Imagen de la falla que plantó Eduardo Merello el pasado ejercicio 2019
No es la primera vez que se suspenden las fiestas falleras en Valencia, ni, desde luego, será la última, aunque nunca se había tomado una medida de esta envergadura, con un coste económico de 700 millones de euros, por motivo de una emergencia sanitaria, en este caso, una pandemia originada por el coronavirus. En el mundo fallero, la decisión ha caído como un jarro de agua fría. Sí se esperaba que las autoridades tomaran algunas decisiones, como, por ejemplo, eliminar del calendario fallero los actos multitudinarios, pero todos abrigaban la esperanza de que la Generalitat permitiera plantar los monumentos falleros y quemarlos.
El tasazo
Haciendo un poco de historia sobre las veces que por un motivo u otro se han suspendido las fiestas josefinas en Valencia, habría que remontarse al siglo XIX, concretamente al año 1886. Hay que recordar que la primera falla que se plantó en el municipio de Sagunto fue en 1927, concretamente de la comisión fallera de Puerto Sagunto, Luis Cendoya. Pero, volviendo a 1886, hay que recordar que en aquel ejercicio no fueron las autoridades del momento las que decretaron la suspensión, sino los propios falleros, que acordaron no plantar los monumentos para no hacer efectivo el pago de una tasa, por importe de 60 pesetas, que para la época era un dineral, que las comisiones falleras debían abonar, en concepto de canon, para instalar en la vía pública los catafalcos.
La tasa, inicialmente, era de 5 pesetas, cantidad asumible para los falleros, pero como los políticos no encajaron con humor las críticas que se le realizaban desde las fallas a su gestión de gobierno, se propusieron acabar con estos festejos populares mediante el aumento de la presión fiscal, elevando la susodicha tasa hasta el montante indicado de 60 pesetas. Tal decisión originó una reacción airada en el colectivo fallero que, en señal de protesta e indignación. Optó por suspender la fiesta en aquel mes de marzo de 1886.
La guerra de Cuba
La Guerra de Cuba, conocida también como La Guerra de Independencia de Cuba, tuvo su inicio el 24 de febrero de 1895, y estuvo motivada por la insurrección de importantes efectivos de la isla contra la dominación española. Al año siguiente de iniciarse el conflicto bélico, en 1986, el gobernador civil de Valencia, a 48 horas del inicio de las fiestas falleras, tomó la decisión de suspender su celebración, tras declarar el estado de guerra por el enfrentamiento armado que se libraba en la mayor de las Antillas. Ni que decir tiene que el hundimiento del acorazado USS Maine en la bahía de La Habana, producido en la mañana del 15 de febrero de 1898, fue el pretexto utilizado por los Estados Unidos para declararle la guerra a España, uniéndose las fuerzas militares estadounidenses a los sublevados contra España. Tras la finalización de este conflicto, la nación española perdió en sus principales colonias, arriando la enseña nacional y regresando a la Península Ibérica, de aquellos territorios de ultramar, miles y miles de españoles.
La Guerra Civil
Tras el alzamiento nacional producido el 17 de julio de 1936, se abría en España un largo periodo de guerra que no concluiría hasta el primero de abril de 1939. De esta manera, los festejos falleros quedaron suspendidos durante los tres ejercicios en los que la contienda armada se estuvo desarrollando: 1937, 1938 y 1939. Aunque el enfrentamiento entre fascistas y republicanos se inició en 1936, aquel año si se pudieron celebrar las fallas el 19 de marzo, puesto que la sublevación militar se produjo varios meses después.
Hay que tener en cuenta que muchas comisiones falleras se volcaron con la lucha anti fascista, apoyando con los fondos que recaudaban al gobierno republicano legalmente establecido. Por otro lado, también influyó que durante ese tiempo no se plantaran los monumentos en la Valencia republicana para no poner en riesgo a la población que masivamente se concentraba entorno a estos populares festejos, pues se temía que se pudiera producir algún mortífero bombardeo, aprovechando la multitudinaria presencia de valencianos en las calles de la capital del Turia.
Atentados de Madrid
Podría decirse que, tras la contienda civil, las fallas se celebraron con normalidad a partir de 1940, aunque cabría recordar que, durante los tres días de luto decretados por las autoridades con motivo de los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004 en Madrid, si se suspendieron en Valencia algunos actos oficiales de las fiestas falleras, que, pese a ello, se desarrollaron con relativa normalidad.
Coronavirus
Este 2020 la Generalitat Valenciana ha decretado la suspensión de las Fallas para evitar que se facilite la propagación de un patógeno tan contagioso como el popularmente famoso coronavirus, que está causando estragos a nivel mundial, de ahí que la Organización Mundial de la Salud (OMS) haya declarado pandemia global este brote del también llamado COVID-19. Aunque se habla de que en la ciudad de Valencia se celebrarán las fiestas falleras entre el 15 y el 19 de julio, un futurible más que dudoso ya que no se sabe cómo evolucionará la enfermedad, podría decirse que en este 2020 es la sexta vez que se suspenden en Valencia las fiestas josefinas a lo largo de su historia y la primera que se acuerda una medida de este calibre por una emergencia sanitaria. A pesar de esto, en el Camp de Morvedre, han preferido no poner una fecha para su celebración puesto que prefieren ver cómo va a evolucinar esta situación antes de fijar una fecha para festejar las Fallas de 2020.
