Cultura

 

Con tan sólo 12 años, Asier Cortés Requena se ha convertido en uno de los 500 españoles que en 20 años ha conseguido finalizar el Kumon. se trata éste de un sistema de aprendizaje que fomenta en los estudiantes la reflexión, el conocimiento, la atención y crea unas marcadas rutinas y hábitos de trabajo.

Lo que comenzó casi por casualidad, ha contado a El Económico Susana Requena, madre de Asier, se convirtió en todo un reto para el niño, quien a pesar del esfuerzo que ha requerido, ha demostrado su constancia, inteligencia y ganas de trabajar durante casi 5 años.

«Asier siempre ha sido un niño muy movido, por lo que su padre y yo decidimos apuntarlo a algo que tuviera que sentarse, reflexionar, pensar...Así que lo apuntamos a ajedrez y a un centro Kumon, ya que yo, por medio de algunos de mis alumnos del colegio donde trabajo había tenido la oportunidad de conocer este sistema», relata Susana recordando cómo comenzó la experiencia 5 años atrás.

Asier muestra el libro corrector del método Kumon

El sistema Kumon está compuesto por una serie de cuadernillos que van aumentando su complejidad y nivel conforme los vas superando. Existe un programa de cálculo y otro de lectura, que fue por el que se decantó Asier y que ha finalizado convirtiéndose en uno de los pocos españoles  que lo ha conseguido en estos últimos 20 años. Sólo lo han hecho un total de 500.

 

A pesar de su corta edad, (tenía poco más de 7 años cuando comenzó a hacerlo), el joven ha demostrado siempre su tesón y fuerza de voluntad por lo que se convirtió en todo un reto para él, ya que como explica su madre «absolutamente todos los días desde entonces se ha sentado a hacer los cuadernillos. Da igual que fuera Navidad, o verano, o su cumpleaños. Todos los días durante casi 5 años. Esta constancia es difícil de mantener en los niños». Un trabajo que ayudaba a Asier a concentrarse, pensar, reflexionar, evaluar, interpretar, analiza y criticar, entre otras características que definen al método.

 

Lo cierto es, como reconoce requena «que al final era algo muy duro ya que Asier se iba haciendo mayor  tenía otras muchas responsabilidades como deberes y exámenes de la escuela, el club de ajedrez al que también dedica muchísimas horas, el baloncesto...Además, conforme avanzaba el tiempo, también crecía la complejidad de los cuadernillos y era realmente duro».

De hecho, explica la misma fuente «llegó un momento en el que ya no existían más cuadernillos cuando los había acabado y la editorial tenía que ir haciéndolos para que él pudiera seguir». Así que, durante casi 5 años, y alrededor de una hora diaria, Asier iba consiguiendo avanzar en el programa Kumon para convertirse al fin en lo que esta técnica de estudio denomina, un «alumno concluyente», el primero de todo el Camp de Morvedre, y de los pocos afortunados en toda España.

Asier manifiesta sentirse «muy contento y satisfecho de haber conseguido llegar al final. Me he esforzado muchísimo durante mucho tiempo y cuando al final llega la recompensa a tu trabajo, te sientes muy feliz, muy satisfecho», cuenta a este rotativo. El mismo ha destacado que se trata de «un modo diferente de ir aprendiendo, en el que cada alumno va a su ritmo, sin agobios, sin competencias, sin nadie que te desconcentre, en tu casa, cómodo. He disfrutado mucho haciéndolo y lo recomiendo a todo el mundo».

Cuando le preguntamos si comenzará a hacer el programa de cálculo (él consiguió llegar hasta el final del programa de lectura), se ríe y explica que «de momento no, ya que ahora tengo  otras responsabilidades porque estoy en primero de secundaria y quiero dedicar más tiempo a estudiar y al ajedrez».

Creado por el japonés Töru Kumon, este método presenta algunas características relacionadas con las habilidades de cálculo mental, potencia la lectura, la independencia de los alumnos, está adaptado a sus necesidades y favorece la comprensión lectora y la autonomía de los estudiantes. Características que han hecho que el sistema gane muchos adeptos. Cualidades también que se pueden ver en Asier a los pocos minutos de estar hablando con él. Un joven que, sin duda, conseguirá todo lo que se proponga. ¡Enhorabuena!