Óscar García en un torneo con la selección española juvenil

El jugador porteño de balonmano, Óscar García, ha recibido la llamada del seleccionador nacional juvenil para jugar su primer campeonato europeo defendiendo la camiseta de España. No es una novedad que el joven de 17 años que juega en el Fertiberia Balonmano Puerto Sagunto sea convocado por las selecciones nacionales, en concentraciones, y torneos, pero este verano lo hará en competición oficial, en el Europeo de Croacia, contra los mejores de toda Europa de su categoría.

«Es un honor y un privilegio poder forma parte de la selección y poder competir a nivel internacional porque voy a estar representando a la generación del 2000 y 2001 de toda España. Es una responsabilidad, ser convocado, entre los 18 seleccionados para jugar contra los mejores de todos los países de nuestra generación. Hace nada estaba aprendiendo balonmano en mi colegio Joaquín Rodrigo y ahora voy a jugar mi primer campeonato europeo con la selección española», explica emocionado Óscar.

El joven que acaba de realizar el selectivo y sueña con compaginar el balonmano con el estudio de Ingeniería Industrial, dice que no tendrá a penas descanso este verano pero le importa poco porque va hacer realidad un sueño que ha sido posible gracias a muchas personas: «Estoy muy agradecido a toda la gente por apoyarme en cada entrenamiento a aquellas personas que me ayudan moralmente y técnicamente y me han enseñado tantas cosas. Pero sobre todo a mi familia. Voy a Croacia a intentar demostrar que no se han equivocado conmigo, voy a ser lo mejor posible y a intentar dar una buena imagen de España a nivel internacional».

Es el primer campeonato europeo que va jugar el joven jugador porteño, pero, Óscar, lleva desde los 12 años convocado con la selección promesas nacional: «La primera vez que fui es cuando estaba en infantiles de segundo año a una convocatoria en Soria. Éramos muchos niños, nos entrenaban haciéndonos un test de puntos fuerte s débiles y cosas a mejorar. Aprendí mucho, nos empezaban a enseñar algunas cosas que quieren de los jugadores, nos daba las herramientas y teníamos que usarlas, y mientras ellos veían como nos adaptábamos».

«La siguiente fue en Burgos un grupo mas reducido en cadete y a partir de ahí hicieron la selección promesas de balonmano que llevaba Patxi Marti y Juan Ángel Perdigón. La primera competición fue en Avilés que jugamos contra selección francesa y otras selecciones juveniles. Fue muy bien, ganamos todo, victorias contundente y dimos la sorpresa porque eran las primera competiciones a nivel internacional que hacíamos, teníamos nervios, pero más ganas», añade.

La última vez que Óscar ha estado con la Selección Española juvenil fue hace unos meses en el CAR de granada: «fui tocado de la rodilla, con una contusión, me dijeron que no forzara, había gente que nos había preparado con anterioridad, yo estaba preocupado porque no fui al 100% pero me dijeron ve tranquilo no hace falta forzar saben lo que vales, lo hice, me curé y me llamaron para la convocatoria de Portugal. Me alegré mucho, pero lo de ahora ha sido especial, tengo muchas ganas e ilusión, estoy que no me lo creo todavía».

Óscar es un claro ejemplo de que los sueños pueden hacerse realidad si se trabaja y se pelea para ir a por ellos. Empezó a jugar en el colegio Joaquín Rodrigo desde 3º de primaria. Al segundo año del balonmano escolar, fue el único niño que se apuntó a la extraescolar, pero él tenía claro que lo suyo era el balonmano, de modo que «a partir de ahí me fui cambiando de colegio porque quería seguir jugando a balonmano, mis padres me apoyaron y fui a Cervantes, después Vilamar en sexto probé en el infantil c del club».

La pasión por el balonmano, le viene de familia: «Mi padre empezó con 16 años a jugar a balonmano. Él siempre se lamentaba de que empezó tarde, y me iba enseñando todo lo que sabía , además, iba con el a los partidos del primer equipo, la fase de ascenso la viví muy intensamente, sin imaginar que algún día yo debutaría con el primer equipo de mi club en Asobal como ha sucedido este año».

«Pero al principio compaginaba fútbol y balonmano, todos mis amigos jugaban a fútbol y yo quería estar con ellos. Allí me divertía pero me gustaba más el balonmano que entonces lo practicaba con mi padre en el garaje, en el que hicimos una especie de porterías y jugábamos al balonmano. Me enseñaba a fintar por la izquierda por la derecha, yo siempre quería aprender y saber más», apunta Óscar.

El niño de 9 años, que empezó jugando en su colegio y se ha formado en la cantera del Fertiberia Balonmano Puerto Sagunto, puede tener ahora la oportunidad de ver como su equipo vuelve a la máxima categoría del balonmano español. Hace 8 años lo vivió desde la grada, pero ahora, Óscar tiene muchas posibilidades de hacerlo jugando en la pista, ya que se postura para ser uno de los canteranos con los que contará Vicent Nogués para la andadura del Fertiberia en División de Honor Plata. “A mi me gustaría estar el año que viene aquí. Ojalá ahora vea el ascenso desde dentro formando parte del equipo. Para todos ha sido bajón haber descendido. Todos queríamos estar ahí, en Asobal, el objetivo era permanecer y quedar lo mejor posible y ha sido un fastidio. Si se pudiera ascender y formar parte de ellos sería un orgullo para mí. Sería lo máximo porque devolvería al club todo lo que me ha dado», dice ilusionado el joven hispano.

Con respecto a la vuelta del Fertiberia a Asobal, Óscar concluye: «Yo confío en la vuelta del equipo, porque con trabajo y esfuerzo no hay nada perdido. Mi padre me lo dijo después de que mis primero exámenes en el selectivo fueran un desastre. Yo me hundí un poco, cuando lo que tenía que hacer es seguir estudiando y olvidar lo que había fallado. Ahora ya no se puede cambiar, el equipo ha bajado, solo queda trabajar y pelar para volver, sacrificarse cada día hasta que llegue el final de la temporada y todo de sus frutos».