Rául Ferrer muestra orgulloso su medalla que le acredita como campeón mundial

Rondaba el año 2012 cuando en Alicante, Raúl Ferrer Soriano se alzó, con tan sólo 24 años, con el título de Campeón de España de Powerlifting press banca en categoría senior de menos de 70 kilogramos. Un título que revalidó en 2013 y en 2014. Pero esto le supo a poco y en el año 2015, este vecino de Puerto de Sagunto se proclamó campeón mundial de este deporte, una modalidad del culturismo, algo que también repitió en 2017 y que este año ha vuelto a hacer. El pasado 20 de abril Ferrer se alzó por tercera vez con el título de Campeón Mundial en Powerlifting press de banca en Alfaz del Pi.

Raúl Ferrer comenzó en este deporte, como ha relatado a El Económico, «casi por casualidad», ya que un amigo con el que practicaba kick boxing se lo recomendó un día. «Un día mi amigo me vio entrenar y vio que tenía mucha fuerza para mi peso corporal y me propuso que probara con él un día este deporte. Me aseguró que no me arrepentiría», recuerda Ferrer sobre sus inicios. Y nunca lo hizo.

Sin embargo, lejos estaban ambos de saber dónde llegaría Ferrer dentro de esta modalidad deportiva. La fórmula secreta, explica el deportista es la mezcla de sacrificio, constancia y fuerza, características que siempre le han llevado a trabajar lo más duro posible para alcanzar su sueño deportivo. Horas de entrenamiento y el afán de superación personal, son, además, algunos de los ingredientes básicos para conseguir, como explica «lo que uno se proponga en la vida. Sea lo que sea».

Un reto que comenzó como una distracción pero que con los años le ha servido para lograr grandes satisfacciones en la vida de este deportista que define el powerlifting como «un deporte muy duro que consiste en la realización de sentadillas, peso muerto y press de banca. Tienes tres intentos de cada movimiento y la puntuación consiste en la suma del total de kilos levantados ponderados con tu peso», explica Ferrer sobre este deporte que aún sigue siendo desconocido para muchas personas.

El pasado 20 de abril el porteño mejoró su récord en dos repeticiones más (100 kilos) respecto a su anterior título de campeón mundial en 2017. Con sus 68 kilos lidió con una barra de 100 kilos (lejos quedó ya la de 60 kilos de la categoría amateur), en la categoría de profesionales. Con este galardón Ferrer ya puede presumir de contar en su vitrina con títulos como campeón de España en 2012, 2013 y 2014, tres títulos de campeón del mundo y campeón europeo en 2016.

Acompañado de grandes profesionales, Ferrer consiguió colocarse delante de otros grandes deportistas con muy buenas marcas y alzarse con su tercer título de campeón mundial, algo que, como cuenta a este rotativo, le llena de alegría. «Cuando pones todas tus fuerzas e ilusión en conseguir algo y al final ves que tu esfuerzo tiene su recompensa, es algo maravilloso. Inexplicable. Estoy muy contento y como siempre, seguiré entrenando y luchando por cumplir con mis sueños y metas. Me siento súper feliz de haber revalidado el título», ha asegurado el deportista local.

Una experiencia que el deportista ha notado a la hora de competir ya que, como explica «la verdad es que esta vez he estado mucho más tranquilo. Es cierto que las primeras veces sientes más nervios, todo es nuevo, no sabes a qué te enfrentas. Y en esta ocasión he de reconocer que he ido más calmado ya que con el tiempo me he ido acostumbrando a todo ya que llevo muchos años. Pero he de decir también que tenía algo de nervios también, algo que creo que hasta viene bien, ya que prestas más atención y te concentras más. Aunque sea un poco, yo siempre tengo algo de nervios cuando voy a competir. Le tengo mucho respeto No puedo evitarlo. La experiencia también es algo muy importante».

Aunque reconoce que «quien quiere algo al final lo consigue con esfuerzo», deja la modestia a un lado ante las preguntas y reconoce que «no todo el mundo puede llegar a levantar 100 kilos, por mucho que entrenes y entrenes. Es muy duro, por eso, a pesar de que yo recomiendo este deporte por todas las ventajas que, junto a una dieta sana y equilibrada tiene, lo cierto es que no todo el mundo está cualificado para poder realizarlo y levantar tanto peso. Correr corre todo el mundo, luchar también, pero levantar casi doble de tu peso 14 o 15 veces no es tan habitual y menos con nuestro peso corporal».

Algo que consigue manteniendo un entrenamiento funcional para la fuerza durante todo el año e intensificando el trabajo tres meses antes de competir. «Mis entrenamientos deberían de ser de seis días a la semana, pero la verdad es que trabajando a veces no llego a todo, así que hago lo que puedo, incluso sacrificando fines de semana. Sinceramente, se trata de entrenamiento muy duros, pero cuando a alguien le gusta algo, todo es posible. Agradezco además el apoyo de mi familia, ya que a veces es difícil compaginar todo».

Además, explica Ferrer «la alimentación es algo muy importante para seguir en este deporte y evitar caer enfermo, por lo que también hay que tenerla muy en cuenta».

A pesar del sacrificio y esfuerzo que supone mantenerse a este nivel dentro de esta modalidad deportiva, Ferrer reconoce que «a veces no es valorado, tal vez por desconocimiento, o tal vez por pasotismo, lo cierto es que no he recibido ayudas por parte de mi consistorio, aunque llevo el nombre de mi ciudad allí donde voy. Y es algo que me entristece mucho. Miguel Chover sí se molestó en conocer lo que hacía e interesarse en mí y en este deporte pero al final la cosa quedó solo en interés. Tengo patrocinadores que me ayudan, eso sí, pero a nivel de Ayuntamiento parece que se tengan que hacer muchos informes y papeleos y no se tenga en cuenta que me he traído muchísimos títulos hasta casa. A veces solo se fijan en deportes mayoritarios y no se molestan en ver otras cosas, a pesar de que sean buenas. Así que yo sigo mi camino con mis entrenadores, patrocinadores, amigos y familia, que son quienes realmente me ayudan en todo lo que pueden, pero es cierto que cualquier ayuda económica viene muy bien, como en todo, y sería además una muestra de interés y reconocimiento a mi trabajo y esfuerzo».

Además, explica que en numerosas ocasiones existe gente muy capacitada para este deporte (y para otros) y por culpa de una falta de financiación, la gente no puede ir avanzando dentro de la modalidad deportiva que se le da bien. Aunque reconoce que «en esta localidad este deporte no es muy conocido, sí lo es en muchos otros lugares. Aquí la gente se ha dedicado más a otros deportes comunes, pero lo cierto es que fuera de aquí es bastante conocido, algo que también me entristece. Además, a nivel nacional, los medios de comunicación no hablan mucho de este deporte, y esto unido a la falta de tiempo y/o interés para conocer deportes nuevos, pues le juega una mala pasada al powerlifting. Una pena. Hay que abrir la mente. Ahora, gracias a las redes sociales, parece que la cosa va avanzando, aunque sea poco a poco».

Un deporte que, como confiesa Ferrer, le ha convertido en mejor persona. «Mi familia está muy contenta, sobre todo, mi hija, que esta última vez por el mal tiempo y por problemas familiares no pudo acompañarme. Cuando salía de casa me dijo: Papá, por favor, queda el primero. Y eso hice, jajajajaj», cuenta divertido. Además, añade, el powerlifting le ha aportado disciplina y espíritu de superación, «ya que lo he convertido en un reto personal esto de ir superando mis propias marcas y las de los demás. Por no hablar de las personas que he conocido y que se han convertido en grandes amigos». Por si esto fuera poco, este vecino añade que «este deporte me ha hecho vivir la vida de un modo más tranquilo y de una forma más saludable, por lo que, a pesar de sus dificultades, lo recomiendo a todo el mundo, aunque en realidad lo importante es hacer deporte (yo también practico boxeo y K1), sea cual sea, ya que el mismo nos hace sentir constructivos y sanos para la vida, algo que no es nada fácil. Siempre hay que mantenerse fuerte, mental y físicamente, tanto en el deporte, como en el trabajo como en la vida en general. Hay que estar sano y saludable».

Una filosofía de vida que le ha llevado a aprender, como explica «que nunca hay que decir que NO. Siempre hay que intentarlo primero, sin intentarlo de corazón no se puede conseguir nada. La mente manda lo que el cuerpo hace, por ello nunca os rindáis, no hagáis caso a aquellos que quieren empequeñecer vuestros triunfos sólo por qué ellos a lo mejor no pudieron llegar o no lo intentaron. Siempre camina hacia delante y en compañía de buenas personas. Querer es poder, esta es mi máxima», finaliza.