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Este año, a 15 kilómetros de Portugal tendrá lugar  la EHF European Masters Handball Championship 2017, en Gondomar, donde ya están alojados los 13 veteranos que intentarán dejar lo más alto posible el listón en este torneo europeo de veteranos. Sus compañeros, un total de 9 más que no han podido acudir a la cita por motivos laborales siguen la pista de sus representantes por redes sociales. Un viaje en el que el balonmano, deporte al que han dedicado casi media vida, se da cita con un ambiente «brutal», como describen desde allí los participantes del torneo.

 

«En este tipo de competiciones compartes pista con grandísimos  del balonmano, en todos los sentidos,  jugadores de la antigua URSS o del Kolding Danes o cualquier otro equipo de la élite Europea. Pero ante todo es un ambiente amable, cordial, ya que a todos nos une una misma pasión, el balonmano», cuenta desde allí José Gabaldón, uno de los jugadores que disputará el torneo.

La misma fuente ha añadido que «es una ocasión para que todos aquellos que no hemos vivido el Balonmano de élite en pista, podamos respirar balonmano full time. Hay quien dice que los equipos que llevamos no tienen nivel para esa competición y si se tratara de competir así sería, pero hay algo por encima de la competición, que es la ilusión, y nosotros de eso sabemos bastante. Este viaje, mientras no ha existido competición en la comunidad Valenciana, ha sido el motivo por el que viernes a viernes nos juntábamos para entrenar en el ovni y después cenábamos todos juntos en las que se convirtieron en nuestras cenas populares de veteranos de los viernes».

 

Este año, como explican los jugadores a este rotativo «para  poder integrar a los compañeros más jóvenes que han venido por primera vez, hemos tenido que inscribirnos en la categoría  +35, aunque la media de edad está por encima de los 45. Pero lo importante es que podamos jugar todos, y que todos nos vayamos con todas estas buenas sensaciones y experiencias que nos brinda esta competición». En esta categoría, los porteños compartirán cancha junto a los 12 equipos que componen los dos grupos que posee la misma.

Como cuentan entre risas los deportistas que han viajado hasta Portugal, «nuestras única esperanza es llegar sin lesionados ya que la clasificación está sobrevalorada y nosotros vamos principalmente a pasarlo bien, algo que sabemos está asegurado».

Volver con la mochila cargada de divertidas anécdotas es otra de las cosas que los veteranos dan por sentado, como ha sucedido durante todas las ediciones anteriores. Los mismos añaden bromeando que incluso podrían escribir un libro con las mismas, algo, aseguran, que no descartan hacer en un futuro.

Risas aparte, este año también tiene un punto de tristeza para los veteranos, quienes echarán mucho de menos a dos bastiones del grupo como lo eran Pepe Belmonte y Jose L. Valles, jugadores que como explican «han jugado en casi todos los torneos, dando origen  a un sinfín de anécdotas y que con su muerte nos han dejado un vacío muy grande y difícil de llenar.  Este viaje también es nuestro pequeño homenaje a estos compañeros».

Un viaje en el que el resultado de la clasificación es lo menos importante para los jugadores, quienes prefieren leer los resultados «desde el punto de vista de que un año más vamos a estar en el Europeo y que pocos clubs son capaces de decir que han asistido a 10 de los 14 torneos disputados. Esto sí es lo importante». No obstante recuerdan que en Granollers quedaron los quintos y fueron sextos en 2012 en Eslovenia. Un viaje que los une más como equipo y como amigos, a pesar de las dificultades que desde 2013 atraviesa el equipo al ir perdiendo efectivos e intentar mantener al grupo sin poder entrenar los viernes por no tener pista. «Ha sido complicado,  pero confiamos en tenerlo solucionado este año», cuentan esperanzados. Algo a lo que ha ayudado, añade Gabaldón, los nuevos «juveniles» que este año se han unido al equipo. Para el año que viene, los rojiblancos esperan seguir en la brecha formando parte de su  Club de toda la vida y mostrar así que el balonmano puede ser una forma de vida.