Entre jotas, castañuelas y ensayos de canto se fue haciendo mayor la nueva reina del Centro Aragonés de Puerto de Sagunto. No era de extrañar, entonces, que un buen día María Martí Edo confesara que ella también quería cantar como su madre y pertenecer a esta casa regional. Lo lleva en la sangre. Por eso, a sus 19 años, esta joven estudiante de estética sigue con la tradición familiar e inaugura el mismo reinado por el que su madre ya pasó hace 38 años. Ella se define como una persona «autoexigente y perfeccionista» sobre todo con su imagen. Su naturalidad y su sonrisa ya cautivaron al jurado que la eligió. Ahora pone todos sus esfuerzos en representar a la casa regional de la mejor forma posible porque «eso es lo que se merece».
Tu madre fue reina hace años y ahora lo eres tú. Es la primera vez en la historia de esta entidad que se da el caso, ¿qué se siente?
Mi madre fue reina en el ejercicio 1976-1978 y yo lo voy a ser durante 2014-2016. Se siente responsabilidad. Responsabilidad de decir que tengo que representar a esta casa como mejor pueda para que la imagen del centro en el exterior sea buena. Mi madre me ha aconsejado que disfrute y que sea yo misma. Me ha explicado que nunca voy a ser reina a gusto de todos pero que tengo que ser reina para todos. Es decir, para los que les gusta como hago las cosas y para los que no.
¿Por qué empezasteis a formar parte del Centro Aragonés?
Empezó mi madre porque ella repartía huevos y los dejaba en el Centro Aragonés. Dos señores que se encontraban allí le propusieron apuntarse al centro y se metió a cantar. Después, en el Centro Aragonés de Valencia conoció a mi padre. Siempre estábamos por ahí de ensayos y al final un día yo dije que también quería cantar. Tengo raíces aragonesas, mi padre es de Albarracín y mi abuelo de Sarrión.
El sábado se celebró el acto de tu coronación.
Sí. Fue muy rápido, yo estaba un poco nerviosa pero la verdad es que fue todo muy bonito, yo lo disfrute un montón. No tengo nada malo que decir que ese día tan especial.
El 16 de junio te comunicaron la buena noticia. Os presentabais dos candidatas pero tú fuiste la afortunada, ¿Cómo fue el proceso de elección?
Tras presentar tu candidatura ante la junta, ellos mismos te hacen una entrevista el mismo día que te eligen. Te preguntan tu edad, qué haces en el centro, qué proyectos tienes, cuántos años llevas apuntada, etcétera. Votan y luego te lo comunican.
¿Qué sentiste al decirte que eras la seleccionada?
Mucha alegría. Me quedé en shock de decir, ya soy reina.
¿Llevabas mucho tiempo intentándolo?
No. Era el primer año.
Mucha gente no sabe lo que significa este cargo.
Para explicarlo, empezaría primero hablando sobre lo que es el centro. Es una casa donde se ha juntado gente de Aragón y descendiente de Aragón, y van allí a cantar, a bailar o simplemente a ver los espectáculos que los cuadros montamos. Representar a esta casa significa representar a esa gente que no está en Aragón, por los centros de las distintas regiones de España.
¿Cuándo se hacen esos espectáculos?
Los espectáculos se hacen más o menos para la Semana del Pilar; San Jorge; semana cultural, que es en Navidad; Mujeres de Jota que es un premio que ha creado el profesor de canto del Centro Aragonés celebrado en marzo; luego actuamos para las fiestas patronales de Puerto de Sagunto, en Música al Port también…
Tienes muchos actos pero ¿cuál es el que más te ilusiona?
Ay (suspira). Hay actos súper bonitos. Está la presentación de la Fallera Mayor de Valencia, un día que vamos al balcón del ayuntamiento a ver la mascletà, la presentación de la reina de la Federación de Casas Regionales de Valencia y todas las presentaciones de todas las reinas de las casas.
Pero si tuvieras que decantarte por uno…
La presentación de la Fallera Mayor de Valencia. Es un acto muy importante y al que me hace mucha ilusión asistir como reina.
Aparte de representar al centro en todos los actos, ¿qué más esperas de estos dos años?
Espero pasármelo muy bien, igual de bien que me lo pasé cuando fui dama, que conocí a mucha gente. De hecho, conservo amigas y alguna vez nos vamos de cena y eso. También espero hacerlo lo mejor posible para dejar en un buen lugar al centro.
¿Quién es tu principal apoyo?
Mi madre y mi presidente.
Ellos tienen una larga trayectoria en el centro ¿y tú?
Yo llevo ocho años metida en el centro. Empecé a cantar a los 14 pero ya llevaba unos años antes yendo a los ensayos con mi madre.
Habrás vivido muchas experiencias y anécdotas.
Sí. El día de la presentación por la mañana fuimos a ensayar y mi paje, la nena que me lleva la banda, no quería subir. Dijo que no subía y no subía. Luego en el acto sí que me la subió pero estábamos todos un poco en tensión de pensar que la banda podía no llegar al escenario.
¿Qué crees que vas a aportar tú a esta casa regional?
Lo que más puedo aportar es que me llevo muy bien con todo el mundo, me hago enseguida a la gente. Por lo que a la hora de interactuar con otras reinas, no tengo ningún problema.
Seguro que Beatriz de la Cruz, la reina anterior, te ha dado algún consejo.
Que me lo pase bien y que no haga caso a las críticas que puedan decir por ahí.
¿Qué tipo de críticas te pueden hacer?
Pues que no voy bien vestida, que no represento bien a la casa o que mira lo que ha hecho y esto no lo podía hacer. Cosas así.
Una reina también debe tener espíritu crítico, ¿qué cambiarías de la fiesta?
Hay mucha gente joven, de entre 10 y 25 años, que viven aquí y descienden de Aragón pero no saben qué es el Centro Aragonés ni a qué se dedica. Eso habría que cambiarlo.
¿Qué se podría hacer para solucionarlo?
Ahora las redes sociales están moviendo a un montón de gente. Hay un señor en el centro que lleva muy bien este tema, sube muchos vídeos y actuaciones a Facebook. Yo creo que por ahí sí que se puede llegar a la gente joven. Además, el día 26 de octubre hay una jornada de puertas abiertas para que todo el mundo pueda venir a conocer la casa regional.
¿Hay que tener sentimiento para apuntarse al centro?
Normalmente si alguien ve un espectáculo de jotas y le gusta, se apunta. Te tiene que gustar. Tú oyes una jota y si te gusta y te pone la piel de gallina, la jota ya te ha ganado. Por mi parte, invito a todo el mundo a que participe, a que venga durante este Pilar para ver lo que hacemos tanto en el Teatro de Begoña, después de la misa, como luego por la tarde en el centro aragonés. Puede venir quien quiera a verlo. Y si les gusta, aquí está el Centro Aragonés para que puedan saber más de la provincia de Aragón, que es preciosa.
Y si a alguna persona interesada no le gusta cantar ni bailar, ¿qué puede hacer?
Por muy poco dinero al año te haces socio y tienes derecho a todo. A ir al centro, a participar en rondas, asistir como público, a ir en ofrenda, a ofrendar en Valencia... Te permite asistir a cualquier evento que el centro haga. Por ejemplo, a la concentración de casas regionales del exterior. Se trata de un acto en el que se juntan todas las casas y centros de Aragón en cualquier pueblo de cualquier provincia, actuamos todos y luego comemos todos juntos.
Por tu parte, pronto estrenarás el cargo de forma pública con los actos para conmemorar la festividad de la Virgen del Pilar. ¿Cómo lo afrontas?
El día 11 por la noche ya llega la ronda a casa, vienen a cantarme a mi puerta. El día 12 a las 10 de la mañana estaré en el centro, a las 11:30 horas la misa y ya todo seguido hasta por la tarde que hay un festival.
Irás con el traje de aragonesa, ¿dónde te los confeccionan?
Yo tengo la suerte de que mi madre tiene unas manos de oro, me los cose ella y además cose muy bien. Lo que diferencia las telas de valenciana y aragonesa es el metal. Las telas de valenciana llevan mucho metal y las de aragonesa no tanto. Aragón también era más pobre que Valencia por lo que el metal era más escaso.
¿Te dejas aconsejar o tienes muy claro lo que quieres?
Mi madre tiene muchos libros de indumentaria. Vas viendo un libro y dices ese me gusta, ese también, ese detalle para el siguiente traje. Después coges la tela en casa y vas eligiendo. De manera que me dejo aconsejar pero también veo lo que me gusta. Para estos dos años he pensado hacerme cuatro trajes, en cada fiesta grande sacaré uno nuevo.
También eres fallera de La Palmereta, ¿qué diferencias encuentras entre ambas fiestas?
Hombre, al ser Valencia se conocen mucho más las fallas que un Pilar. Pero también las fallas llaman a mucha gente por el tema de orquestas, desfiles, monumentos…y Pilares, como son actos menos conocidos, que no los ve todo el mundo, pues se conoce menos. El ambiente también es muy diferente. El Centro Aragonés siempre está abierto y siempre hay gente. Todos los días hay un ensayo de una cosa u otra, todos los días te encuentras a gente por allí. La falla, en este aspecto, no tiene la misma actividad.
Por último, un sueño como reina del Centro Aragonés.
Mi mayor sueño era que todo saliera bien en la presentación. Y así fue. Así que en general quiero que todo salga bien en el resto de actos de mi reinado.
