Cultura

Clara Andrés Roqueta, una vecina de Sagunto profesora de la Universitat Jaume I de Castellón en el Departamento de Psicología Evolutiva, Educativa, Social y Metodología, ha creado, junto a dos compañeros de trabajo, una APP para evaluar la competencia emocional de los niños y niñas. Emocionatest acaba de ser presentada en el Congreso Internacional sobre Inteligencia Emocional de Castellón y en otros congresos internacionales como el VIII Congreso Internacional de Psicología de la Educación (CIPE).

Dos compañeros de trabajo buscaban a alguien que se atreviera a aventurarse en un nuevo proyecto basado en desarrollar materiales relacionados con la Inteligencia Emocional para niños/as con TEA (Trastorno del Espectro Autista). Una idea que enseguida interesó a Clara, quien cuando desarrollaba su tesis (centrada en la evaluación de las habilidades de teoría de la mente y competencia socio-emocional en niños/as con trastornos del lenguaje), pudo apreciar, como ella misma explica a El económico que «por un lado existía una carencia de tests y materiales para evaluar la competencia emocional de los niños/as en edad escolar; y por otro, que los tests existentes en muchas ocasiones no atraían la atención de estos  niños con dificultades del desarrollo. Era incluso difícil que dieran una respuesta verbal».

 

Unas carencias que Andrés como maestra siempre había tenido la ilusión de mejorar. Un objetivo que ha conseguido con su APP gracias a la creación, en primer lugar de, como explica su creadora «un buen test para medir la competencia emocional de los niños, ya que no se puede hacer una buena intervención, sin una buena evaluación previa», argumenta.

Sumados los conocimientos de Edgar  Bresó y Francisco Ramos en el campo de la evaluación de la Inteligencia Emocional en personas adultas mediante app, junto al los de Clara  sobre los trastornos del desarrollo con dificultades emocionales, se comenzó a dar vida a esta APP, Emocionatest, que se podría resumir, como «un “test” para evaluar la capacidad para comprender las emociones, y que a su vez, pretende “emocionar” a los niños/as a que sigan realizando el dicho test. Por tanto, lo que permite es evaluar la competencia emocional de los niños/as».

La saguntina, Clara Andrés, junto a Francisco Ramos y Edgar Bresó, creadores de Emocionatest

Se trata de una aplicación móvil, instalable en tablets, estructurada en cinco niveles de dificultad creciente, donde los niños van contestando a diferentes preguntas, eligiendo la que creen correctas. Sus autores, basándose en estudios evolutivos, explica la profesora  «sabemos que a los 3-4 años, los niños/as con desarrollo típico deberían resolver correctamente el nivel 1, entre los 4-5 años los niveles 2 y 3, entre los 6-7 años el nivel 4, y entre los 7-8 años, el nivel 5. A partir de estas premisas vamos valorando».

Los niños/as no han de escribir, no han de hablar, y son evaluados casi sin darse cuenta. Además, y como novedad, el niño «interactúa” con el test, como si de un videojuego se tratara, aumentando significativamente su motivación para seguir avanzando por la app. Al tratarse de una app, y gozar de imágenes, movimiento, sonido y flujo de interacción adaptado, sigue explicando Clara «ésta compensa las posibles dificultades de comprensión del lenguaje, dotando a las historias de más cantidad de información y por un mayor número de canales sensoriales», características que suplen las carencias de otros productos anteriores similares.

Ayudas para los más pequeños, pero también para los profesionales, quienes a través de la creación de un manual de intervención con pautas pueden utilizar dicha aplicación para intervenir sobre el tema.

 

El objetivo de esta app es proveer a los profesionales de la intervención psicoeducativa (psicólogos, orientadores escolares, maestros, etc.), así como a las personas que investigan en este campo de un instrumento (test) para detectar anomalías o retrasos de los niños a la hora de reconocer las emociones de otras personas. Por ello, Emocionatest es para el uso profesional en el campo psicológico y pedagógico y orientado hacia la  los niños/as de los que se sospeche que puede haber dificultades o alteraciones en su competencia emocional.

Todo un éxito ha sido Emocionatest en los niños/as en los que se ha probado ya. Un total de más de cien con trastornos TEA, TEL y TDAH, en diferentes Colegios de Educación Infantil y Primaria en la Comunidad Valenciana, que tienen además aulas de Comunicación y Lenguaje, contando con una escolarización preferente de niños con TEA, la han tenido ya entre sus manos y están siendo evaluados.

Un momento durante la presentación de la APP

«Hasta el momento se han mostrado atentos, participativos, e incluso han pedido pasar a más niveles una vez finalizaba el test, cosa que no ha pasado con el resto de pruebas en formato clásico que hemos usado para validar la app. Agradezco a todos los CEIP que ya han participado en el proceso de validación. y cuando digo a los CEIP me refiero al colegio entero: a los profesionales de las aulas CYL, a los orientadores, al equipo directivos, a lso padres y madres de los alumnos y como no, a los niños y niñas que han particpado. Gracias a todos, de corazón",  afirma Clara emocionada.

Un intenso y laborioso trabajo con el que Clara siente «haber devuelto algo a la comunidad educativa que tanto me ayudó cuando realizaba mi tesis». Una recompensa al duro trabajo que hace sentir a esta profesional  «feliz y satisfecha, capaz de trabajar con distintos profesionales, y dispuesta a emprender proyectos nuevos similares porque ya no me da miedo, sino que me suponen un reto y una gratificación al ver la respuesta que tiene la comunidad educativa», expresa. Al cierre de esta edición Clara recibió una gran noticia. La UJI, quien financia Emocionatest, le comunicó que le conceden una nueva financiación para seguir con un  nuevo proyecto durante los tres próximos años. Esta vez basado en la creación de materiales para mejorar la calidad educativa de estos menores.