Una de las razones que hacen del condado de Kent un destino perfecto para una escapada es sus famosos jardines, que hacen de este lugar una zona de explosión de colores y olores. Visitar esta parte de Inglaterra te llevará a contemplar campos de lavanda, espectaculares rosales e intrincados laberintos, así como castillos medievales y casas señoriales que han realzado su belleza al estar revestidas con todo tipo de flores y plantas.
Disfruta de este recorrido que te proponemos para descubrir algunos de los jardines más bonitos de Kent.
Los jardines del castillo Sissinghurst
Los jardines del castillo de Sissinghurst son uno de los más populares de Inglaterra y cada año atrae a cientos de miles de visitantes. La poeta Vita Sackville-West y su marido Harold Nicolson se enamoraron de la zona y compraron el castillo y las tierras en 1930. La pareja pasó muchos años trabajando para transformar los terrenos, que estaban principalmente destinados a cultivo, en un referente dentro del mundo de la jardinería.
Los jardines cuentan con varios espacios con distintas tonalidades y que cambian con el paso de las estaciones. Visita el Jardín de las Rosas, el Jardín Blanco y el Jardín de la Cabaña del sur. En este último fue donde la poeta plantó su primera rosa en el día en el que se convirtió en la dueña del lugar.
Una de las áreas nuevas que puedes visitar es la conocida como ‘Delos’, que Vita y su marido crearon después de una visita a las islas griegas. La poeta intentó replicar el paisaje en su jardín de Kent pero el clima británico y su conocimiento limitado de las condiciones que necesitan las plantas de clima mediterráneo hizo que nunca lo lograran. Sin embargo, en 2019 se retomó el proyecto para conseguir hacer realidad el sueño de Vita y con la ayuda de varios jardineros y el consejo del paisajista británico Dan Pearson, Sissinghurst cuenta desde 2021 con un espacio que te traslada a los jardines mediterráneos.
Si quieres disfrutar de la experiencia al 100%, quédate en Priest's house, una casa que fue recientemente renovada y que cuenta con tres dormitorios en el límite del jardín blanco.
Castle Farm
Si eres un amante de la lavanda, visita Castle Farm, una granja familiar en el norte de Kent que ha pasado ya por cinco generaciones y que cuenta con el campo de lavanda más grande de Inglaterra con 52 hectáreas.
Entre finales de junio y julio organizan tours para que puedas tomarte fotos en su manto de lavanda y conocer de cerca cómo convierten esta planta en aceite. También puedes reservar un picnic para disfrutar de un atardecer púrpura y echar un vistazo a su tienda donde comprar productos de belleza, aceites y velas aromatizadas.
Los jardines del castillo de Leeds
El castillo de Leeds es una antigua fortaleza normanda que fue residencia del rey Enrique VIII y sus seis esposas. Es uno de los lugares históricos más visitados del Reino Unido y cuyo aliciente no es solo adentrarse en las estancias reales sino recorrer y disfrutar de las más de 200 hectáreas de jardines y zonas verdes.
Tiene un laberinto con 2.400 tejos en el que seguramente te perderás intentando llegar al centro. Una vez hayas llegado al medio del laberinto, podrás salir de él a través de una gruta con formas macabras y bestias míticas creadas a partir de conchas, minerales y madera.
Los jardines del castillo se dividen en tres zonas: los jardines de la princesa Alejandra que se componen de un manto de narcisos y anémonas, los jardines de Lady Baillie con plantas y flores que te recordarán al mediterráneo y los jardines Culpeper que son muy coloridos en primavera y verano con rosas, amapolas y flores exóticas.
Las actividades que se celebran en los alrededores del castillo de Leeds son numerosas, desde cine al aire libre, teatro y conciertos de música clásica.
Los jardines Mount Ephraim
A 10 kilómetros de Canterbury se encuentran los jardines Mount Ephraim. Su extensión (4 hectáreas) no es tan grande como la de los jardines mencionados anteriormente, pero esto no le quita un ápice de belleza.
Los jardines se caracterizan por ser de estilo eduardiano con vistas panorámicas de la histórica campiña de Kent. Quizás uno de sus rincones más fotografiados sea el puente de estilo japonés en el Jardín de Piedra que cuenta con varios estanques. No falta el laberinto medieval en forma de rueda, rosales que te cautivarán por su fragancia y colorido, y un tea room con vistas privilegiadas a los jardines.
Y si te quieres sentir como uno de los personajes de The Bridgerton, reserva tu estancia en la casa Garden Wing, un edificio victoriano con varios dormitorios y con vistas únicas a los terrenos de Mount Ephraim.
Además, los dueños de estos terrenos han sabido sacarle su máximo potencial y hay varias actividades que puedes hacer en los jardines como tiro con arco, lanzamiento de hacha y exhibiciones de cetrería.
Los jardines del castillo Hever
Quizás uno de los castillos más famosos de Kent, aparte de los de Dover y Leeds, es el castillo de Hever, donde Ana Bolena, segunda esposa del rey Enrique VIII y madre de la reina Isabel I de Inglaterra, pasó su infancia. Sus jardines son uno de sus grandes reclamos con casi 50 hectáreas de terreno.
El castillo de Hever, donde Ana Bolena, madre de la reina Isabel I de Inglaterra, pasó su infancia
Este espectacular espacio de flores y plantas tomó forma entre 1904 y 1908 con el trabajo de más de 1.000 personas que crearon el Jardín Italiano, diseñado para exponer las esculturas italianas de William Waldorf Astor.
Visita el Jardín de las Flores con más de 4.000 rosales, que florecen entre junio y finales de septiembre; piérdete en su laberinto verde, que recuerda al de Alicia en el País de las Maravillas, y admira las piezas gigantes de ajedrez cortadas de tejo dorado. Desde el castillo Hever te recomiendan al menos dedicar dos horas a los jardines.
Disfruta de los diferentes caminos como el Sunday Walk, Church Gill Walk y el Ana Bolena walk. La ruta real te permitirá pasear y contemplar una colección de árboles plantados hace más de 100 años.
Los jardines de Penshurst place
Penshurtst place es una casa señorial del siglo XIV, que fue propiedad del rey Enrique VIII, y que cuenta con 20 hectáreas divididas en distintas zonas con su propio color y temporada.
Desde la mansión puedes contemplar los jardines italianos en los que destaca una fuente oval con una estatua clásica en el centro. Caminando por esta zona, podrás ver magnolias y varios estanques, que crean una atmósfera bucólica y romántica, y un jardín que con rosas y lavanda replican la bandera de Reino Unido. Un detalle que pocos conocen es que el príncipe Carlos fue el encargado de inaugurarlo en 1984.
En algunas ocasiones celebran eventos especiales como el ‘legado tudor’ en el que las reinas de Enrique VIII se visten con trajes de la época para recorrer los jardines y contar a los visitantes detalles de su vida mientras estaban casadas con el monarca.
Los jardines de Riverhill himalayan
En poco más de una hora desde la estación de Londres Bridge, podrás explorar los jardines de Riverhill himalayan en Sevenoaks, con senderos frondosos, espectaculares fuentes de agua y construcciones que te recordarán a las que uno puede ver en el Himalaya.
Una de las joyas de este lugar es el laberinto del Himalaya con caminos intrincados de setos que se basa en tallas tibetanas y que esconde un templo en el centro que no te será fácil de encontrar. Es posible resolverlo tanto en sentido horario como antihorario.
El Walled Garden es una zona con espectaculares terrazas y fuentes de agua en la que te querrás detener para contemplar sus impresionantes vistas. Cuenta con una cabaña que está en la terraza superior y que fue construida siguiendo el estilo de las terrazas de cultivo que se ven en el Himalaya. La construcción, decorada con rosas trepadoras, cuenta con licencia para celebrar bodas y muchas parejas se han casado en este romántico lugar.
Si quieres disfrutar de vistas panorámicas escala el mirador del Mini Everest desde donde podrás ver el laberinto y tomar un descanso mientras disfrutas de un picnic en el césped.
Los jardines del castillo Scotney
Cerramos esta selección de espacios verdes del condado de Kent con el castillo Scotney, que ofrece la típica postal de cuento de hadas con un castillo con foso del siglo XIV y una mansión de campo victoriana.
Alrededor de los edificios hay hermosos jardines con azaleas, flores primaverales, rosas y rododendros. En los meses de primavera y verano, la explosión de colores y olores es maravillosa.
Una imagen mágica de este lugar es poder contemplar parte del castillo derruido con glicinias, rosas y clemátides revistiendo sus antiguas paredes.
En sus alrededores puedes disfrutar de un picnic con amigos o familiares y pasear a tu perro, que es bienvenido en estos terrenos. También puedes tomar un té y un trozo de tarta en su tea room o pedirlo para llevar si quieres continuar explorando los jardines hasta el atardecer.
