El pasado 27 de noviembre un numeroso grupo de socios del Club Deportivo Acero solicitó a la nueva directiva de la entidad la convocatoria de una asamblea extraordinaria para que se informara de los relevantes cambios que se han producido, cuyo aspecto más relevante es la marcha del anterior presidente, Juanma Gil, cuya vacante ha sido ocupada por Ana Ivars, nombramiento que ha llamado mucho la atención entre los aficionados más veteranos del club centenario, puesto que esta persona no tiene ningún arraigo con la entidad ni tan siquiera reside en el municipio.
De acuerdo con el artículo 18 de los estatutos del CD Acero: «La asamblea general tendrá que ser convocada en sesión ordinaria, al menos una vez al año, para la aprobación de las cuentas del ejercicio anterior, los presupuestos, las cuotas de socios y el plan de actuación del ejercicio corriente, y en sesión extraordinaria, siempre que se considere oportuno por el presidente o la Junta Directiva o a solicitud de al menos un 10% de los socios con derecho a voto y en todo caso cuando se trate de materias relativas a modificación, autorización para la convocatoria de elecciones de Junta Directiva, tomar dinero a préstamo, emitir títulos representativos de deuda o parte alícuota patrimonial o enajenación de bienes inmuebles». Así pues, al solicitar la asamblea extraordinaria bastantes más firmantes que ese diez por ciento mínimo que estatutariamente se requiere, la nueva junta se ha visto forzada a dar trámite a dicha convocatoria.
Así pues, según ha hecho publico el club, el pasado 1 de diciembre convocó a los socios a la asamblea extraordinaria, prevista para el próximo lunes, 18 de diciembre, a las 15:30 horas en primera convocatoria y a las 16 horas en segunda en el salón de actos del centro cívico de Puerto Sagunto. No ha pasado desapercibido entre algunos aficionados que la nueva junta directiva pretende cubrir este trámite con la menor asistencia de socios posible, ya que programar una asamblea en ese horario ha sido interpretado como una medida disuasoria para reducir la asistencia. Por otro lado, se recuerda desde el club que los asistentes a la sesión extraordinaria deberán estar al corriente en el pago de las cuotas que, además, deberán acreditar con el correspondiente recibo y el DNI.
El orden del día de la convocatoria está formado por cinco puntos. El primero de ellos es el informe de la presidenta, en el segundo se dará cuenta de la situación financiera del club y de las medidas a desarrollar, en el tercer punto se presentará el nuevo proyecto financiero y deportivo del club, en el cuarto se presentarán los nuevos cargos directivos y cerrará la asamblea con el clásico ruegos y preguntas, que será el quinto punto.
Antecedentes
El pasado 10 de noviembre, el CD Acero emitió un comunicado en el que informaba de los cambios registrados en la directiva del club rojiblanco, que, tras la marcha de primer directivo de la entidad, Juanma Gil, accedía a la presidencia Ana Ivars, en el centro de la fotografía. Se trata de una perfecta desconocida para la afición acerista que, además, reside en Alicante y a la que, por tanto, no se le atribuye ningún arraigo con la entidad centenaria porteña. La primera ejecutiva del club, que, de acuerdo con los estatutos, tendrá que ser ratificada en asamblea, estará asistida en la vicepresidencia por Jesús García.
Este relevo se precipitaba tras hacerse público el ocho de noviembre, dos días antes, un comunicado de la primera plantilla, en el que denunciaba impagos a los jugadores: «En lo que va de temporada, el club adeuda ya a la plantilla de jugadores dos mensualidades de sus retribuciones, adeudándose además a algunos compañeros cantidades de la pasada temporada. Por otro lado, existe una dejación total por parte del club en muchos aspectos, sintiéndonos en cierto modo abandonados por el club. No se nos facilita a los jugadores comida ni dietas cuando jugamos fuera de casa y finalizan los encuentros a la hora de comer».
Asimismo, mencionaban en la nota informativa que: «A mayores, recientemente se nos ha dado un partido por perdido como consecuencia de una alineación indebida, lo que demuestra una gestión deficiente. Hemos intentado que desde la directiva se aporten soluciones a esta complicada situación, sin que por el momento se haya conseguido nada en claro».
También lamentaban desde la primera plantilla los incumplimientos: «Las promesas efectuadas para arreglar la situación han resultado incumplidas de manera reiterada. El funcionamiento del club está siendo muy deficiente, generándose problemas en todos los ámbitos, incluido el fútbol base. En este sentido, nos solidarizamos con los entrenadores de la Escuela, a los que se adeudan mensualidades tanto de la presente como de la pasada temporada».
Concluía el comunicado resaltando que la situación generada era insostenible: «Esta situación supone un serio problema para todas las personas, las que formamos parte del club, no pudiendo contar con los ingresos pactados pese a que venimos cumpliendo con absoluta profesionalidad con nuestro cometido. Todos los futbolistas del C.D. Acero reiteramos nuestro compromiso para continuar ofreciendo el máximo rendimiento, que permita sacar adelante a este histórico club, pero debe existir también un compromiso por parte de los responsables del club para resolver esta situación en el más corto espacio de tiempo posible».
Unas fechas después, el lunes 20 de noviembre, un grupo de socios del CD Acero se reunieron en el Centro Cívico de Puerto Sagunto para intercambiar opiniones sobre la inquietud existente ante el cambio en la presidencia y vicepresidencia del Club, así como por los acontecimientos que se están sucediendo en la entidad porteña.
La convocatoria partió de varios de los asistentes, que contactaron ante la «rumorología negativa que está rodeando al club» para hablar sobre los pasos a seguir para conseguir que desde la nueva directiva se informe a la masa social en una asamblea extraordinaria que, de momento, no ha convocado el club, por lo que decidieron iniciar la recogida de firmas entre los asociados para alcanzar el 10% que marcan los estatutos de la entidad y pedir de manera formal la celebración de la asamblea, que es la que se ha forzado para el 18 de diciembre.
