Del 4 al 31 de julio, se podrá visitar en el Centro Cultural Mario Monreal de Sagunto la exposición artística de Carme Garrigós Mamarratxos. Esta muestra se inaugura este miércoles 3 de julio a las 19 horas. El horario de visita es de lunes a sábado de 9 a 21 horas.
La autora de la muestra, Carme Garrigós, nació en Ibi y estudió Medicina tropical en Francia. Durante años se dedicó a ofrecer sus servicios técnicos en lugares como Djibouti, Somalia, Casamanza y el Sudán del Sur. Garrigós trabajó también formando parte del equipo que lucha por erradicar la polio en Afganistán. La autora ha dedicado su vida laboral a la cooperación internacional. Completamente autodidacta, Garrigós necesita expresar en colores cómo es su vida al lado de los que más sufren y de ahí nacen los Mamarratxos. La obra Mamarratxos es un conjunto de pinturas con las que la autora se expresa.
La temática habitual de los Mamarratxos son los niños. Los niños como futuro. Carme Garrigós pinta también los paisajes por los que transita en sus viajes. Después de veinticinco años de servicio activo en UNICEF, Carmen quiere seguir colaborando con esta organización humanitaria. Por ello, la recaudación íntegra de la venta de estas obras se destinará a sus programas de ayuda a la infancia.
Es una exposición llena de color y sentimiento. La autora la define como expresiones de color, instantes decisivos, sentimientos pigmentados de sus viajes. En estos viajes rellena cuadernos con ideas e impresiones para sus cuadros. Esto le confiere un estilo personalísimo y le da un toque de originalidad.
Las obras de Carme Garrigós desprenden pasión por la vida. Pasión por todo lo que hace, y por todos para quien lo hace. Observando atentamente las obras se puede leer, en las manchas de color, en los trazos generosos, las sensaciones personales de la autora. Son un derroche de imaginación que combinan con la espiritualidad y el compromiso del prójimo. Ello le confiere una frescura especial. A la vez es posible observar una evolución constante en su estilo. No obstante, es fiel al espíritu de sus obras. Se preocupa por perfeccionarse, pero no quiere alejarse demasiado de los Mamarratxos. Busca transmitir al espectador el mismo gozo que ella experimenta pintando. A lo largo de sus años como cooperante, Carme ha visto muy de cerca el sufrimiento plasmándolo en sus obras, aunque siempre con una puerta abierta a la esperanza, como expresa la artista en el folleto.
