Deportes

Con tan sólo 27 años, Francisco José Ortega Herrera, un vecino de Puerto de Sagunto perteneciente a la Delegación de árbitros del Camp de Morvedre ha logrado el ascenso a tercera división de fútbol. Y lo ha hecho en tan sólo 5 temporadas, pasando por todas y cada una de las categorías de fútbol regional. De bien pequeño ya le apasionaba el fútbol, deporte que practicaba y que abandonó por algo que todavía le apasionaba más aún, el arbitraje. A finales de 2012, y tras sus estudios, realizó con éxito el cursillo de árbitro, obteniendo el mejor resultado de los 20 aspirantes de la Delegación de la comarca. Fue en este año cuando arbitró su primer partido, un encuentro que todavía hoy recuerda y que supuso el principio de una gran carrera profesional. Una dura preparación tanto física como teórica, acompañada de una alimentación saludable son, junto a la ilusión y la gran pasión que siente por este deporte, los ingredientes indispensables que le han ayudado a conseguir, pese a las  dificultades y obstáculos, el sueño de de ser árbitro de Categoría Nacional. Ortega apela a los aficionados comportarse cívicamente en los campos, respetando siempre a jugadores y árbitros, algo que no sucede en numerosas ocasiones en el fútbol.

 

Soy Francisco José Ortega Herrera, tengo 27 años y he estudiado Técnico Superior en Actividades Físicas y Recreativas (TAFAD). Actualmente me encuentro estudiando el Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en la UV (CAFD) y en verano trabajo como socorrista, concretamente éste lo hago en la Ludoteca del ayuntamientos de Sagunto.

Toda mi vida he estado vinculado al fútbol, es mi gran pasión, me considero un enfermo del Fútbol (risas). Empecé a jugar desde muy pequeño pasando por todas la categorías del fútbol base (desde pre benjamín hasta juvenil) en diferentes equipos de la Población. En edad amateur, llegué a militar en diversos clubs de 1ª Regional de la Comarca.

Mi interés por el arbitraje comienza desde pequeño, siempre me despertaban especial curiosidad los árbitros de fútbol, llegando a aprenderme los nombres de todos los árbitros de 1ª división. Es a los 15 años cuando pienso en hacerme árbitro federado y acudo a la Delegación del Camp de Morvedre para solicitar información acerca del Cursillo de árbitro.

Entonces, me encontraba jugando a fútbol en edad Cadete, decido continuar como jugador debido a que en aquel entonces adentrarme en el arbitraje me pareció muy prematuro (a día de hoy quizá me arrepienta de no haber comenzado en aquel momento).

 

Es ya en el año 2012, cuando decido apartarme de la práctica futbolística a nivel federado y me adentro de lleno en el arbitraje, teniendo las ideas muy claras desde el primer momento y con el claro objetivo fijado en mi mente de tratar de alcanzar categoría Nacional.

A final de verano del 2012 realizo con éxito el cursillo de árbitro obteniendo el mejor resultado de los 20 aspirantes que nos presentamos para colegiarnos en la Delegación del Camp de Morvedre. Es en ese momento cuando empieza mi trayectoria fulgurante que me ha llevado a alcanzar categoría Nacional en tan sólo 5 temporadas, pasando por todas y cada una de las categorías del fútbol Regional.

Creo que arbitrar es algo innato... Como he dicho antes, me apasiona el fútbol y me resultó muy fácil cambiar la perspectiva de jugador por la de árbitro, siempre me ha llamado la atención el orden y la autoridad.

Sí, mi primer partido fue en Octubre de 2012, un Infantil disputado en el Estadio El Fornás, entre el CD Acero y el Ciutat de València.

Fue muy gratificante, por primera vez estaba tomando las riendas de un partido oficial, con la responsabilidad que ello supone, sentí rápidamente que era algo que se me daba bien y en lo que podía explotar mis virtudes.

En la temporada 2012-2013 arbitré en 2ª Regional consiguiendo el ascenso a 1ª Regional. Después, en la temporada 2013-2014 realizo una fantástica temporada y logro ser seleccionado para acceder al curso de ascenso a Preferente, consiguiendo con éxito el ascenso, obteniendo el mejor resultado entre todos los aspirantes.

En la temporada 2014-2015, siendo mi debut en Preferente, me quedo a las puertas de ser seleccionado entre los 10 aspirantes que optan para el curso de ascenso a Tercera División, de los cuales sólo 4 ascienden. En la temporada 2015-2016, realizo una magnífica temporada y logro ser seleccionado para el curso de ascenso a Tercera División, no logrando en el curso una de las 4 plazas disponibles. Ya en la temporada 2016-2017, tras una temporada muy buena, logro ser seleccionado entre los 10 aspirantes para optar al curso de ascenso a Tercera División, consiguiendo en este caso una de las cuatro plazas tras superar un curso de ascenso durísimo con una alta competitividad.

Tres temporadas en Preferente he necesitado, en las dos primeras rozando el sueño de ser árbitro de Categoría Nacional, quedando muy cerca de él y escapándose de mis manos en el último peldaño. Sin tiempo para las lamentaciones, me repongo rápidamente antes los duros golpes encajados para mis aspiraciones deportivas. En esta tercera temporada y tras una preparación brutal tanto física como teórica (desde Julio de 2016 hasta Junio de 2017), consigo ser seleccionado para el Curso de Ascenso a Tercera División celebrado en Junio, consumando el tan ansiado sueño tras realizar un curso de ascenso espectacular, con una alta exigencia tanto física como teórica.

 

Para ascender a Tercera División, como pruebas físicas debemos realizar una prueba de velocidad consistente en 6 series de 40 metros en un tiempo inferior a 5:20 para obtener la máxima bonificación. También una prueba de resistencia consistente en realizar 2000 metros, en un tiempo por debajo de 6:50 para obtener la máxima bonificación.

Tras esto, realizamos una prueba práctica consistente en un supuesto de actas a resolver, y un examen tipo test de reglas del juego y de estatutos de la Real Federación Española de Fútbol. Además, tenemos 2 controles a lo largo de la temporada, uno a finales de Julio y otro en diciembre en el que realizamos pruebas físicas y técnicas, en las cuales hay una bonificación en juego, muy importante para poder optar a curso de ascenso.

Entreno 2 días a la semana en pista (series) y 2 días de gimnasio y 1 de prevención de lesiones. Todo ello más el partido del fin de semana.  Además me cuido mucho la alimentación y mis hábitos son siempre saludables, algo indispensable para conseguir estos objetivos.

Muy orgulloso de mi mismo, he sido capaz de lograr el sueño de ser árbitro de Categoría Nacional, superando todas las adversidades con las que me he ido encontrando en esta larga carrera de fondo, que espero aún no haya terminado, ya que soy muy exigente conmigo mismo y mi capacidad de superación no tiene límites.

El curso de ascenso se celebra un sábado, y los resultados aparecen el martes de esa semana siguiente. Me lo comunica, vía telefónica, Ramón Romero, el Delegado del Camp de Morvedre. En ese momento estallo de felicidad y alegría, ya que soy consciente de la magnitud de lo conseguido.

Es un salto muy notable en cuanto a competitividad y a seriedad. Futbolísticamente la intensidad y el ritmo del juego es muy superior que en Preferente, no en vano hay equipos históricos en la Categoría como el CD Castellón y otros equipos de renombre que han militado en superior categoría como el Orihuela, Olimpic, Eldense y Alzira, sin olvidar la calidad de las platillas de los filiales como son el Levante ud “B”, Villareal “C”.

Ventajas: La gran cantidad de personas encomiables que uno conoce, el ambiente sano en el que te rodeas (todos practicamos deporte), experiencias vividas con los compañeros, etcétera.
Desventajas: La presión a la que estamos sometidos, la figura del árbitro no es respetada ya que tenemos un rol un poco infravalorado.

5 temporadas, el número de partidos en total no me atrevo a dártelo, muchos contando todas las categorías y competiciones.

Me quedo con el partido de la eliminatoria de vuelta de ascenso a Tercera División, entre el Paiporta y el Beniganim, disputado recientemente. Que confíen en uno para un partido de esa índole significa mucho, en ese momento uno ve reconocido todo el sacrificio y dedicación a esta actividad deportiva tan gratificante.

Por desgracia, en el mundo fútbol no se han conseguido adoptar ciertas reglas de comportamiento en comparación con otros deportes como por ejemplo el Rugby, tenis o Básquet. En estos deportes los aficionados no suelen gritar, criticar o insular a los jugadores, entrenadores o árbitros. En cualquier partido de fútbol es habitual presenciar un comportamiento incivilizado por parte de los aficionados gritando e insultando a los árbitros, incitando a la violencia o participando directamente en ella.

Serenidad, empatía y honestidad.

Terminar la carrera de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Me gustaría enfocar mi formación académica a la preparación física. Sin descartar la docencia, que también me apasiona.

Sin duda alguna, pero para ello te tiene que apasionar el deporte y el arbitraje, de lo contrario lo acabas dejando más pronto que tarde. Es una experiencia muy gratificante, la cual te hace adquirir un alto grado de madurez para dominar situaciones complejas y adversas, no solo a nivel deportivo sino durante el día a día.

Me gustaría agradecer y acordarme de esa gente que siempre ha confiado en mí, ellos son Ramón Romero, Delegado del Camp de Morvedre, que desde el primer día vio mi interés por el arbitraje. Nuestro preparador físico Borja, que hace una labor encomiable, obteniendo el Camp de Morvedre siempre los mejores resultados en las pruebas físicas. Nuestro profesor de Reglas, Julio, que sin él estos éxitos no serían posible. A mi madre y a mi novia, Silvia, que siempre las tengo ahí a mi lado.