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Este vecino de Canet se ha proclamado Campeón Autonómico de Duatlón y reconoce que por el triatlón siente una especie de “amor-odio” que es lo que le hace intentar mejorar

Chema Sayas: «Lo que se siente al levantar la cinta es una sensación indescriptible. Me pasan mil cosas por la cabeza»

Viernes, 29 Marzo 2019 14:33

chemasayas1El deportista del Tricanet, Chema Sayas, a la llegada a meta en una competición (Foto: Eventos Sports)

José María Sayas de Haro, más conocido en la comarca como Chema, se proclamó el pasado 24 de marzo como campeón autonómico de Duatlón en Orihuela. Un triunfo que se suma a los numerosos galardones que este deportista del Club de Triatlón Tricanet tiene en su vitrina desde que decidiera, hace 10 años, dedicar su tiempo libre a este deporte. Una disciplina a la que ve, como ha explicado «como la vida misma, ya que te va poniendo un obstáculo tras otro y tú los has de ir superando, hasta esperar el siguiente». Sayas afirma que «me apasiona este deporte y no entiendo vivir sin practicarlo, pero los días de competición se sufre tanto que es ahí, cuando en vez de bajar el listón, piensas en mejorar para disfrutar durante la competición… Aunque ese momento nunca llega ya que cuanto mejor te encuentras, más caña le das y es esa sensación de sufrimiento es lo que verdaderamente me gusta».

¿Cómo, cuándo y por qué se inicia en el mundo del triatlón?

Pues realmente gracias a Jorge Morte, un amigo que empezó con esto del triatlón cuando aún no estaba tan de moda y después de ir a verle, precisamente en un triatlón en Canet, me picó el gusanillo y me decidí a probar. Durante los dos primeros años me fijaba mucho en él: sus tiempos, sus entrenos y él me ayudaba en lo que podía, digamos que me apadrinó un poco. Más tarde, Jorge se lo tuvo que dejar, y fue una lástima, se le echa mucho de menos, me dejó algo muy importante en mi vida, ese gusanillo.

¿Cómo va evolucionando dentro del triatlón hasta llegar al nivel en el que compite hoy en día?

Mi evolución después de estos diez años, ha sido muy lineal, simplemente me he dedicado a disfrutarlo, sin llegar a obsesionarme y junto a la pasión que despertó en mí desde el primer día, hizo poco a poco que fuesen viniendo las pequeñas mejoras.

De pequeño jugaba a fútbol y también se le daba bien...Parece que tenga un imán para los deportes...¿cómo lo consigue?

(Risas). Yo no creo que el fútbol se me diese genial como dices, simplemente corría más que nadie en el campo y eso me sirvió para poder jugar en distintas categorías y disfrutar del fútbol, pero con el balón en el pie era uno más, nunca destaqué. A mí el fútbol al principio no me llamaba para nada, empecé a jugar casi de rebote… Tenía unos 7 años y cada tarde jugaba en la calle con mi amigo de toda la vida, Carlos Orón, pero algunos días me decía que se tenía que ir a entrenar. Al principio me conformaba, pero yo quería estar con mi amigo, así que un día pregunté a su padre si yo también podía ir, me dijo que sí y ahí comencé a pegarle patadas a la pelota en un equipillo del pueblo.

¿Cómo combina su afición a este deporte con el trabajo y la familia?

Esta pregunta me la hace muchísima gente, compañeros de trabajo, familiares, papás del cole de mis hijos…. La verdad es que es hacer un puzzle diario, y precisamente en esto, tiene mucho que ver mi amigo y entrenador Ramón Ejeda, quien prácticamente me lleva los entrenos día a día. Evidentemente que hay una previsión, aunque con dos niños pequeños en casa hay muchos contratiempos de última hora. Él adapta los entrenos a mi vida y al contrario, yo trabajo a turnos, lo que hace que pueda tener tiempo para entrenar muchas mañanas, y es ahí cuando aprovecho, ya que todas las tardes, si no trabajo, son para mis niños, Mario y Valeria, y mi mujer, MªCruz. Cuando necesito más tiempo es cuando se lo cojo a las horas de sueño, prefiero pegarme un buen madrugón y tener que salir en bici con un foco y poder estar en casa “con los deberes hechos” cuando se levanten los pequeños o salir a correr cuando todos están durmiendo ya.

chemasayas2Chema Sayas junto a sus compañeros de equipo del Club Triatlón Tricanet (Foto: Amparo Piqueres)

¿Qué le hace sentir este deporte?

Es una especie de amor-odio, y precisamente eso es lo que me hace intentar mejorar. Me apasiona muchísimo y no entiendo vivir sin practicarlo, pero los días de competición “se sufre tanto” que es ahí, cuando en vez de bajar el listón, piensas en mejorar para disfrutar durante la competición, aunque ese momento nunca llega. Cuanto mejor te encuentras, más caña le das y más sufres en competición y esa sensación de sufrimiento, al final, es lo que verdaderamente me gusta.

Ha ganado numerosas competiciones y galardones, pero si tuviera que quedarse con tres...¿cuáles destacaría y por qué?

El primero que destacaría y no precisamente por haberla ganado, sería una Liga que hubo de unas 5 o 6 pruebas entre duatlones y triatlones en la que gané sin ganar ninguna de las pruebas. Pero más allá del propio premio, le tengo mucho aprecio porque gracias a ello conocí a Paco Guirro, un gran deportista pero una inmensa persona, y la vez poder “disfrutar” de él, teniéndolo como compañero en mi actual club (Tricanet) durante los dos siguientes años (2017 y 2018), fue el premio que gané.

Después elegiría un pódium conseguido en el Campeonato de España de triatlón de media distancia en categoría élite disputado en Valencia en 2016, consiguiendo la tercera posición por equipos junto a dos grandes amigos, Omar Tayara y Ramón Ejeda.

Y la tercera que elegiría sería la última competición que he ganado, fue el pasado fin de semana en Orihuela, donde se disputaba el Campeonato Autonómico de Duatlón de media distancia. Después de algunas semanas un poco malas deportivamente hablando llevarme esa victoria ha hecho que coja confianza nuevamente para afrontar este 2019.

¿Cuál es la especialidad que más le gusta?

Dentro de este mundo lo que me apasiona de verdad es el triatlón, al duatlón le falta algo, es lo que primero probé y a lo que me enganché, quizá sea porque nadar no es lo mío y lo encuentro más difícil, realmente no lo sé, pero si me quitan el agua, siento que me falta algo y dentro del triatlón disfruto muchísimo con el ciclismo.

¿Por qué recomendaría esta disciplina?

La recomendaría porque cuando lo haces sin obsesiones es realmente positivo, evidentemente que hacer deporte es bueno, pero yo creo que cuando haces un solo deporte, puedes llegar a cansarte de él. El triatlón aporta equilibrio muscular al cuerpo, cuando juntas los tres deportes tiene cosas positivas, no castigas siempre los mismos grupos musculares, los beneficios de nadar son evidentes, trabajas todo el cuerpo, pero también algo más aburrido que salir en bici y/o correr, por otro lado, cuando llevas mucha carga de carrera a pie o de ciclismo, estás deseando que llegue la hora de meterte a nadar y “descansar” las piernas.

chemasayas3Sayas en la llegada a meta del Campeonato Autonómico de Duatlón (Foto: acticaorihuela.com)

Centrándonos en su último triunfo…¿cómo describiría la experiencia?

En mi caso… ¿qué voy a decir? Conseguir la victoria siempre es bonito, pero no fue sobre un camino de rosas, como se suele decir… Primero debíamos correr casi 17 kilómetros a pie, en este segmento fui algo conservador, tal y como me aconsejó el míster, ya que él ya había hecho esta competición años anteriores y además me conoce incluso mejor que yo mismo (risas). Después te montas en la bici para afrontar 66 kilómetros con un terreno nada favorable de constantes subidas y bajadas… En esta competición el ciclismo debes hacerlo solo, es decir, no puedes ponerte detrás de ninguna otra bici para que te tape el viento, y es aquí donde se hizo bastante duro, ya que no tenía en mente ningún objetivo, sólo pensaba en pedalear y poder pasar al mayor número de corredores posibles y más o menos en el kilómetro 28 de ciclismo, consigo liderar la prueba, y aunque las piernas empezaban a flojear, finalmente a falta de 10 kilómetros para terminar la bici, decidí “pegar” un último apretón para intentar sacar algo de ventaja a los demás corredores que en ese momento llevaba pisándome los talones. Conseguí llegar al último segmento con algo de ventaja sobre los demás, me volví a poner las zapatillas y a por los últimos 6,5 kilómetros restantes que me distanciaban hasta la meta. La verdad es que las piernas ya “pedían sopitas” pero pude mantenerme hasta plantarme en línea de meta con algo más de un minuto sobre el segundo clasificado. Lo que se siente al levantar la cinta es indescriptible, al menos para mí, me pasan mil cosas por la cabeza.

¿Cómo valoraría su actuación?

La definiría con dos palabras, “mucha cabeza”. Así me lo hizo entender Ramón en cuanto le propuse realizar esta prueba y la verdad es que fue la clave. Me sentí bastante mejor de lo que me esperaba, como te he comentado antes, venía de pasar algunas semanas un poco malas deportivamente y la falta de confianza se nota, pero en esto Ramón es un crack, con 10 minutos hablando con él, te multiplica la confianza por 10. Lo que más me costó fue el último segmento de carrera a pie, iba primero y eso empuja, pero las piernas no iban, se hizo bastante largo la verdad. El tramo de ciclismo sin duda fue muy duro pero también muy bonito, las vistas eran espectaculares aunque tampoco lo disfrutas como te gustaría ya que vas extremadamente concentrado.

¿Qué le hace no abandonar tras horas de competición? ¿En qué piensa en esos duros momentos?

Pues realmente no lo sé, pero muy pocas veces se me pasa por la mente abandonar, no debe ser algo relacionado con este deporte, ya que en mi época de futbolista también tenía ese pensamiento, nunca quería salir del campo de fútbol por muy lesionado que estuviese. Recuerdo en 2013, cuando hice un triatlón distancia IronMan, (3,9 kilómetros de natación, 180 kilómetros de ciclismo y 42 kilómetros a pie) que durante la carrera a pie, se me pasó varias veces abandonar… Aquel día quizá fue por no decepcionar a mi mujer, Mª Cruz, y a mis cuñados, Alejandro y Laura, que junto al pequeño Hugo, me seguían pueblo a pueblo por donde discurría la carrera. Fue una carrera a pie de las que casi no se hacen ya, era a una sola vuelta desde Portugal a Isla Cristina y por cada pueblo que pasaba, ellos estaba ahí animando. Nunca olvidaré cuando les ví aparecer por la arena de playa con Hugo en brazos y todavía durmiendo, con unas camisetas muy emotivas para mí.

Es su primer título autonómico, ¿cómo se siente?

Muy feliz la verdad, pero bueno, la semana que viene a pensar en la siguiente competición, ésta ya ha pasado.

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¿A quién le dedica este triunfo?

Se lo dedico a mi mujer y a mis hijos, Mario y Valeria, ya que deportivamente hablando son los que me dan toda la estabilidad y cordura y evidentemente sin ellos, esto “se me habría ido de las manos” (risas). Es muy fácil obsesionarse con este deporte y gracias a ellos y al míster, creo que hacen buen trabajo conmigo.

¿Cuál es su próximo reto?

La siguiente competición es este mismo sábado, otro duatlón, aunque esta vez bastante más corto y en modalidad contrarreloj, pero el siguiente reto, por llamarlo de alguna manera, será en mayo, cuando nuevamente disputaré el Campeonato Autonómico pero esta vez de triatlón de media distancia (1,9 kilómetros de natación, 90 kilómetros de ciclismo y 21 kilómetros de carrera a pie). Será en Oropesa y al fin de semana siguiente, nuevamente bajo esta distancia, quiero realizar el triatlón MD de Oliva, una prueba muy bonita donde se vuelcan con el corredor, y eso se nota. Además allí conseguí mi primera victoria en un triatlón y le tengo mucho aprecio.

¿Le queda algún sueño deportivo por cumplir?

Más que sueños son metas, conforme voy alcanzándolas, voy poniendo otras, aunque la principal, sin duda, es conseguir que todo esto me siga divirtiendo.

¿Tiene alguna meta a largo plazo?

No tengo ninguna, la verdad, como se suele decir, voy un poco a salto de mata, por eso es tan importante la figura de Ramón, lo vuelvo loco constantemente.

chemasayas4Chema Sayas junto a su mujer, sus cuñados y su sobrino tras acabar un IronMan

¿Qué le empuja a seguir compitiendo a ese nivel con todas las obligaciones que tiene?

No sé, quizá porque lo veo como la vida misma, te ponen obstáculos, los saltas y te empiezas a preparar para el siguiente, que tarde o temprano vendrá.

¿Existe alguna anécdota que le apetezca compartir?

Siempre que algún amigo se interesa por este mundillo, le cuento lo que sentí el día de mi debut. Fue en el triatlón sprint de Navajas en 2009 y hasta allí me desplacé con un compañero de trabajo, Pablo Francés. Él ya tenía experiencia en el mundillo y se ofreció para que no me fuese solo y guiarme en el follón de dejar bici, zapatillas, etcétera. La natación era en el pantano, había que hacer un circuito de tres boyas, estábamos todos flotando esperando a que diesen la salida, yo estaba de los primeros, tal y como suelo ponerme ahora, pero en aquel momento fue una locura… Cuando empezamos a nadar todo fue bien hasta que mis brazos dijeron basta. A partir de ahí todo fue una odisea, nunca en mi vida volví a recibir tantos golpes en la natación, me hundían, me apartaban, me golpeaban, la verdad es que pensé que nunca saldría de allí. Después de 18 largos minutos, conseguí salir de ese pantano y acabar la prueba como pude. Al llegar a meta las sensaciones eran muy raras, hacía menos de una hora que llegué a temer por mi vida, pero por otro lado, el haber podido cruzar esa línea de meta y pensar en todo lo que me costó hizo que me enganchase al triatlón de una forma incomprensible.


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Modificado por última vez en Martes, 09 Abril 2019 10:19

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