Los tres socios de la productora Mammut (de izquierda a derecha) Álvaro Díaz, Sara de la Fuente y Alberto Tortes.

El cortometraje de ficción Sushi de la productora afincada en Puerto de Sagunto Mammut se encuentra entre los 15 cortos preseleccionados a los Premios Goya y que pueden optar a la nominación definitiva para el galardón más prestigioso del cine español. Al frente de esta empresa están el porteño Álvaro Díaz, Alberto Tortes (Onda) y Sara de la Fuente (Leganés), los tres se conocieron en la ECAM (Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid) y cuando acabaron sus estudios decidieron fundar Mammut para dar rienda suelta a su amor por el séptimo arte. Esta pequeña productora se fue formando a la vez que cada uno de ellos iba trabajando en producciones audiovisuales ajenas a su empresa, varias con directores de mucho prestigio. «Fundamos Mammut para hacer nuestros proyectos particulares, el cine que nos apetecía hacer, así que no esperábamos que acabara tomando esta dimensión», explica Álvaro Díaz. Y es que mientras Álvaro, Alberto y Sara trabajan en otras producciones no dejan de pensar en sus proyectos con Mammut. «Es nuestra actividad extraescolar», dice Álvaro Díaz. «Hay quien juega al fútbol, nosotros tenemos una empresa», confiesa entre risas. Aunque asegura que, «por supuesto no es cualquier cosa, sacar adelante una empresa requiere mucho trabajo y responsabilidad».

Los tres miembros de la productora están actualmente afincados en Madrid, pero sus trabajos en series y películas les hacen viajar por toda España. De hecho, mientras Álvaro Díaz y Alberto Tortes están trabajando en Salamanca rodando con Álex de Iglesia la serie 30 monedas para HBO, Sara de la Fuente está en el rodaje de otra serie para Netflix. ¿Qué les mantiene unidos a pesar de la distancia? «Lo que nos mantiene unidos es Internet», responde Álvaro Díaz sin dudar ni un segundo. «Mucho Skype, mucho WhatsApp… Estamos constantemente en contacto y hablando sobre nuestros proyectos con Mammut a diario», añade.
Álvaro Díaz explica que Mammut es una productora «para los proyectos que nos apetecen y nunca lo habíamos visto nuestra empresa como una forma de ganarnos la vida», aunque sus producciones cada vez van ganando más entidad. De hecho, para el próximo año tienen previsto estrenar tres o cuatro cortos más que, aseguran, «son más ambiciosos y complejos», especialmente porque ahora tienen acceso a más recursos y puede permitirse hacer producciones más elaboradas. Sushi, su primer trabajo «era más humilde en cuanto a puesta en escena», relata Álvaro Díaz. Y es que este cortometraje por el que están preseleccionados a los Goya está grabado en un plano fijo que se mantiene durante los 15 minutos que dura la película. El productor relata que, en un principio, el corto no se iba a rodar de esta forma y es que inicialmente «tenía más localizaciones y una planificación más compleja, pero durante los ensayos con los dos actores el director se dio cuenta de que el corto mantenía mejor el ambiente si no cortábamos el clima de tensión continuada entre los dos protagonistas». Un cambio tan drástico sobre el planteamiento no fue nada fácil, el equipo lo discutió y valoró todos los pros y contras, «el director nos lo planteó, lo hablamos, mucho y al final apostamos por hacerlo así». Coinciden en que la decisión fue un acierto porque «hace que Sushi se distinga del resto de cortos, esta característica provoca que destaque». Además, este tipo de dirección hace que los dos actores protagonistas, Ángela Boix y Francesco Carril, tuvieran «una libertad y una verdad que a veces fragmentando un texto no se consigue igual», afirma el cofundador de Mammut.

Por lo que respecta al resto del equipo del cortometraje, Roberto Martín Maiztegui es el director y guionista de la pieza, él y los tres socios de Mammut se conocieron durante sus estudios en la escuela de cine ECAM. El cineasta enseguida encontró la complicidad de sus compañeros para sacar adelante este proyecto, «confiamos en el corto porque nos gustó cómo estaba contado, todo lo que queríamos transmitir», explica Álvaro Díaz. En total, un equipo de unas 30 personas estuvo trabajando durante el rodaje de la pieza. Además, aseguran que las personas implicadas y apoyos que han recibido han sido muchos más. Empezaron ganando un concurso de proyectos dentro del conocido festival de cortos Notodofilmfest «y a partir de ahí llegaron muchos más apoyos como nuestra escuela, la ECAM, el Festival de Medina del Campo, la Diputación de Valladolid, Movistar Plus...», recuerda el joven productor. Si finalmente el trabajo ganara el Goya, asegura que le gustaría dedicárselo «a todas esas personas que creyeron en el proyecto, al equipo del rodaje, a todos los proveedores que nos hicieron precio especial, a los responsables de la localización o a la distribuidora Marvin&Wayne, entre otros».

El día de la verdad llegará el 2 de diciembre, que será cuando se anuncie qué trabajos son los que pasan el corte de los académicos de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas. Sushi puede ser uno de los cortos nominados para la 34 edición de los Premios Goya, cuya gala se celebrará el 25 de enero de 2020 en Málaga. Álvaro Díaz asegura que no tienen ninguna expectativa porque, directamente, no podían ni imaginar estar entre los preseleccionados, pero expresa que «por supuesto nos haría mucha ilusión estar entre los nominados y después ganar sería increíble». De hecho, en un principio la productora ni siquiera había planteado llevar su trabajo a este certamen. «Fue la distribuidora la que nos recordó que nos podíamos presentar a los Goya. Lo miramos y cumplíamos con todos los requisitos necesarios, así que lo presentamos sin más pretensión, además lo hicimos junto a otro corto que no pasó la criba», relata Díaz. «Estábamos en la oficina y nos llegó un mail y fue una sorpresa. No lo habíamos pensado ni teníamos la intención», recuerda sobre el momento en el que recibieron la noticia. «De entrada, este proceso nos está divirtiendo y nos los estamos tomando como un aprendizaje. Es muy guay tener la oportunidad y pelear. No hicimos este corto con la pretensión de ganar un Goya, ni siquiera de estar nominados o preseleccionados. Es todo un honor que de entre 300 cortos que se han presentado hayan escogido el nuestro, hemos visto muchos de los que se han quedado fuera y son trabajos verdaderamente increíbles», cuenta con ilusión Álvaro Díaz.

Aprovechando que termina de rodar con Álex de la Iglesia, Álvaro Díaz explica que seguirá el anuncio de los nominados desde su casa de Puerto de Sagunto con su familia. Ante tanto ajetreo y viajes de trabajo, asegura que «es guay escaparse y tener un sitio para descansar, para parar un poco en medio de tanta locura». Además, afirma que con tanto ajetreo todavía no ha tenido tiempo de hacer un planteamiento serio sobre presentar el corto en su pueblo «pero me encantaría poder enseñarlo a la gente de allí o también la Universitat Jaume I, donde estudié Comunicación Audiovisual», explica. «Hace tiempo que lo llevamos pensando, nos gustaría mucho hacer un pase», añade. 

El cortometraje Sushi que produce Mammut está protagonizado por Francesco Carril y Ángela Boix.

Ahora, el equipo de Mammut se encuentra en una fase de promoción intensa de su trabajo, puesto que dar el salto de la lista de preseleccionados a la de nominados no es una tarea nada fácil. En primer lugar, tienen que conseguir que los académicos vean su cinta y así la tomen en consideración para la lista de nominados que pueden optar al premio Goya. Sobre cómo están llevando a cabo esta ardua tarea, Álvaro Díaz explica que desde Mammut están «intentando que la gente vea la película en proyecciones que estamos haciendo. Lo más importante es que la gente sepa que existe tu corto porque hay infinidad de películas y hay que hacérsela llegar». De hecho, recientemente el corto ha podido verse en una proyección en la misma Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España. Por otra parte, también han recibido el apoyo de la Generalitat Valenciana, que «organizó una rueda de prensa para presentar y apoyar a las candidaturas valencianas a los Goya, entre la que se encuentra la nuestra», cuenta. «Está genial que las instituciones nos apoyen en esto», opina el productor.

Por otra parte, los tres jóvenes productores están de enhorabuena con el estreno esta semana del videoclip de Haz de luz de rapero Rayden y el cantante Blas Cantó. Y es que Mammut también se va abriendo camino en el mundo de la producción de videos musicales. Empezaron haciendo videos para Novedades Carminha cuando el grupo estaba empezando y por amistad con los miembros de la banda y hoy en día el conjunto madrileño es de lo más destacado de la escena indie. Eso les permitió dar el salto para producir otros trabajos para la misma discográfica, de ahí que hayan trabajado con artistas de renombre como Xoel López, Julio de la Rosa o el grupo Cupido. Por otro lado, aparte del mundo de los videos musicales, Mammut complementa su trabajo con proyectos audiovisuales para publicidad.

Además de en el equipo de Sushi, el nombre de Álvaro Díaz figura en el de otra película que podría salir con alguna nominación a los Goya y que se titula El increíble finde menguante, «una película pequeña y muy bonita que estuvo un mes en cartelera», explica Díaz, que ejerce de director de producción en este film. Este trabajo del director Jon Miquel Caballero producida por Montreux Entertaiment y Trepamuros Producciones podría optar a categorías como actriz revelación o dirección novel «aunque en dirección novel hay muchísima competencia en esta edición de los Goya», asegura el productor. Y, ¿qué tiene de especial esta película de la que Álvaro Díaz habla con tanto cariño? «La película está hecha por gente muy joven y sin casi recursos, pero desde el amor más profundo por el cine», explica. «Para todos era la primera película y todos nos entregamos muchísimo. Fue muy especial por la energía que había ahí, no había dinero, pero sí ganas de que saliera adelante, para todo el mundo su única prioridad era que la película saliera bien», relata. Acerca de cómo surgió este proyecto, el productor porteño cuenta que conoció al director Jon Miquel Caballero durante un festival de cortos y que sin casi conocerse le propuso participar en la producción, «la historia me atrapó desde un primer momento y dije que sí», cuenta.

Sobre cómo un joven como Álvaro llega a optar a la nominación para un Goya o a trabajar con los directores más importantes del país, el productor explica que inició sus estudios en la Universitat Jaume I, donde junto a su compañero de Mammut Alberto Tortes estudió Comunicación Audiovisual. Después, continuó su formación en la ECAM, que tanto ha marcado su carrera profesional y donde conoció a la tercera pata de Mammut, Sara de la Fuente. Después, Álvaro Rodríguez se incorporó como becario al rodaje de la película El hombre de las mil caras, del aclamado director Alberto Rodríguez, ganador de un Goya al mejor director por La isla mínima. Tras este trabajo, tuvo la oportunidad de seguir trabajando con el mismo equipo en producciones como Plan de fuga de Iñaki Dorronsoro o El guardián invisible de Fernando González Molina. También ha estado en el equipo de producción de destacadas obras del cine español contemporáneo como Pieles de Eduardo Casanova, Perfectos Desconocidos de Alex de la Iglesia o Yucatán de Daniel Monzón. Además, ha trabajado con los directores Javier Ambrossi y Javier Calvo tanto en la película La Llamada como en la temporada 2 de la serie Paquita Salas. Así pues, Álvado Díaz ya cuenta con un importante currículum en el mundo de la producción audiovisual y con toda una carrera por delante, «es increíble estar en el equipo de gente de primer nivel», concluye.