Traje fúnebre
Jarrones que adornaban los palacios
La muestra recoge distintos objetos de la dinastía Ming (1368 - 1644), última de las dinastías propiamente chinas, ya que estuvo precedida por la dinastía Yuang, de origen mongol, y seguida por otra dinastía de procedencia extranjera, la dinastía Qing, de origen manchú, señalan fuentes municipales.
El establecimiento de la nueva capital china en Beijing durante el mandato de los Ming fomentó el desarrollo de todas las artes. Mientras que la arquitectura adquirió un papel predominante en la construcción de palacios (la Ciudad Prohibida) y templos (el Templo del cielo), la escultura se destinó principalmente a la ornamentación de las tumbas imperiales y la pintura, la caligrafía y la porcelana mantuvieron su categoría de arte mayor.
Armas de guerra, armaduras, jarrones decorativos de palacios imperiales y pinceles de pelo natural constituyen una selección que permitirá al visitante conocer un poco más de la tradición y cultura de uno de los mayores imperios de la historia de la humanidad.
Una de las piezas más llamativas de la exposición es un traje fúnebre realizado en jade, que data del 113 a.C. Según la creencia tradicional china, el jade tenía la propiedad de conservar cualquier cosa contenida en él, por ello cubrían a sus difuntos con vestidos hechos con trocitos rectangulares de jade unidos con hilos de oro. Además, el jade simboliza en China la vida eterna.
