Deportes

El Club de Voleibol Stella Maris ha cumplido 25 años. Un cuarto de siglo que ha dado mucho de sí. El pasado 19 de noviembre se celebró el vigésimo quinto cumpleaños con un emotivo homenaje al club, sus fundadoras, sus socios y su historia. Además, en dicho acto se realizó la presentación de los equipos de esta temporada.

Rondaba el 1991 cuando en mitad de una conversación entre amigas, Susana comentó a las demás (Pilar, Rosario, Susana, Gisela, Laura y Raquel) que quería realizar deporte, pero que no le apetecía ni jugar a balonmano ni al baloncesto. Ramiro, otro amigo que en aquél entonces era árbitro de primera división nacional de vóley, retándola le manifestó: «si consigues entre 10 o 12 chicas, montamos un equipo de vóley». Y así fue. Con Pilar Pobo como presidenta, lo que comenzó en una simple conversación entre amigos, se convirtió con los años en un equipo de referencia del Camp de Morvedre.

 

Estrella de Mar, esto es lo que significa el nombre de este club cuyos miembros ya se han convertido en una gran familia. «Primero solo había equipo femenino, pero con la llegada del verano, también llegó el  vóley playa, y con él,  el Voleibol masculino, que entró a formar parte de nuestro club», recuerda César Cormano, presidente del club (C.V.S.M.), quien añade que «sufriendo altibajos durante la trayectoria, pero al final hemos llegado hasta aquí. Muy lejos queda ya aquél 11 de enero, día en el que conseguimos después de un pulso con la burocracia, dar vida oficialmente al club».

Alevín san Pedro

Al principio, recuerda César «había poca gente, pero con el paso de los años fue creciendo, y la popularidad que tenía el vóley-playa, sobre todo en verano, fue afianzando a un gran grupo de jóvenes, que jugaban en verano en la playa y en invierno en pista. Había equipos masculinos y femeninos, y se consolidaron incluso parejas y posteriormente matrimonios», relata a El Económico orgulloso el presidente.

Desde entonces, como reconoce su máximo representante «tanto en la playa como en la pista, nuestra intención ha sido siempre que la gente se lo pase bien, que aprendan y que practiquen un deporte poco conocido oficialmente debido a la desinformación». Una práctica que ha llegado a convertirse en estos 25 años en mucho más que un deporte para muchas personas que han pasado y pasan por el club.

«Para muchos/as el club ha formado parte de su infancia, de su adolescencia, de su vida. Formamos parte del proceso educativo de la personalidad de cada uno o una de los menores que pasan por aquí, e incluso de algún mayor también, ya que participamos en parte de su enseñanza, trasmitiendo o por lo menos intentándolo, una serie de valores de colaboración, respeto, disciplina, humildad y seguridad en uno mismo que después aplicarán a lo largo de su vida».

Hacer las cosas siempre pensando en el conjunto del club. Este es el objetivo de la directiva actual del mismo, desde donde siempre intentan , como explica César, «que la edad ya sea por arriba, o por abajo, no limite el juego. Sabemos que no acertaremos a gusto de todos, y que los medios económicos y materiales son limitados, pero voluntad no nos falta y seguiremos intentando que todas las categorías disfruten y compartan la misma afición, porque los más pequeños ven a los mayores como ídolos, y un ejemplo a imitar».

Cadete femenino

Desde sus inicios, el club participa en el programa de Deporte Edad Escolar, organizado por el Ayuntamiento de Sagunto, consistente en la actividad extraescolar en los colegios de la enseñanza del deporte del voleibol. Al mismo tiempo, en verano el club  también participa en el Depor-Playa, experiencias de las que el club se ha ido nutriendo de cantera de jóvenes, que han acabado siendo cautivados por el vóley. En la actualidad cuentan con seis equipos.

La edad no importa

Desde los más jóvenes a las personas más mayores. Para practicar este deporte sólo hace falta, según Cormano, ganas.  El mismo afirma que «se tata de un  deporte muy disciplinado y respetuoso, donde no hay contacto con el equipo contrario. No se insulta al árbitro ni al equipo contrario . En el campo sólo se intenta demostrar lo que cada uno vale y, al finalizar, se hace una foto conjunta, para el recuerdo de ambos equipos. Lo más importante de todo es pasarlo en grande».



Y lo hacen , al igual que también llevan demostrando durante estos 25 años su amor por este deporte y sus grandes valores en la pista. A pesar de ello, el equipo aún no cuenta con una financiación especial que les ayude a crecer. Existen varias empresas que les ayudan con el vestuario deportivo, pero poco más. El resto de los gastos, son pagados por los propios jugadores. Y esto es precisamente, junto a conseguir un mayor horario de entrenamiento en las pistas, lo que al club le gustaría cambiar. Los mismos demanda un cambio en la normativa del programa escolar y las ayudas que facilita el Ayuntamiento a algunos colectivos, a quien demandan mayor implicación. Un cambio que tal vez ayudaría  a conseguir el sueño del club, realizar competiciones a nivel profesional de superliga, o superliga 2, que es la liga más alta a nivel nacional. Además, señala que «en las reformas realizadas en varias de las instalaciones no se ha tenido en cuenta este deporte, borrando de un plumazo, las líneas de juego, o los anclajes de los postes, lo que demuestra que no se tiene en cuenta este deporte tanto como otros, algo que no debería ser así». Voluntad, trabajo y dedicación desinteresada. Este es el secreto para haber logrado sobrevivir durante estos 25 años. Un pasado lleno de esfuerzo que el Stella Maris no olvida y aplica en su presente para ir dando forma así a su futuro.