De izquierda a derecha, el alemán Perre Kaffer junto a Álvaro Barba, ocupando la primera posición del International GT Open
Apasionado de todo lo que hace, en especial del automovilismo y del deporte de montaña, un gran amante de la velocidad y una persona muy competitiva. Así es Álvaro Barba. El piloto valenciano, nacido en Sevilla, al que le gustan las emociones fuertes. Fue en la temporada 2010 cuando se hizo con el International GT Open. Y es que a sus 31 años ya cuenta con una dilatada carrera como piloto.
Barba siempre ha estado vinculado al deporte del automovilismo; puede que fuera la gran afición de su padre al mundo del motor lo que hizo de este joven una gran promesa. Ya a la temprana edad de cinco años descubrió que, la carretera y el fuerte olor a gasolina, le aguardaban un futuro prometedor a la par que incierto.
Primeros logros
Tras mostrar sus buenas cualidades de conducción, a los 11 años recibió como regalo su propio kart, con el que comenzó a rodar con asiduidad. Tan solo cuatro años después Barba comenzó la que sería su carrera deportiva, con el Campeonato de la Comunidad Valenciana. «Hasta el momento practicaba este deporte por diversión, pero no imaginé nunca que llegaría tan lejos», confiesa Álvaro Barba. Fue su debut como piloto, y varias carreras más, las que le permitieron avanzar a pasos agigantados, consiguiendo alzarse con el Campeonato de Cataluña de karting en la categoría ICA.
Es en el año 2002 cuando, tras fijarse en el varios ojeadores de la Escuela Lois Circuit de la Comunidad Valenciana, Álvaro deja atrás su kart para tomar asiento en el monoplazas que le permitía disputar el Campeonato de Fórmula Junior 1.6. Una gran oportunidad que el piloto supo aprovechar proclamándose Subcampeón de España de la especialidad.
Un año después se trasladó al Campeonato de España de Fórmula 3, en el que acumuló nueve podios, incluyendo tres victorias, que dieron paso a su mejor temporada. Desde entonces el piloto valenciano no ha dejado de crecer, dando un salto a la antesala de Fórmula 1, en el año 2006, tras participar en las World Series By Renault con el equipo Jenzer Motorsport.
Pero esto no es todo, pues la carrera del piloto estaba en pleno auge cuando dio un giro de 180 grados, dejando de lado los monoplazas para aventurarse en los GT en el año 2009, con la escudería italiana AF Corse. Una victoria, tres pódiums y un “Pole Position” hicieron que el joven debutante en esta nueva categoría, se alzara con el cuarto puesto en la clasificación general. «El cambio fue bastante importante, yo estaba acostumbrado a correr solo, a adaptar el coche a mi gusto, y en los GT se trabaja en equipo, tienes que pensar siempre por dos», aclara Barba.
Nuevas carreras con distancias más largas, un coche con mayor peso, cambio de direcciones más lento y mayor desgaste. Estas son algunas de las desventajas que amenazaban a Álvaro Barba. En cambio, nada pudo con este joven piloto, quien supo adaptarse a las nuevas técnicas de conducción para, un año después, posicionarse como campeón del International GT Open junto a su compañero, el alemán Perre Kaffer. Su excelente rendimiento le permitió, durante las próximas temporadas, participar con escuderías de la talla de Ferrari o Autorlando, con un Porsche 911 GT 3 RSR como aliado.
Tras su magnifica carta de presentación, se esconde un piloto que confiesa ser muy competitivo, «siempre que hago algo me gusta dar lo mejor de mí, probarme y ver hasta dónde puedo llegar». Además, uno de sus pilares básicos en este deporte es el compañerismo, pues tal y como explica Barba, «en la modalidad de GT no corres solo, si no que compartes el coche y por tanto el trabajo es de dos».
Malas rachas
Pero no todo ha sido cosechar éxitos para este conductor de GT. Pues en los últimos años, al igual que muchos otros campos, el sector del automovilismo se ha visto afectado por la difícil situación económica que atraviesa el país. Así, en un deporte que requiere un elevado presupuesto como es el automovilismo, la cosa parece complicarse para los pilotos. «Estamos pasando por un gran bache», manifiesta Barba, quien asegura que las grandes empresas no ven en los coches una salida para su patrocinio.
Durante los últimos cinco años el automovilismo ha sido unos de los deportes más perjudicados; han desaparecidos muchos de los equipos, se han suprimido carreras de los calendarios, y nuevos circuitos que se hicieron han desaparecido o están abandonados. En este sentido, Álvaro Barba apunta «personalmente a mi me afectó de lleno. Justo me proclamé vencedor en el año 2010 con el GT Open, y cuando más ayudaba necesitaba no la encontré. Esto casi me deja fuera de competición».
Otro de los problemas que amenaza al sector de las carreras es la falta de patrocinadores y equipos para muchos pilotos que, al igual que Barba, no encuentran oportunidades para poder correr en una de las disciplinas que combina empeño, esfuerzo, dedicación y «muchos gastos» como principales aliados para todo aquel que se siente piloto por vocación. «Desde categorías inferiores, con el karting, se necesita mucho dinero para empezar. Y cada vez la cosa se complica. Antes los equipos tenían sus patrocinadores y elegían al piloto, ahora es el propio piloto quien tiene que llevar el presupuesto al equipo si quiere afrontar el año», añade el piloto valenciano.
Nuevas metas
Afortunadamente, en los últimos meses Álvaro Barba ha podido correr seis carreras con un nuevo equipo, acompañado de un Lamborghini, pero a pesar de su lucha en pista por las primeras posiciones, el presupuesto de su último equipo se ha terminado, lo que ha ocasionado que Barba no pueda continuar con el campeonato. Según detalla el piloto «el mundo del automovilismo es muy difícil y requiere de mucho dinero; pero aún lo es más cuando no puedes entrenar y solo vas de carrera a carrera, o en mi caso de año en año. Para ello hay que estar siempre preparado para cuando surja la oportunidad, dar como mínimo el 100%».
Por su parte, Álvaro Barba lamenta no haber tenido ayuda de nadie en estos últimos años, aunque si algo dice haber aprendido es a no poner excusas y luchar sin descanso. En momentos como el actual, en el que carece de patrocinadores, continúa trabajando en busca de un asiento para el próximo año. Pues para lo que algunos es un deporte de entretenimiento, para otros se convierte en su forma de vida. Barba asegura estar muy seguro de lo que hace y tener muchas ganas de conducir de nuevo, aunque advierte que para ello se ha de estar muy preparado tanto física como mentalmente.
Por ello, y ante su constante espíritu de superación, Álvaro Barba amplía fronteras en el mundo del deporte, con nuevas metas ligadas a escenarios desconocidos para el piloto; en concreto, el deporte de montaña. Esta misma semana se enfrenta al Campeonato de España de Montaña en la carrera de la Calderona Serra k25, junto al club de montaña con el que participa, el “Outdoor Natura Moncada”. Asimismo, Álvaro sueña con poder combatir uno de sus desafíos para el próximo año, la Ultra Trail de Montblanc, una de las carreras de montaña de mayor prestigio a nivel mundial.
Y es que este fanático de las modalidades donde la resistencia y la mente son factores clave parece no agotarse nunca. «Hay que marcarse objetivos en la vida, saber que nada es imposible y que todo el mundo puede llegar a lograrlo. Por eso yo siempre digo que querer es poder», subraya Álvaro. Puede parece que conducir es una labor fácil, pero para ello se requiere mucha masa muscular, ligereza, y una gran capacidad aeróbica. Y es precisamente esto lo que le aporta la montaña a Barba, «una preparación física y mental increíble para poder afrontar las carreras de GT».
Además, el incansable piloto no sólo compagina la velocidad en carretera y montaña, sino que Álvaro ha emprendido caminos nuevos con satisfactorios resultados; en esta ocasión en terrenos llanos, la universidad. «Uno de mis mayores retos ha sido comenzar una carrera universitaria con mi edad, ya que las competiciones internacionales no me permitían asistir a clase», manifiesta Barba.
A pesar de la complicada situación que atraviesa el sector automovilístico, Álvaro no desiste en su intento de vivir y disfrutar de todo lo que le gusta, y sueña cada día con poder subirse a uno de los coches que le permitan entrar en un circuito. «Eso es algo que me haría realmente feliz. Sería un privilegio ahora mismo trabajar en aquello que amo», confiesa el piloto. Sin embargo, apunta que éste es un deporte muy difícil y sacrificado, en el que influyen mucho factores que en ocasiones hacen «que no todo salga como uno realmente espera».
Son tiempos complicados para pilotos como Álvaro Barba, quien sólo necesita una oportunidad a la que aferrarse para seguir sumando grandes éxitos. Y es que el piloto tiene un objetivo con una meta muy clara, continuar disfrutando de su gran pasión como son los coches.
