La Asamblea General de las Naciones Unidas decidió el 4 de diciembre de 2000, mediante la Resolución 55/762, que, a partir del año 2001, cada 20 de junio fuera declarado Día Mundial de los Refugiados, haciéndolo coincidir con el aniversario de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951. Con esta conmemoración se pretende honrar a las personas refugiadas y desplazadas de todo el mundo y, al mismo tiempo, enaltecer la fortaleza y el coraje de aquellos que se han visto obligados a escapar, abandonando su hogar, de conflictos o persecuciones.
El Día Mundial del Refugiado es una ocasión para fomentar la comprensión y la empatía hacia las personas refugiadas y desplazadas en consideración de las difíciles circunstancias en las que se encuentran. Asimismo, la fecha permite reconocer su capacidad de resiliencia en la reconstrucción de sus vidas. El tema del Día para este 2023 es «Esperanza lejos de casa».
Hay que tener en cuenta que muchas personas originarias de países como Irak, Libia, Siria, o Afganistán, por citar los casos más recientes, se aventuran en un viaje imposible, rumbo a Europa, donde muchas veces ponen en peligro su propia vida. Huyen de aquellas latitudes donde los propios occidentales han llevado la guerra, la destrucción y la miseria, que son las principales causas de estas migraciones.
Coincidiendo con el Día del Refugiado, el Consejo de Ministros aprobó el mismo día 20 de junio, a propuesta del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, y previo informe de los ministerios de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, del Interior y de Política Territorial, la autorización para el programa ‘Vacaciones en Paz’. Un proyecto que trae desde hace décadas a miles de niños saharauis a España durante los meses de verano. Esta iniciativa se vio interrumpida durante los años 2020 y 2021, debido a la pandemia de covid-19, así como en 1998 por la expectativa generada ante la posibilidad de que se realizara el referéndum de autodeterminación del Sáhara Occidental que, por cierto, todavía sigue pendiente.
En esta nueva edición de 2023, según fuentes de la organización, se espera la llegada de 2.800 infantes saharauis a España. La cifra es sensiblemente superior a la del pasado año, cuando los acogidos por familias del Estado español fueron alrededor de 2.200.
Sapiencia y el Proyecto Amanar
En este contexto de ayudar al refugiado y colaborar en el programa ‘Vacaciones en Paz’ se enmarca el Proyecto Amanar, creado en 2019 con el objetivo de inspirar, a través de la astronomía, a los niños procedentes de los campos de refugiados saharauis, situados cerca de la ciudad argelina de Tinduf, que vuelven a pasar el verano acogidos por familias residentes en el municipio de Sagunto, entre otras ciudades españolas que colaboran con el citado programa.
Se trata de actividades, gratuitas y abiertas también a todos los miembros de las familias de acogida. Así es, las actividades para el año 2023, dependiendo de la ciudad donde se realicen, incluirá visitas a observatorios astronómicos, planetarios y museos científicos, así como sesiones de observación con telescopios, charlas y talleres. Durante los eventos, tanto los niños saharauis como sus familias de acogida tendrán la oportunidad de explorar el cosmos y desarrollar su creatividad de la mano de expertos en astrofísica y comunicación.
Desde la Asociación Sapiencia de Puerto Sagunto se ofrecerá un año más ciencia y diversión a los niños saharauis. En esta ocasión, el encuentro, previsto para mediados de julio, tendrá lugar en la Casa Penya, tal y como relatan desde Sapiencia: «Desde la asociación Sapiencia volveremos a ofrecer ciencia y diversión a los niños y niñas saharauis a los que daremos la bienvenida a Sagunto. En esta ocasión, el encuentro tendrá lugar en Casa Penya, una antigua casa arrocera situada en el marjal de Almenara. Tras una serie de actividades en las que jugaremos con la gravedad y nos fascinaremos aprendiendo sobre astronomía, cenaremos juntos y nos prepararemos para una apasionante observación astronómica de la mano del Observatorio Astronómico de la Universidad de Valencia».
Toda la información, incluyendo fechas y horarios, será comunicada a través de la página web de Amanar y en los canales oficiales de los responsables locales: Agrupación ÍO (A Coruña), Instituto de Astrofísica de Andalucía (Granada), ESA CESAR (Madrid), Instituto de Astrofísica de Canarias (Tenerife), Instituto de Ciencias del Espacio (Barcelona), Observatorio de la Universidad de Valencia (Valencia) y Asociación Sapiencia (Sagunto, Valencia).
El origen
El Proyecto Amanar nació como una iniciativa divulgativa para inspirar a la comunidad saharaui a través de la observación del Universo y el desarrollo de habilidades científicas, así como para fomentar el sentido de unidad bajo el mismo cielo.
Fue ideado por la asociación GalileoMobile, que ha contado a lo largo de su trayectoria con el apoyo creciente de instituciones científicas internacionales, tales como la Oficina de la Astronomía para el Desarrollo (OAD) y la Oficina de Divulgación de la Astronomía (OAO) de la Unión Astronómica Internacional (IAU), el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), el Cherenkov Telescope Array Observatory (CTAO), el Gran Telescopio de Canarias (GTC), la Colaboración Virgo, Universe Awareness (UNAWE), Galileo Teacher Training Programme (GTTP), el Observatorio de la Universidad de Leiden, la Europlanet Society o la Asociación Canaria de Solidaridad con el Pueblo Saharaui, entre otros.
En 2019, año de lanzamiento, se realizaron actividades en las Islas Canarias, así como en los propios campos de refugiados de Argelia. En 2020 y 2021, debido a las restricciones de la pandemia, el programa se reformuló como un taller online con profesores de Tinduf a través de WhatsApp. En 2022, se retomaron las actividades presenciales en España y se expandieron a localidades peninsulares.
A modo de resumen se puede indicar que, en total, las actividades de Amanar han alcanzado alrededor de 750 niños, 85 profesores y 200 personas del público general. Amanar fue seleccionado en 2019 como ‘Proyecto especial’ dentro de las actividades del centenario de la IAU y galardonado con el Premio Falling Walls en 2020.
