfrutasen como niños con el balonmano. Haciendo algunas rectificaciones a las dos temporadas que llevaba de jugador de este estupendo equipo». Y aunque reconoce que, alguna semana sí que se ha llevado más de un disgusto, «estoy seguro de que ahora que llega a su fin, solo quedará el buen sabor de boca de una temporada en la que he aprendido mucho de propios y extraños, en la que he conocido a todos un poco más, y en la que he vuelto a sentir la adrenalina del banquillo, especialmente en el partido en el que nos jugamos la liga en Castellón».

A falta de un partido que disputarán mañana sábado contra El Algemesí, los veteranos de Puerto de Sagunto han ganado todos los partidos. «Lo cierto es que como para todo en esta vida, la clave ha sido el equilibrio. Es posiblemente el equipo más heterogéneo que he visto en mi vida, y por suerte para mí he podido contar con el que de lejos, en mi opinión, es el mejor equipo de la categoría. Seguramente el que más jugadores tiene, uno de los más jóvenes (si no el que más), a su vez con muchos de los jugadores más experimentados. En el que todo el mundo ha aportado su granito de arena y ha tenido su momento determinante: se me vienen a la cabeza dos goles de Rubén Vila y César Viñas con los que ganamos a Oliva, un partidazo de Fernandito que nos sacó de un buen apuro contra Mislata, un partido en el que a Landete no le conseguían marcar cuando veníamos de un comienzo de partido cuanto menos dubitativo…Ha sido una gran experiencia».

veteranosfertiberia2Los jugadores también tienen tiempo de hacer actividades más distendidas

A pesar de ello, el entrenador es exigente al afirmar que «he de decir que mis planteamientos no deben de haber sido demasiado buenos, porque haciendo algo de autocrítica tengo que decir que lo cierto es que no se nos ha dado demasiado bien entrar en los partidos, y cuando hemos ido por delante en el marcador, la verdad es que nos ha gustado darle emoción a los partidos; o eso, o es que a los… de mis compañeros les apetecía sacarme de mis casillas. Pero si con algo estoy muy contento es que en este equipo que tiene una labor mucho más social que cualquier otro: todos han jugado mucho, el reparto de minutos ha sido clave y por eso siempre hemos llegado mejor que nuestros rivales al final de los partidos. Contando con los dos mejores jugadores de la categoría como son Carlos Benito y Rubén Ruiz, cualquiera puede pensar que jugaban ellos dos y cinco más, pero honestamente, ellos dos han jugado tanto o tan poco como los demás, moviéndose todos entre 25 y treinta minutos jugados por partido».

Expresa que lo ha hecho lo mejor que ha sabido, intentando dar el mismo protagonismo a todo el mundo y dando la oportunidad de desempeñar algunos roles, que tal vez en otras circunstancias no se hubieran dado. «Sin ir más lejos, este año los lanzamientos de siete metros han estado muy repartidos, y si bien siempre hay gente que está más capacitada para unas cosas que otros, aquí estamos para jugar, y a todo el mundo le gusta meter un gol, aunque sea de penalti… Y de la misma manera, tener la oportunidad de tirar alguno de esos siete metros».

Estrategias, entrenamientos, consejos aplicados… (o no), lo cierto es que el ambiente en el vestuario ha sido, como comenta su entrenador, buenísimo; algo que también se ha trasladado a los partidos y consecuentemente, a sus resultados. «El ambiente ha sido muy bueno. Lo cierto es que hace ya tres temporadas entramos unos cuantos que llevábamos un tiempo sin jugar a balonmano y hemos vuelto a convertir el balonmano en ese nexo que nos juntó hace ya tantos años. Obviamente el compromiso y la dedicación ya no son los mismos, pero por las mismas, hace que el ambiente sea más relajado y distendido. Y por ello no veo el momento de volver a ser “solo” jugador, sin tener que estar pendiente de nada más que de disfrutar de cada entrene, y cuando el entrenador me dé unos minutillos en los partidos, pues a jugar. Porque sé que a todo el mundo le da lo mismo jugar más o menos, y que todo el mundo acepta las decisiones de los entrenadores, pero todos queremos jugar más siempre», afirma.

La asistencia, la dinámica y la disponibilidad de pista, son las tres principales características que Foggin destaca para conseguir buenos entrenamientos. Respecto a la última, y a modo de reivindicación, explica que «es un mal endémico en este pueblo tener a gente deseando hacer deporte y no tener dónde. Vamos, yo no dejo de pedir sitios donde los peques y los no tan peques podamos hacer deporte sin depender de que nos abran o nos cierren un recinto».

Una temporada en la que un año más se ha seguido con las tradicionales cenas de los viernes tras los entrenamientos. «Lo cierto es que las cenas de los veteranos es de esas cosas que veía en el segundo equipo ya hace tantos años y que me hacía envidiar a esta gente. Nosotros entrenábamos, echábamos un partidillo contra los veteranos y a dormir, que al día siguiente partido, y ellos mientras a sus cenas y a contarse batallitas. Y no sé cómo lo llamaría, pero la labor de esas cenas es tanto o más importante que el valor de lo que pasa en el pabellón».

A unas horas de acabar la temporada, los veteranos del Puerto ya tienen su mente puesta en el próximo torneo que disputarán juntos. Se trata de un torneo de veteranos, el European Master Games, que se celebrará este año en Torino, Italia. Se trata, como han explicado, de una especie de olimpiadas, pero para mayores de 35 años en infinidad de disciplinas deportivas y a los largo de varias semanas. La competición de balonmano en la que participarán los rojiblancos se jugará entre el 26 y el 28 de julio.

Cuando le preguntas a Foggin qué ha aprendido este año gracias a su experiencia como entrenador de los veteranos, lo tienen claro: «entre otras cosas a no meterme en líos, que es algo que Carlos siempre me reprocha con cierta ironía. Pero hablando en serio, a aceptar las limitaciones de uno… cada uno llega hasta donde puede y eso debería de bastar».

Y así, entre aprendizajes y reflexiones, el entrenador hace alusión a un sinfín de anécdotas y buenos momentos vividos durante estos últimos meses. «Si tuviera que destacar algo me quedaría con algunas situaciones que me han alegrado el día, como cuando en alguna ocasión Javi Herranz y Carlos Benito, entre otros, se me han acercado para decirme lo contentos que estaban con algún entrenamiento. Por otro lado este año se nos han unido Bonet, Yanes y Vidueira, y los tres son unos fichajazos, dentro y fuera del campo. Y si alguien quiere anécdotas solo tiene que acercarse al Colón un viernes cualquiera, que allí estaremos, ¡¡tirando de anecdotario!! Unos más que otros (risas)».

A pesar de todo, Foggin asegura que no repetirá este año. «Este curso y esta temporada están siendo muy largos y a ver si me llevo otra alegría en las oposiciones como me la he llevado con la consecución del título de liga. La temporada que viene a disfrutar de que otro tome las decisiones. Por cierto, quiero aprovechar para darle las gracias a todos los que me están teniendo que aguantar este año, al equipo, a mis amigos y muy especialmente a mi familia, Leia, Hugo y Vane, muchísimas gracias por la paciencia. ¿Quién es el mejor? ¡PUERTO!».


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Modificado por última vez en Martes, 28 Mayo 2019 18:36

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