Nacido en 1946 en Bronchales(Teruel), Juan Pedro Martínez Pérez es profesor jubilado de Geografía e Historia. Siempre ha tenido una gran pasión: el deporte, y en especial el senderismo. Hace ya mucho tiempo que este aventurero inició sus andaduras; en los últimos años ha recorrido más de 100 rutas de la comarca del Camp de Morvedre y el entorno de su lugar de residencia, Puerto de Sagunto, recopilando datos que, posteriormente, ha plasmado en sus libros. Tras el éxito y la acogido del primer libro sobre Espadán, en esta ocasión es «Calderona: 40 rutas de senderismo y GR-10», donde la Calderona es protagonista por «ser uno de los parques naturales más importantes de la Comunidad Valenciana».
Su profesión ha sido la geografia y la historia, pero su pasión, con la que siempre ha estado implicado, es el deporte.
Sin duda alguna. Yo tradicionalmente, desde que comencé a ejercer me dediqué al deporte escolar y, durante muchos años, a la práctica del tenis de mesa. A raíz de eso estuve de delegado comarcal, durante unos 15 años, en el Camp de Morvedre. En el año 81 fui socio fundador del Club de Tenis Casino, del cual sigo siendo presidente. Luego, cuando llegó el momento en el que me jubilé, formé un grupo, junto a unos compañeros, para salir por las sierras cercanas, y salir al monte se convirtió en algo habitual. Fruto de ello, la gran cantidad de datos que recogí y los dos libros que he preparado.
Por tanto, este vínculo es en especial al medio natural.
Sí, últimamente me he dedicado exclusivamente a la montaña. Hago algo de tenis también, pero sobre todo dedico mi tiempo al monte. Suelo salir tres días a la semana, y recorremos todas las zonas próximas, no solo Calderona y Espadán, sino todo el Alto Palancia, el Alto Mijares, también el Alto Turia, hasta la zona de Teruel. Siempre en un radio de acción relativamente próximo aquí, aunque también organizamos salidas a zonas más alejadas.
Hace unos 20 años que comenzó a practicar senderismo. A día de hoy ya ha escrito más de 3 publicaciones sobre este deporte. ¿Se ha convertido el senderismo en un hobby o un estilo de vida?
Es un hobby que se ha convertido, prácticamente, en una obsesión, mi cuerpo me lo pide y lo necesito. Cuando llevo días sin andar, sin moverme, necesito salir. Además, tanto a mi como a todo el equipo, nos va de maravilla y lo noto, sobre todo, en mi salud.
¿Cuándo surge la idea de plasmar y escribir sobre las rutas que recorrías?
Yo ya había escrito cosas, hice una publicación para el Ayuntamiento sobre unas fichas de senderismo. Como iba saliendo a andar, iba recopilando todos los datos, información, fotografías. Una vez tienes tanto material, ya te planteas que hacer con él, y pensé que no tenía sentido tenerlo yo y no darlo a conocer. Además, una editorial me propone un proyecto, yo dije que sí, y publiqué mi primer libro. Tras el primero, ha venido el segundo libro, y ya veremos si algo más.
¿Qué acogida ha tenido el libro?
Ha habido éxito, ha tenido mucha acogida porque el tipo de planteamiento es muy novedoso, incluye muchos mapas, muchas fotografías, y esto lo hace más atractivo. Yo no incluyo únicamente descripciones, ya que estas son subjetivas y yo prefiero que la gente forje sus propias opiniones, que ellos mismos valoren si consideran que un lugar es bonito o es feo. Además, lo bueno de estos libros es que son atemporales, pueden pasar dos, tres o cinco años, que siempre estarán vigentes.
Acabas de publicar el libro Calderona: 40 rutas de senderismo y GR-10. ¿Por qué en este caso ha sido la Sierra Calderona?
Por la proximidad, sin duda alguna. Ten en cuenta que, de todas las zonas que nosotros salimos y solemos frecuentar, la Calderona es la más próxima. Sagunto tiene parte de su término municipal en la Sierra Calderona, de hecho, dos rutas del libro, se inician desde este término. A partir de ahí ya puedes encontrar rutas desde Gilet, Estivella, Torres Torres, Albalat, Segart y otros pueblos que, también, pertenecen a la Calderona. La proximidad es la primera idea y, otro de los factores que me movió a decantarme por la Calderona, es la cantidad de posibilidades senderistas que tiene; es muy fácil moverse por esta sierra. Además, la posibilidad de enlazar un punto con otro, te posibilita el hecho de moverte por toda la sierra.
Pero esta no ha sido la única sierra, en 2013 ya publicaste sobre la Espadán.
Sí. Espadán es un lugar especial porque todavía no está explotado, como por ejemplo la Calderona. Una sierra virgen es un privilegio. Y también la Espadán la tenemos muy cerca. Pueblos cercanos como puede ser Villavieja, o Vall D'Uixó, tienen los principios de Espadán, hasta Montanejos. Es una sierra que tiene pueblos muy pequeños, encantadores, muy bonitos. Sin duda alguna, tiene privilegios, como por ejemplo el no estar urbanizada, que la Calderona no tiene porque cuenta con zonas ya muy pobladas.
Todas estas rutas, ¿para quién van destinadas, gente con experiencia en senderismo o gente principiante?
Básicamente es para toda persona a la que le guste el campo. Hay rutas desde 4 a 22 kilómetros, por lo tanto tú mismo puedes elegir. No es un libro hecho para profesionales, porque estos llevan otro tipo de entrenamiento. Estas rutas son, sobre todo, para gente iniciada o que está en ello. Son rutas que no tienen mucha dificultad, sirven para iniciarse, de alguna forma, en este magnifico mundo que es el senderismo, y van destinadas a gente normal que se desenvuelve con soltura en el campo.
En cuanto a las rutas de Calderona, podemos optar bien por rutas más cortas y sencillas o rutas largas para los más valientes. ¿Se quiere mucha preparación para estas rutas más complejas?
No exactamente. La Calderona, aunque es cierto que tiene muchos picos, no son de gran altura, el más alto es el Gorgó, que tiene unos 907 metros. Sin embargo, los pueblos al estar tan bajos, unos 200 o 300 metros, te encuentras como en cortas espacios pasas a altas alturas; hay un desnivel considerable. La Calderona en sí, no es una sierra difícil en absoluto, la Espadán lo es mucho más por sus picos y su vegetación. De la Calderona, yo siempre destaco la abundancia de plantas medicinales y aromáticas, es algo exagerado, vas andando y te impregnas de sus aromas.
Las rutas varían desde los 22 a los 5 km, por tanto, ¿también hay trayectos más familiares para los pequeños?
Sí, hay rutas que se pueden hacer con niños y vienen muy bien. Por ejemplo la segunda ruta, la del poblado íbero de Olocau, que son cuatro kilómetros, te ofrece una visión preciosa. Las rutas están catalogadas por dificultad y cada uno puede elegir la que mejor cuadra a su persona. No puedes empezar por una ruta que sea excesivamente larga, dificultosa, con desniveles, sino empezar por el principio y, en función de que vayas cogiendo experiencia y preparación, vas eligiendo rutas más largas o complicadas.
Además, antes de comenzar la ruta en libro podemos estudiar sus características, desde la dificultad, el tiempo, la distancia. Son todo rutas circulares muy organizadas, por lo que no tienen que dar lugar a pérdida.
Todas las rutas son circulares, a excepción de las dos más cortas que yo he decidido hacerlas lineales porque no tienen ninguna dificultad. Y sí, todas las rutas te permiten estudiar su distancia, elegir la intensidad que deseas, más alta o más baja. En el libro, lo explico todo pausadamente para evitar cualquier pérdida, es prácticamente imposible. Cualquiera que mire el libro puede ver que esta muy detallado: distancias, tiempos, coordenadas. Y, en cuanto al planteamiento que he seguido, no he querido hacer una descripción de las rutas, sino que lo he dividido en pequeñas etapas que se componen de lugares emblemáticos, cruces, fuentes, puntos clave muy específicos. También he procurado aprovechar las rutas ya marcadas, esas rutas las he respetado para no dar lugar a confusión, a excepción de algunos casos para darle carácter circular. El GR si que es lineal, son 96 kilómetros, divididos en siete etapas, en las que atraviesas pueblos de la Comunidad Valenciana.
Algo que caracteriza al senderismo es que cada uno decide su ritmo y su limitación.
El senderismo es, posiblemente la actividad que puede hacer todo el mundo, cualquier persona, desde un niño de tres años, que podrá hacer quizás 100 metros de ida y otros 100 de vuelta, hasta aquel anciano que decida moverse y hacer algo más. También está el senderismo urbano, aunque quizás esta modalidad no es tan gratificante, pero también es buena para aquellos que no tengan posibilidad de salir al campo. Además, la actividad del senderismo es muy beneficiosa, la puedes realizar cuando tu puedas, a cualquier hora, cualquier estación del año, y si puede ser con gente mejor. Yo siempre recomiendo que lo ideal es salir tres personas; en caso de que una persona se accidente, el otro puede acompañarle y el tercero salir a buscar ayuda. El senderismo te ayuda a evadirte, vas por el monte y te olvidas de los problemas, de todo y de todos.
¿Las 40 rutas que incluyes en tu libro Calderona son parajes accesibles y cercanos a Puerto de Sagunto?
Por supuesto. Tu seleccionas la ruta y puedes llegar muy fácilmente, en cuestión de minutos ya estás en plena sierra. Por ejemplo Santo Espiritu, que hay en el libro cinco o seis rutas, puedes ir al Garbí, al Picayo, al Pico del Águila, al Xocainet. El Camp de Morvedre tiene muchas posibilidades senderistas.
¿Crees que es un privilegio vivir en un entorno en el que existe opción de mar o montaña a pocos kilómetros de distancia?
Yo siempre lo digo, estamos en un lugar privilegiado, un lujo que no es habitual. Por un lado, nos limitamos, por el Río Palancia, que tiene dos sierras, al norte Espadán y al sur Calderona, y luego el Río Túria, en el que hay unos cañones impresionantes y no está más alejado de una hora en coche. También, tenemos el Río Mijares, con toda la zona de Montanejos, y la Cordillera Ibérica también la tenemos cerca, a partir de Barracas. Por otro lado, el mar, que nosotros desde la montaña vemos continuamente las Islas Columbretes y el Montgó.
El senderismo suele ser una experiencia intensa, en la que aparecen factores como el cansancio. ¿Cuál es la recompensa que, al finalizar una de las rutas que tu propones en el libro, te hacen sentir que ha valido la pena?
La recompensa es muy gratificante. Por un lado, la salud te lo agradece infinito; el tabaco está reñido con el ir a andar, es algo incompatible. Por otro lado, la sensación de estar en lo alto de la montaña, de tranquilidad, de «cura mental»; todo esto solo lo encontramos en lugares como la montaña. Luego, la posibilidad de ver animales que no todos los días puedes ver. También el infinito número de plantas aromáticas, ni te lo imaginas la cantidad que hay. El planteamiento de las rutas es algo también muy importante, es la calve, puesto que en función de como plantees la ruta puedes conseguir que a una persona no le guste el senderismo o, por lo contrario, que disfrute de ello. Hay que plantearlas de forma progresiva, siempre empezando de menos a más, como nosotros hacemos al inicio de temporada o cuando viene alguna persona nueva. Después ya vamos incrementando. Algo también muy importante es tener claro el fin al que queremos llegar. El andar por andar a nadie le gusta hacerlo, tienes que tener una meta, un objetivo, en especial con los niños más pequeños.
¿Y qué consejo le darías a toda persona que se inicia en este mundo y se adentra en la montaña?
Yo le diría que lo primero que debe hacer es estudiar sus características y empezar por lo más sencillo, corto y fácil. En seguida, el mismo se dará cuenta que puede ir subiendo de nivel, cuando su preparación lo requiera. Cuando empiezas en esto, cada vez necesitas más porque la progresión se ve en seguida. Nosotros, en concreto, somos un grupo de personas, que aunque el equipo no está formado como tal, siempre solemos ser los mismo, aunque no decimos que no a todo aquel que quiera animarse. Tenemos unas pautas muy marcadas, salimos siempre a una hora, siempre procurando evitar las horas de más calor, hacemos un tipo de actividad programa, en un tiempo establecido y con una determinada dificultad. Solamente hay dos personas que no encajan con nosotros, unos por defecto y otros por exceso. Eso sí, nosotros siempre vamos juntos, nunca nos separamos, el que tira más por el que tira menos.
¿De todas las rutas que has descrito, con cuál te quedas?
Hay rutas muy bonitas. El alcornocal más maravilloso que hay en toda la Comunidad Valenciana puedes verlo en la quinta ruta de libro, Casa de la Mosquera, es líneal, pero es una gozada, tanto los alcornoques como el barranco. Otra podría ser la del Vall del Almonacid, una ruta muy pintoresca, sin ninguna dificultad. También el Puntal dels Llops, en Olocau, la cruz de Santo Espíritu. Hay muchísimas que te ofrecen vistas preciosas.
