Los seguidores de Blasco Ibáñez podrán disfrutar de la figura de este magnífico escritor y conocerlo más profundamente gracias a la exposición ‘Blasco Ibáñez y el Rostro de las Letras’, que se podrá visitar en el Centro Cultural Mario Monreal de Sagunto hasta el 3 de marzo.
La muestra, que se inaugura este jueves a las 19 horas, está organizada por el departamento de Cultura del Ayuntamiento de Sagunto junto al Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, y está enmarcada dentro de la Capitalidad Cultural de la ciudad. Con motivo de la conmemoración del 150 aniversario del nacimiento del literato valenciano, la exposición ha recorrido seis localidades de Castellón y Valencia hasta llegar a Sagunto.
«Gracias al Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana y a nuestra Capital Cultural podemos disfrutar de una nueva exposición dedicada a uno de los pensadores, escritores y políticos valencianos más destacados del siglo XX. Se trata de una exposición didáctica que contextualiza al escritor, su obra y su pensamiento en un momento histórico; Vicente Blasco Ibáñez es un escritor universal que tuvo referenciado también a Sagunto en obras como ‘Sónnica la cortesana’ o en algunos de sus cuentos», ha apuntado el concejal de Cultura, José Manuel Tarazona.
Por su parte, el director del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, José Luis Pérez Pont, ha destacado «la apuesta que estamos realizando con esta y con otras exposiciones como las de la ‘Col·lecció d’Art Contemporani de la Generalitat Valenciana’ por apoyar a las ciudades que ostentan la capitalidad cultural valenciana, como Sagunto y Potries, reconociendo su compromiso con la cultura como motor de cambio social y de fomento de la participación ciudadana».
Compuesta por 48 fotografías ‘Blasco Ibáñez y el Rostro de las Letras’ quiere mostrar la imagen del gran escritor valenciano, junto a los más notables escritores españoles de su tiempo. Blasco Ibáñez (Valencia, 1867-Menton, Francia, 1928), fue el escritor valenciano más importante y el más universalmente reconocido. Ya en los días finales del siglo XIX, cuando no había cumplido todavía los 30 años, era una figura enormemente popular y querida, al que seguían las masas enardecidas, atraídas por sus ideas y por la fuerza volcánica de sus discursos. El “blasquismo” contagió en las clases trabajadoras del mar y de la huerta la afición por el saber, por conocer los avances que surgían, en las cuatro esquinas del mundo.
Las fotografías de esta exposición nos muestran a Blasco Ibáñez como ciudadano, escritor y orador, desde sus primeras estancias en la prisión valenciana de San Gregorio, hasta el retorno de sus restos mortales, acompañado por las más altas autoridades de la República y por el fervor de sus paisanos.
De gran interés es también la fotografía de la llegada de Blasco Ibáñez a Argentina, en 1910. Se dice que fueron a recibirle más de 100.000 personas. Cuando llegó al puerto de Buenos Aires, una docena de reporteros subieron a la cubierta del barco para hacerle sus primeras fotografías en el país.
La visión fotográfica de Blasco Ibáñez se complementa con una selección de excelentes retratos de grandes escritores españoles que coincidieron con él en su paso por la vida. Fotografías de su vida pública y privada que permiten descubrir a la persona que hay detrás del reconocido personaje. Así se puede ver a Emilia Pardo Bazán con su gato, en los salones de su casa madrileña de la calle Princesa, en la cual recibía a todo Madrid de la sociedad y de la cultura, en 1910; a José Echegaray a su llegada al Palacio Real para una sesión de consultas con el Rey Alfonso XIII (hacia 1905), a Benito Pérez Galdós leyendo galeradas de su discurso de ingreso en la Academia Española, el 6 de febrero de 1897, o a Joaquín Sorolla retratando a Jacinto Benavente en 1917, en su estudio de Martínez Campos, actual Museo Sorolla.
La exposición es el resultado de más de 20 años de investigación en decenas de archivos públicos y privados, españoles y extranjeros. Las fotografías que componen la muestra proceden de diferentes instituciones como la Biblioteca Nacional de España, la Biblioteca Valenciana, el Archivo Histórico Provincial de Guadalajara, la colección Pedro Melero, la Fundación José Ortega y Gasset-Gregorio Marañón, del Instituto del Patrimonio Cultural de España, o la Biblioteca del Congreso de Washington.
