A lo largo de los siglos los británicos han moldeado su entorno rural, haciéndolo cada día más idílico

Rutas en coche eléctrico para conocer Gran Bretaña de la manera más sostenible posible

La campiña es una de las joyas de la isla (Foto: Visit Britain) La campiña es una de las joyas de la isla (Foto: Visit Britain)
Miércoles, 09 Febrero 2022 11:06

Que la campiña es una de las joyas de la isla no es ningún secreto y no es de extrañar: a lo largo de los siglos los británicos han moldeado su entorno rural, haciéndolo cada día más idílico, y se las han ingeniado para que además parezca que es exclusivamente obra y creación de la naturaleza. Esas suaves colinas, sus campos verdes, sus muritos de piedra y sus pueblos de cuento forman una combinación irresistible. Aquí tienes tres rutas para visitar el medio rural con coche eléctrico y de forma sostenible.

Lake District: De Windermere a Ambleside

El Parque Nacional del Lake District es un destino imprescindible para cualquier amante de la naturaleza. ¿Lo que te quedará en la memoria tras la visita? Seguramente la paleta de tonos verdes, ocres y azules que caracteriza este lugar, ese olor a frescura y unos paisajes que transmiten serenidad y belleza a partes iguales. El Lake District es un entorno privilegiado que poetas autóctonos como William Wordsworth inmortalizaron de un modo brillante. Él fue precisamente uno de los precursores que manifestó públicamente la necesidad de proteger este espacio natural para el disfrute de todos. Y el tiempo le dio la razón, ya que desde 1951 el Lake District es un Parque Nacional.

Podemos comenzar nuestro recorrido en Windermere, uno de los epicentros del Lake District y con una estación de tren a la que se accede fácilmente desde las principales ciudades del país. Allí, además, hay la opción de alquilar coches eléctricos fácilmente y por horas, un lujo para descubrir la zona de manera sostenible y económica.

Dejando Windermere y su precioso lago navegable atrás –el más largo de todo Inglaterra con 17 kilómetros, por lo que ofrece múltiples opciones para descubrirlo- avanzamos rumbo a Ullswater. Los senderistas agradecerán una parada para subir a la cima de Red Screes –una colina de 776 metros con fácil acceso, especialmente porque el aparcamiento está a 454 metros, así que el ascenso no es complicado-. Si la vistas desde un pub te motivan más, el Kirkstone Pass Inn, con sus interiores rústicos y sus cinco siglos de historia te enamorará. 

1200px Keswick Panorama Oct 2009El Parque Nacional del Lake District es un destino imprescindible para cualquier amante de la naturaleza

Ullswater es el segundo lago más grande de todo el parque nacional. Allí podemos aprovechar para recargar el coche si es necesario. El hotel Inn on the Lake es un lugar idílico para hacer una parada y ofrece un punto de recarga gratuito para coches eléctricos. Y mientras esperamos, es muy tentador tomar un aperitivo, o incluso comer, las vistas son espectaculares.

Avanzando en el recorrido, la próxima parada puede ser la cascada de Aira Force. Desde allí, la siguiente parada, y esta sí es obligatoria, es el círculo de piedras neolítico de Castlerigg, uno de los crómlechs más espectaculares de todo el país. Muy cerca está Keswick, un pueblo con mucho encanto, con museos tan peculiares como el Museo del Lápiz y con un mercado muy popular. Si el cuerpo nos pide una merienda, el afternoon tea del Hotel Borrowdale es uno de los más reputados de la zona.

Continuando el recorrido hacia al sur por la A-591, dejando el lago de Thirlmere atrás, seguimos disfrutando de esas carreteras típicas de la campiña, sinuosas y estrechas, muchas veces flanqueadas por muros de piedra y que son parte del atractivo de este tipo de rutas. La última parada antes de llegar a Ambleside puede ser Rydal Caves, una cueva artificial muy fotogénica creada gracias a la extracción de pizarra.

Nuestro destino final, Ambleside, con sus característicos edificios de pizarra autóctona, es uno de los pueblos más bonitos del Lake District. De tradición victoriana, muchos visitantes lo eligen como base para estancias más largas. Un pub con vistas para relajarse al final del día es el Drunken Duck Inn.

Highlands: de Inverness a Tyndrum

Inverness es la ciudad más grande de las Highlands y su epicentro de cultura. Allí comenzaremos este itinerario con el que atravesaremos algunas de las carreteras más pintorescas de estas tierras altas de Escocia, cuna de leyendas y mitos y donde encontrarás praderas de un verde tan intenso y espacios tan abiertos que parecen inabarcables, infinitos. Para recargar el coche, antes de viajar conviene hacerse con una tarjeta ChargePlace Scotland RFID, la red pública que da acceso a casi 2.000 puntos de recarga.

En este recorrido, la primera parada será el famoso Lago Ness, de 56 kilómetros cuadrados. Sería pecado pasar por allí y no intentar avistar al elusivo monstruito Nessie. Si nos decidimos a explorar las orillas del lago y las zonas aledañas –rodearlo son poco más de 100 kilómetros en una carretera muy tranquila- y tenemos necesidad, podemos pararnos en el aparcamiento del Centro de Exposiciones del Lago Ness, donde hay un punto de recarga para coches eléctricos rodeado de un paisaje que te hará sentir afortunado por estar allí esperando.

LochNessUrquhartUno de los lugares más conocidos de Highlands es el famoso Lago Ness

Fort Augustus, situado en el extremo sur del lago, alrededor del Canal Caledonian y con unas vistas espectaculares del entorno, será la próxima parada. Allí podremos disfrutar de un auténtico almuerzo de pub escocés en The Bothy, un restaurante dentro de un acogedor cottage de más de doscientos años. ¿El menú? Pues espérate clásicos de estas tierras del norte, como purés de verduras, haggis y salmón ahumado.   

Describir Fort William, adonde llegamos siguiendo la impresionante carretera A82, es hablar de un lugar mágico situado a los pies del Ben Nevis, la montaña más alta de Reino Unido con 1.345 metros, y con fácil acceso al tren de vapor en el que Harry Potter iba a Hogwarts. El inconfundible aroma de un whisky puro de malta se palpa en el ambiente al entrar a casi cualquier pub, y las cervezas estilo ale tradicionales, con una gran tradición en la zona, también se dejan notar. Pero es que, además, Fort William actúa como base perfecta para poner en práctica ese turismo slow que añoramos muchos, con una oferta de actividades al aire libre sorprendentes, como aprender tácticas de supervivencia y de recolección de alimentos con Wildwood Bushcraft. Para comer, el restaurante de marisco escocés y fresquísimo Crannong, situado en el embarcadero, es una buena opción. Si hace falta, en Camanachd Crescent hay un parking con punto de recarga.

Si tenemos tiempo, y antes de avanzar hacia nuestro destino final, Tyndrum, podemos desviarnos al oeste para visitar la bella bahía de Mallaig, que está a una hora. Recorrer la Road to the Isles (carretera A830), de la que dicen que es una de las más pintorescas del mundo, es explorar playas de aguas cristalinas y arena dorada que nada tienen que envidiar a las calas mediterráneas, páramos de brezo y bosques que simplemente hacen soñar con un mundo en el que la naturaleza tiene la palabra.

Tyndrum, un pequeño pueblo cercano a Glen Lochy, será nuestra última parada. Allí, el Real Food Café ofrece un punto de recarga para el coche, además de un excelente fish & chips y deliciosas opciones vegetarianas y veganas. 

Northumberland: de Amble a Elsdon

Esta zona del norte de Inglaterra no es de las más exploradas, por eso, es una gozada adentrarse donde otros turistas no llegan. 

Con apenas cincuenta y cinco kilómetros, esta ruta ofrece un poco de todo, mar y montaña, mucha calma –a juzgar por los cientos de castillos y fuertes que hay por la zona, la mayor concentración de Inglaterra, los antiguos habitantes no gozaron de tanta tranquilidad- y una de las carreteras más pintorescas de toda Inglaterra. Partiendo de Amble nos dirigimos a Warkworth, un pequeño pueblecito costero que forma parte del paisaje protegido de la costa de Northumberland y que alberga un castillo medieval y monasterio maravillosos, el Warkworth Castle. Allí, un desayuno en Bertrams siempre es una buena opción, ya sea porridge, o un full English, el producto de cercanía con el que cocinan se nota.

vb34140250 hadrians wall near housesteadsUna de los lugares de la isla más desconocidos por los turistas en la zona de Northumberland (Foto: Visit Britain)

La próxima parada será Alnwick, aunque los amantes de los pubs rurales puede que quieran desviarse los 15 kilómetros que lo separan de The Ship Inn, uno de los gastropubs más laureados de la zona, con su propia micro-fábrica de cerveza y con un menú centrado en el producto local y en postres “viejunos” deliciosos – apple crumble, sticky toffee-. El Castillo de Alnwick también se conoce como el Windsor norteño, tiene casi mil años y es el segundo castillo habitado más grande de Inglaterra.

Para finalizar el recorrido, cogemos la carretera B6341, un espectáculo en sí misma, para dirigirnos hacia Elsdon, en el corazón del parque nacional de Northumberland. Las vistas de las montañas Cheviot y Simonside son una de las partes más memorables del road trip, que transcurre paralelo al río Coquet durante varios kilómetros. Entre Rothbury –un pueblecito en el que merece la pena parar si vamos con tiempo- y Thropton se pueden observar varias granjas y escenas cotidianas de la vida rural, la de verdad. Un último castillo, el de Elsdon, aguarda a nuestra llegada.


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Modificado por última vez en Miércoles, 09 Febrero 2022 11:16

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