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La maquilladora, tras pasar tres meses en Los Ángeles, ha conseguido ampliar su pequeño negocio también a nivel internacional

Inma Garcerá: «La competencia sólo se crea en el momento en que tú eres mediocre» 

Viernes, 04 Septiembre 2015 11:29

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A sus 33 años, Inma Garcerá, maquilladora profesional y empresaria, continua siendo una joven emprendedora, pues se reinventa cada día gracias a su constante trabajo y a la búsqueda de nuevas oportunidades. Desde el momento en que decidió iniciar su carrera profesional, no ha dejado de crecer y subir escalones. Ha participado como jurado y maquilladora en importantes campeonatos, certámenes de belleza Miss, teatros como Comedias Bárbaras de Bigas Luna, o programas como En casa de Bárbara, de Bárbara Rey. Han podido verla delante de las cámaras en Españoles por el mundo y Televalencia, o escucharla en Radio Nou o 97.7 Radio. Inconformista por naturaleza, Inma siempre busca más, lo que le llevó a no acomodarse con lo que tenía y a ampliar su negocio a nivel internacional. «Para mi, España se me ha quedado pequeña», asegura la empresaria. De joven nunca imaginó que, de su pequeña peluquería de barrio situada en Puerto de Sagunto, podría dar el gran salto a Hollywood, donde ha trabajado durante tres meses. Actualmente, Inma forma a gente del sector, impartiendo conocimientos también a nivel nacional. Aún que confiesa sentir miedo a que el trabajo se infravalore, afirma que el campo del maquillaje atraviesa momentos de auge en España. Bajo los lemas de «el que no arriesga no gana» y «el que no siembra no recoge», Garcerá dice ser de las que siempre lo arriesga todo.

¿Cómo te defines a ti misma?

Me defino como una persona valiente, emprendedora y sin miedos.

¿Qué son para ti tus manos?

Pues para mi mis manos son lo más importante que tengo, lo más preciado. Ahora mismo si no tuviera mis manos, no podría hacer lo que me gusta, dedicarme a mi pasión. Es un poco como el rollo del seguro de Iker Casillas, sin mis manos estoy perdida.

¿Querer es poder?

Sí, por supuesto, querer es poder. Siempre. Seguro.

Cuando recibiste la oferta de trabajo de Los Ángeles, ¿dudaste en aceptarla?

Pues sí, al principio hubo un momento que sí que dude por que yo aquí tenía mi vida, mi familia, mi pareja. Tenía un buen trabajo y no podía quejarme. Y, aunque te ilusiona, porque es un reconocimiento profesional, y agradeces que te oferten y valoren tu trabajo, pero también te preguntas ¿y qué pasará?; tengo que dejar todo mi trabajo aquí, que me funciona muy bien, y empezar de cero allí, sin saber y sin conocer un idioma, porque mi nivel de inglés era bajo. Sin conocer a nadie, sólo a quien me ofertaba el puesto de trabajo. Sí que me creo bastante duda. Pero bueno, al final, como ya te he dicho antes, soy muy valiente y me dije, Inma esto sólo pasa una vez en la vida, es un tren y hay que cogerlo. Y así fue.

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¿Cómo recibiste esa oferta, como llegaron a ti?

Estuve en un congreso de maquilladores a nivel mundial, Image, en Los Ángeles. Al ver mis trabajos, y que esas técnicas allí no estaban ni las conocían, decidieron que mi trabajo era fascinante y que me querían allí, porque me iban a llevar por lo más alto. Ese trabajo no existía allí. Las técnicas son distintas de lo europeo a lo americano, y el trabajo es bueno y es distinto. Querían tenerme allí como novedad.

Acostumbrada a trabajar con misses, modelos, actrices y famosos. ¿Qué opinas de ellos?

Que son trabajo. No deja de ser un día más de trabajo. Igual me da trabajar con una persona en un salón, que con un miss. Es trabajo, y ahora mismo es lo que busco, me da igual con que clase social.

¿Crees que tu magnífico curriculum tiene que ver con tu carácter y tu espíritu de superación?

Sí, claro. Todo influye, que tengas aptitud, que no es lo mismo que actitud. No todo el mundo vale para llegar a lo más alto, ni para todas las profesiones, hay que saber elegir. Yo por ejemplo, desde pequeña soy una ingeniera frustrada, hubiera estudiado informática y hubiera sido la más feliz del mundo. Pero, a cierta edad, me di cuenta que mi aptitud, por mis cualidades físicas y mi creatividad, tenía que estar en este mundo y tirar para arriba.

¿Te consideras una persona emprendedora ?

Sí, muchísimo.

A día de hoy la belleza es tu pasión, pero no lo tuviste siempre igual de claro.

No mucho, hasta los 20 años estuve dudando sobre mi futuro. Yo soy la tercera generación de mi familia que se dedica al mundo de la belleza, entonces esto ya viene como algo “impuesto”. A mi me metieron con 14 años en el trabajo y no he visto otra cosa que esto en mi casa. Para mi, al principio, era una obligación; a mi me castigaban todos los veranos por sacar un cinco en matemáticas a venir a poner rulos a las muñecas, a aprender. Era como una obligación, y en la adolescencia es aún más traumático, porque ves que tus amigas salen, y tu a trabajar después de clase. No hacía lo que me gustaba. Mi padre es de la vieja escuela, y yo me he influenciado mucho por el. Al final, con 20 años piensas qué hacer, si seguir trabajando de lo que ya era buena porque llevaba seis o siete años y empezaba a estar en alza, o bien, dejar todo esto que había conseguido y meterme a estudiar lo que yo realmente quería. Entonces, ahí es donde yo sí he dudado, he tenido bajón en esa época. Pero, finalmente decidí seguir en lo mio, antes que ser una ingeniera más y cobrar un sueldo normal, pensé que especializándome en esto podía llegar a mucho más. Si vales, y tienes ímpetu por ello, lo consigues.

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Eres la tercera generación de tu familia que se dedica a este mundo, pero ¿alguna vez te habías imaginado que, mediante el pequeño negocio familiar, podrías llegar hasta donde lo has hecho?

De joven no. Cuando empecé a moverme y me empezaron a ofertar trabajos muy muy buenos, yo me sentía muy afortunada. Yo decía, cómo puede ser que yo haya llegado a esto, estando en una peluquería de barrio familiar, y cómo puede ser que a mi, desde el Puerto de Sagunto donde estoy, me estén buscando empresas multinacionales, o de ciudades como Madrid. Entonces, a mi eso me dio un empujón, de creen en mi y valorar mi profesionalidad. Creo que es lo que me ha hecho a mi ir tirando hacia arriba, y creer que realmente lo valgo, y la gente sí me lo reconoce.

¿Qué te incitó a no conformarte con lo que tenías y llevar tu negocio a nivel internacional?

Se me quedo pequeña España, aunque suene un poco mal. Eso es gracioso, porque lo dije en el programa Españoles por el mundo y, la gente que tiene envidia, porque en esto cuando eres muy conocida tienes gente que te alaba y te tiene en alza, y gente que es totalmente lo contrario. Y sí, hay gente que ha hecho burla a mi comentario. Pero sí, yo ahora mismo en España soy de las pocas que está dando conocimiento a nivel nacional y formando a maquilladoras y gente del sector. Entonces, yo ya no puedo crecer más aquí, tengo que salir fuera, captar nuevas técnicas y nuevo mundo. Para mi España se me ha quedado pequeña porque, o me invento yo nuevas modas y técnicas, o me quedo estable y estancada en la misma situación, y no. Yo tengo que crecer y para ello he salido fuera.

Por tanto, a día de hoy sigues invirtiendo en tu formación.

Mucho, mucho. No invierto en cursos como tal, pero sí invierto en viajes al extranjero para así aprender nuevas técnicas.

¿Existe mucha competencia en el sector de la belleza?

La competencia se crea en el momento en que eres mediocre. Tú, cuando eres del montón y no destacas, tienes competencia. Pero en el momento en que estás en algo alto, la competencia baja o ni la tienes. Es más, en mi sector cada uno tenemos muy marcado el que tú estés allí y yo aquí, cada uno a lo suyo. Yo tengo muy buenas amistades, que son campeonas de España de maquillaje y subcampeonas de Europa, y son mis mejores amigas; no hay rivalidad, nos ayudamos. Cuando estás en clases más bajas, sí hay muchas envidias, la peluquería de al lado te critica, profesionales te intentan quitar la faena, pero cuando llegas a un nivel en el que tú no eres quien tienes que captar el cliente, sino que este te busca, ahí se acaban los problemas de competencia.

¿Qué obstáculos importantes has tenido que afrontar?

A lo mejor, el más difícil e importante, es el rechazar a tu vida personal por el trabajo. El pasar de tener una vida estable, a encontrarte que no puedes hacer tu vida personal, porque se ha ido todo en el trabajo. Pareja, amistades, familia, distancia. Eso es lo más duro.

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Tienes una gran trayectoria en la moda, y también realizando trabajos en televisión, ¿qué has aprendido a lo largo del camino?

He aprendido que en las profesiones somos muy envidiosos y muy rivales. He aprendido a intentar cambiar esa visión, es una de mis metas que llevo haciendo desde hace años, y es integrar a todos los profesionales, que sean compañeros pero también amigos. Al fin y al cabo todos nos necesitamos. Ni un actor es más que un maquillador, ni un maquillador es más que un cámara. Si estamos realizando una película, sin maquillador el actor no sería lo mismo, y sin un cámara no habría película y, por lo tanto, sin películas tampoco actores. Yo he trabajado con actores de la vieja escuela y más actuales, y se nota mucho el elitismo de la antigua a los nuevos de ahora. No sé si también es por que antiguamente les costaba mucho más llegar al estrellazo, pero se lo tenían más creído. En cambio, los actores de ahora son personas más cercanas, del tú a tú.

¿Crees que tu trabajo está lo suficiente valorado?

A mi me lo reconocen, y estoy muy agradecida por ello. Es más, yo me siento yo. A veces sí tengo un punto de elitismo porque esto te lleva a cambiar tu vida, pero sigo siendo yo. Las personas me lo agradecen, sobre todo la clientela de toda la vida, gente que te conoce de pueblo llano que te ve crecer, y te ve como una estrella. No la élite, famosos o modelos, a excepción de algunos. A nivel económico, sabemos que estamos en una época difícil, y se que aunque yo sea importante o tenga un curriculum excepcional como maquilladora, no está bien pagado en comparación con años atrás. Tampoco me quejo, yo estoy bien, pero no puedes cobrar mucho más de lo que cobran al rededor aún habiendo invertido yo mucho más dinero. A fin de cuentas, yo me gasto más que los que no se mueven. Económicamente te compensa, y moralmente. Pero no es un trabajo con el que creo que me hiciera rica. Ojalá.

¿Qué momento está viviendo el campo del maquillaje en España?

Auge, ahora mismo auge. Llevamos como cuatro o cinco años, en los que hay muchas escuelas para formarse y están saliendo muchas maquilladoras. El problema, es que no todas ellas están lo suficiente cualificadas.  Son diplomas, y el nivel no es muy alto en todas las escuelas. No todo el mundo vale, como en todo. El miedo que me da es que en tiempos de crisis, en los que hay tanta emergencia de maquilladores, que regalen los servicios y por practicar lo hagan todo gratis. En unos años si habrá mucha competencia, y de ello me asusta que el trabajo acabe por infravalorarse.

¿Qué riesgos crees que tiene actualmente, en tiempos de crisis, iniciarse empresarialmente en esta profesión?

«El que no arriesga no gana» y «el que no siembra no recoge». Esos son mis lemas. Yo siempre he sido de las que ha arriesgado, y si no sale bien, pues prefiero perder esa cantidad de dinero invertida en lo que me gusta, que perder ese dinero en medicina para enfermedades el día de mañana, por ejemplo. Hay que arriesgarse siempre porque si nadie piensa en hacerlo nadie tiraría para adelante.

¿Qué retos te quedan por superar a nivel profesional?

La verdad es que ahora estoy en un momento de mi vida que, a nivel profesional, lo único que me falta por hacer y me gustaría es conseguir aparecer más en televisión. Ser famosa y maquillar a la Casa Real o esas cosas con las que todos los maquilladores soñamos. Ya he trabajado con famosos de pantalla, misses internacionales, alfombra roja, etc; es decir, he tocado casi todo. Pero lo único que me falta es tener mi propio programa de belleza en televisión.

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¿Cuáles son tus próximos proyectos?

El próximo mes de octubre lanzo mi propia marca "MissBrows", ubicada en calle Colón, 22 de Valencia. Se trata de una idea de negocio innovadora en el país, donde se podrá encontrar los últimos lanzamientos y novedades sobre el mundo de las cejas. Micropigmentación con técnica realística imitando pelo. Un centro único y exclusivo sólo para el diseño de cejas.

Y por último, ¿cual dirías que es la clave del éxito?

Constancia y amor por tu trabajo. No molestarte, ni agobiarte por todo. Hay muchísimos momentos de ansiedad, momentos en los que estás parada y piensas que has perdido y no estás bien. Pero, sobre todo, amor por el trabajo. Siempre tirar para adelante día a día y superación, siempre pensar en un peldaño más, no acomodarse. Tienes que pensar y saber que tú puedes hacerlo, al igual que la que tu ves allá en lo alto, tú también puedes superarla. Todo el mundo, si realmente lo vale, lo puede hacer tirando para arriba. Y trabajar mucho.


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Modificado por última vez en Sábado, 19 Septiembre 2015 01:41