El jugador saguntino acaba de firmar hasta el año 2025 por el Djugarden Fotboll, equipo de la primera división sueca

Carlos Moros: «Cuando pensaba que mi tren hacia el profesionalismo había pasado ya, me surgió la oportunidad de ir a jugar a Suecia»

El jugador saguntino, Carlos Moros, acaba de fichar por el Djugarden Fotboll de la primera división sueca El jugador saguntino, Carlos Moros, acaba de fichar por el Djugarden Fotboll de la primera división sueca
Viernes, 10 Febrero 2023 21:27

Desde bien pequeño, Carlos Moros Gracia sintió la pasión por jugar al fútbol, tanto que fue él mismo quien, a los seis años, durante una visita a la ciudad deportiva del Valencia C.F. en Paterna, se inscribió para hacer unas pruebas para formarse en la cantera del club valencianista. Ahora, este deportista saguntino acaba de fichar por el Djugarden Fotboll, equipo de la primera división de Suecia al que estará ligado hasta el próximo año 2025, después de haber pasado por otros dos clubes suecos, el LKS LODZ de Polonia, el Temple Owls estadounidense y el Atlético Saguntino, equipo al que desea poder volver para retirarse. A sus 29 años está viviendo un sueño al poder dedicarse profesionalmente a su pasión, como es el mundo del fútbol, y, aunque echa de menos a su familia y a sus amigos de la capital del Camp de Morvedre, Carlos Moros está disfrutando de esta etapa fuera de nuestro país consciente, como él dice, de que «la carrera del futbolista es corta».

Cuéntenos, ¿quién es Carlos Moros Gracia?

Pues me describiría como una persona normal de 29 años. Un apasionado del deporte que es feliz por poder dedicarse a lo que le gusta

¿Cuándo nace su pasión por el fútbol?

Pues en la calle y en el colegio. Rodeado de amigos que comparten esa pasión ya por correr detrás de un balón desde que tengo uso de razón. Además, mi familia siempre ha sido muy futbolera, por lo que en casa siempre se ha respirado fútbol.

¿Cómo fueron sus inicios en este deporte?

Yo empiezo a una edad muy temprana en la cantera del Valencia C.F. Un día visitando la ciudad deportiva de Paterna, de repente soy inscrito en unas pruebas a petición personal. Tenía seis años y lo que no sabía es que se convertiría en mi segunda casa durante trece temporadas.

¿Cómo recuerda su experiencia en el Valencia C.F. donde tuvo esa oportunidad de formarse?

Pues disfrutando del sueño de un niño enamorado del fútbol y valencianista acérrimo. Fue una época larga dónde pude crecer mucho como futbolista, pero también como persona. Desde bien pequeño empiezas a tener que compaginar la exigencia de una cantera de primer nivel con la vida de un niño.

En este largo viaje, tuve la oportunidad de viajar por toda España y visitar diferentes países y culturas haciendo lo que más me gustaba.

¿Cuándo decidió dedicarse profesionalmente al fútbol?

Realmente mi historia es poco común. Cuando pensaba que mi tren hacia el profesionalismo había pasado ya, me surgió la oportunidad de ir a jugar a Suecia. Ese fue el punto de inflexión en mi carrera y gracias a éste hoy puedo dedicarme a este deporte.

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¿En qué posición se encuentra más cómodo jugando?

De defensa central, ya sea en defensa de 4 o de 5. Desde que empecé el fútbol 11 he jugado en esta posición. Es dónde más cómodo me encuentro.

¿Qué nos puede destacar de su paso por el equipo de su ciudad, el Atlético Saguntino?

Como una de las mejores experiencias de mi vida. Conocí a muchas personas, tanto dentro como fuera del campo, que siguen siendo amigos hoy en día. Además, siempre que estoy en España voy a los partidos de casa como un aficionado más, a disfrutar del ambiente que se respira en un campo humilde pero guerrero.

Sería bonito que cada vez se apoye más al equipo y se pueda conseguir una mayor masa de aficionados. Se está compitiendo en una de gran nivel y es una oportunidad histórica para que el club se afiance en esta categoría y pueda seguir creciendo.

¿Por qué decidió salir de España para poder dedicarse al fútbol?

Fue más un cambio de perspectiva. Me surgió la oportunidad de irme becado a Estados Unidos para finalizar mi formación académica en un país diferente y me pareció muy interesante. Allí pude conocer una nueva cultura, aprender a desenvolverme en un idioma diferente y hacer amigos de todas las partes del mundo.

¿Le fue complicado tomar esa decisión?

Ahora mismo lo recuerdo con más ilusión que otra cosa. No creo que fuera una decisión difícil. En ese momento sentí cómo podía sacar partido al fútbol para experimentar en primera persona que era el deporte universitario americano.

¿Qué destacaría de su etapa en el Temple Owls de Filadelfia?

Considero esta experiencia como la etapa que más crecimiento me ha aportado. La primera vez que me iba de casa, a un nuevo país, sin conocer a nadie. Tuve la oportunidad de ver el deporte de una forma diferente. Estados Unidos es un país que facilita mucho la vida al atleta, dándole la posibilidad de formarse a la vez que compite en su disciplina deportiva.

En España, muchas de las carreras universitarias requieren horas de presencialidad y ponen en una tesitura complicada al deportista ya que muchas veces ha de elegir entre la práctica deportiva o la formación. Sin embargo, los deportes universitarios en Estados Unidos son la cuna de las futuras estrellas de la NBA o NFL. Se les dispone de las mejores facilidades para crecer como atletas mientras los horarios académicos tienen una gran flexibilidad para poder asistir a los entrenamientos, partidos y viajes con el equipo.

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¿Cómo surgió la posibilidad de volver a Europa para seguir jugando al fútbol?

El entrenador que tuve en Temple se fue a Suecia y me comentó la posibilidad de ir a un equipo donde mi perfil de futbolista podría encajar. A los días recibí una llamada del entrenador del GIF Sundsvall con una propuesta para ir al club y conocer las instalaciones.

Fue un viaje para una semana que acabó por convertirse en una larga estancia de dos años y medio. Cuando más parecía que mi camino iba a tomar otra dirección, me vi con la posibilidad de reengancharme a este deporte. La pelota nunca deja de sorprenderte. A veces, de la manera más inusual.

¿En qué equipos ha estado jugando en estos últimos años?

Pues desde que salí de Estados Unidos, he estado en el GIF Sundsvall durante dos temporadas, de 2017 a 2019, luego formé parte del equipo polaco LKS LODZ de 2020 a 2021, ese año regresé a Suecia para jugar con el Mjällby hasta 2022 y ahora, en 2023, acabo de firmar un contrato con el Djugarden Fotboll hasta el año 2025.

¿Cómo ha sido su adaptación a la vida en un país como Suecia?

Muy buena. Para mí es un país ejemplar y modelo para seguir en muchos aspectos. A nivel de valores, sin duda alguna, es el mejor país en el que he vivido. El hecho de que el 90% de la población hable con total fluidez el inglés hace que la adaptación sea mucho más rápida.
Cabe añadir, que es un país dónde la sociedad se vuelca y acoge a las personas que llegamos de diferentes partes del mundo para que podamos sentirnos como en casa. Hay un sinfín de programas de integración que lo facilitan todo mucho.

¿Qué es lo que le ha resultado más complicado de vivir allí?

El mayor hándicap son los inviernos suecos, especialmente para un valenciano como yo. Los días en invierno tienen pocas horas de sol y pueden llegar a hacerse un poco largos. Sin embargo, las principales vacaciones de los futbolistas en los países nórdicos, a diferencia del fútbol europeo, son en noviembre y diciembre. Para mí, estos son los dos meses más complicados, pero gracias a que no competimos puedo disfrutar para viajar y pasar tiempo en España.

¿Qué es lo que más echa de menos de España?

Sin lugar a duda, a mis amigos y a mi familia. Tengo la suerte de que mi pareja vive conmigo allí, así que tenemos la posibilidad de disfrutar juntos de la experiencia y que la estancia en el extranjero se haga más amena. Aunque las plataformas hoy en día te ofrecen la posibilidad de estar en contacto permanente y “salvar” un poco esa distancia, el pasar tiempo juntos es lo que más echo de menos. Sin embargo, sé que la carrera del futbolista es corta, así que una vez esta acabe estaré en Sagunto. Este hecho ayuda a tener cierto grado de positividad cuando se añora a mi gente.

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¿Qué siente al poder jugar en un equipo de la Primera División sueca?

Feliz de poder tener la posibilidad de dedicarme a lo que me gusta y me llena. También muy contento de poder hacerlo en un país en el que me siento cómo en casa. Al final, es una competición que conozco debido al largo tiempo que llevo en ésta, y eso me hace estar adaptado y poder disfrutar más de la competición que quizá un cambio de aires.

Otra de los aspectos que me gusta de la competición es que, a pesar de haber un ambiente y seguimiento bastante grande, en las gradas se puede respirar un ambiente pacífico y estar tranquilo al ir con la familia al fútbol. El vivir el fútbol con pasión y deportividad no está reñido.

Después de tantos años fuera, ¿se plantea su vuelta a España para jugar aquí?

Ahora mismo me planteo el disfrutar del día a día. Estoy contento y focalizado en el equipo al que pertenezco. Me gustaría, si puedo estar en las condiciones para responder al nivel que exige el club, finalizar mi carrera como futbolista en el Atlético Saguntino.

¿Cómo se ve profesionalmente en un futuro?

No lo sé. Me considero una persona inquieta. Siempre he intentado compaginar mi carrera futbolística con la formación académica para estar preparado de la mejor manera una vez tenga que insertarme al mundo laboral “normal”. Creo, que, de una manera u otra, estaré vinculado a algún trabajo alrededor del deporte. También he aprovechado para sacarme el Nivel I y II de entrenador de fútbol por si el día de mañana me entra el gusanillo, pues poder ejercer.

¿Cuál es su formación?

Soy graduado en CAFD por la Universitat de València, graduado en Organizational Development por la Temple University y el año pasado terminé el MBA en Dirección y Gestión de Entidades Deportivas. Al final, como apasionado del deporte, mi formación también ha tenido el deporte como foco principal.

¿Qué sueño le queda por cumplir en el mundo del fútbol?

Disfrutar hasta el último día y que mi cuerpo y las lesiones me respeten para ser yo quien decida cuándo ha llegado el momento de colgar las botas.

Por otra parte, tener la posibilidad de poder competir en algún partido de competición europea. Gracias a mis compañeros, que durante la primera parte de la temporada realizaron una fase de grupos extraordinaria, en marzo tendremos la oportunidad de poder jugar los octavos de final de la Europa Conference League. Así que estoy muy ilusionado.


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Modificado por última vez en Viernes, 17 Febrero 2023 12:08

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