El bailarín y coreógrafo valenciano nos concede una entrevista tras haber sido nombrado como el nuevo director del Ballet de Bremerhaven, cargo que ocupará a partir del próximo verano

Alfonso Palencia: «Me gustaría que hubiera más oportunidades para poder trabajar en la danza en nuestro país»

El bailarín valenciano con raíces en Puerto de Sagunto, Alfonso Palencia Linares (Foto: Teatro de Hagen) El bailarín valenciano con raíces en Puerto de Sagunto, Alfonso Palencia Linares (Foto: Teatro de Hagen)
Viernes, 24 Septiembre 2021 21:25

El bailarín y coreógrafo valenciano, con raíces en Puerto de Sagunto, Alfonso Palencia, acaba de ser nombrado como nuevo director del Ballet de Bremerhaven, cargo que ocupará a partir del próximo verano como sucesor del reconocido director Sergei Vanaev que ha estado bajo la batuta de esta prestigiosa compañía de danza durante los últimos 17 años. A pesar de que Palencia no siente presión por este nuevo puesto, reconoce que tiene «respeto por todo el fantástico trabajo elaborado por Sergei Vanaev en toda su trayectoria que mucho estimo». De este modo, el bailarín valenciano tiene ante sí un nuevo reto después de haber formado parte de importantes compañía de carácter internacional, un reto con el que Alfonso Palencia lleva soñando desde muy pequeño ya que, tan solo con ocho años, le pidió a sus padres que le llevaran a una escuela de danza porque lo que él quería hacer en su vida era bailar. Iniciada su formación en el Conservatorio Profesional de Danza de València, espera poder volver a su país natal próximamente para poder ejercer su profesión cerca de los suyos.

Cuéntenos un poco quién es Alfonso Palencia.

Nacido en Valencia y, ya de muy pequeño, con una gran vocación por la música clásica. Ya sabía a la edad de 8 años que quería bailar. Nacido para la Danza y ya bailarín. Lo llevaba en la sangre. Un talento nato, prácticamente tenía que recibir una educación artística para poder convertirme realmente en lo que quería ser: un bailarín profesional de danza clásica y bailar en prestigiosas compañías de Ballet.

¿Cuando surgió su amor por la danza?

Ya desde muy pequeño, a los 8 años, les pedí a mis padres que me llevaran a una escuela de danza porque quería bailar. Fui un niño muy afortunado por tener los padres que tengo y que hicieron todo lo posible por darme todas las posibilidades de ayudarme a emprender este camino, ya que a principios de los años 80 en Valencia no era una cosa muy normal y evidente que un chico quisiera dedicarse al mundo de la danza, recién nacida la democracia en nuestro país, tras una larga dictadura y eso del ballet no era para chicos. Pero mi amor por la danza era tan grande que nada más para mí tenía importancia aunque sufriese por ser mal mirado por todos mis otros compañeros de clase que me decían maricón en el colegio porque iba a bailar, sin yo ni siquiera saber el significado que tenia esa palabra.

¿Nos puede hablar un poco de la formación que ha recibido?

Empecé con mi educación artística de danza en el Conservatorio Profesional de Danza de València y solo tenia dos días a la semana clases, pero yo quería más y les hice a mis padres que me llevaran a otra escuela de danza para poder tener más clases y aprender más. En unas jornadas pedagógicas internacionales de danza que se dieron en el conservatorio de Valencia, ahí se decidió mi futuro ya que una de las profesoras invitadas, una grande de la danza, Patricia Carey fue la que habló con mis padres para decirles que yo era un talento excepcional y que tenía que recibir una mejor formación artística y que por lo cual tenía que salir de Valencia. Entonces me fui a Belgica a estudiar con Patricia Carey que trabajaba como maestra de baile de la antigua escuela Mudra de Maurice Bejart en Bruselas y, a continuación, me integré en la escuela internacional de danza de Rosella Hightower en Cannes en 1987 donde Patricia Carey siguió siendo una de mis profesoras de Danza clásica. En esta escuela ya tuve el gran privilegio de recibir una formación muy completa de todas las disciplinas de danza como la clásica, la contemporánea, danza Jazz, danza española, arte dramático, música, historia de la danza y anatomía con un gran abanico de profesores que formaban el elenco de la escuela de Rosella que eran de gran excelencia y profesorado de la Ópera de Paris. Después recibí una beca para un año a mis 15 años para integrarme en la escuela del San Francisco Ballet School, también una de las mejores escuelas del mundo y finalicé mis estudios artísticos en la escuela del ballet de la Ópera de Hamburgo de John Neumeier, graduándome en Danza clásica y contemporánea.

¿Es importante para un bailarín formarse fuera de nuestro país?

Para mí, en mis años lo fue, pero fue mi destino. También podría haber recibido una muy buena formación en Zaragoza con María de Ávila que era la mejor, o en Madrid, pero no hubiese podido recibir la formación académica que iba ligada con los estudios artísticos ya en el extranjero como en Francia, Inglaterra o Alemania. Ese formato en España no existía. Y los la combinación de estudios académicos y artísticos son fundamentales para poder crearse como persona y artista. Si no hay mente no se puede bailar.

¿En qué momento decidió dedicarse profesionalmente a la danza?

Desde el principio en el que empecé a bailar, para mí era ya una dedicación profesional, pero, a partir de mis 18 años, fue cuando ya surgió mi primer contrato como bailarín profesional y bailé hasta los 36 años profesionalmente en muchos escenarios y compañías de danza internacionales y con grandes coreógrafos.

¿Es un camino tan duro como parece?

Sí, lo es, porque hay que sacrificar muchas horas y es una vida totalmente distinta a muchas otras. La danza requiere mucha disciplina, pasión y perseverancia. A parte que también la Danza te elige y no todo el mundo es apto para poder bailar. Hay grandes criterios ya desde la formación, pasando pruebas muy duras que exigen muchos factores para poder llegar a ser bailarín de élite o alto ranking.

alfonso2Alfonso Palencia en un ensayo (Foto: Mario Perricone)

¿Qué es para usted la danza?

La Danza para mí es respirar, es mi día a día, es no poder ser feliz sin estar en un estudio de danza y preparar mi cuerpo poniéndome en mi barra y haciendo mis ejercicios antes de empezar el día. La Danza es mi lenguaje para poder trasmitir por el movimiento lo que siento y uno de los artes más exquisitos que, bajo mi pensar, existe. A través de la Danza y de mi lenguaje coreográfico puedo hacer uso de él para reivindicar mis pensamientos y sentimientos y así poder educar a la sociedad dando mensajes por medio de la danza.

¿Por qué decidió salir fuera de España para poder dedicarse a este mundo?

Me gusta mucho esta pregunta, porque es un fenómeno que todo el mundo que lea entrevistas, tanto sea del mundo de la danza o interesado por la cultura, ya sabe prácticamente lo que un español del mundo de la danza va a responder. La respuesta es muy sencilla: porque no hay suficientes instituciones para poder dar trabajo a todos los buenos bailarines y talentos que tenemos en nuestro país y, por eso, hay que salir fuera para poder realizarse. Un simple ejemplo, España solo tiene una compañía de danza nacional en Madrid y también el ballet nacional de España, que es lo nuestro, de nuestra danza española y el flamenco; estas dos compañías son institucionales, y algunas otras pocas más que existían en otras comunidades autónomas, que ya no existen y han ido desapareciendo. Alemania tiene alrededor de 50 compañías de danza institucionales.

¿Hay pocas oportunidades en nuestro país para poder trabajar en la danza?

Creo que muchos quieren y queremos que hayan más oportunidades para poder trabajar en la danza en nuestro país y pienso que hay muchos artistas que ya mueven e intentan hacer cosas y crear nuevos formatos, pero sigue siendo insuficiente bajo mi punto de vista ya que no se quiere invertir para crear compañías que no sean privadas o que reciban subvenciones para poder hacer proyectos. Más inteligente sería que los gobiernos dieran un presupuesto para poder formar una compañía y así se podría dar trabajo a los recién formados bailarines que salen de las escuelas y también se podría dar una programación de danza más a menudo en los teatros existentes en cada una de sus comunidades. Los políticos deberían de pensar que la cultura merece ser más apoyada desde la base y que la danza es educativa y que nuestras nuevas generaciones deberían crecer con ella como en otros países europeos. Yo, personalmente, no veo ningún problema en que esto fuese realizable, pero sigo sin entender por qué hay dinero para tantas otras cosas y no para la danza.

Dentro del repertorio de la danza, ¿cuál es el espectáculo que más le ha marcado?

Lo que más me ha marcado dentro del repertorio de la danza ha sido para mí, personalmente, las piezas bailadas de Jiri Kylian, William Forsythe y Mauro Bigonzetti y del repertorio clásico El cascanueces y Romeo y Julieta.

¿Quiénes son sus referentes dentro del mundo de la danza?

Rosella Hightower, Jiri Kylian y John Neumeier.

¿Cuándo decide pasar de ser bailarín a ser también profesor y coreógrafo?

En el año 2005 ya tuve mi primera experiencia de tomar riendas y dirigir un proyecto organizando un gran espectáculo, aunque ya desde mis estudios artísticos yo ya era muy creativo y siempre tenía muy buenas ideas para composición de coreografía. En el año 2010, después de haber bailado cuatro años en el Ballet Nacional de Portugal, decidí volverme a Alemania ya que sentía que tenía que hacer mi transición y quería dedicarme como maestro de baile y coreógrafo. Entonces se me propuso empezar dando clases a la compañía y sirviendo como coreógrafo en producciones de comedias musicales y operetas en el teatro estatal de la Ópera de Augsburgo. Luego ya, a partir de ahí, fui creciendo y haciéndome rápidamente un nombre en Alemania y siendo reconocido por mi trabajo coreográfico.

¿Qué valores quiere transmitir cuando ejerce de profesor y coreógrafo?

Sobre todo la honestidad, la sinceridad con uno mismo, hacia su trabajo y amor por la Danza y servir de gran motivación para los bailarines trasmitiéndoles todos mis conocimientos para que puedan realizarse y sentirse orgullosos de sus logros y que puedan desarrollarse y crecer como artistas.

alfonso3El bailarín, con raíces en Puerto de Sagunto, dirigirá el Ballet de Bremerhaven (Foto: Mario Perricone)

¿Cómo le llegó la oportunidad de convertirse en director del ballet de Bremerhaven?

Fue realmente inesperado. De repente me buscó y contactó el nuevo gerente del teatro, que había oido hablar de mí y el propio director actual del Ballet de Bremerhaven, Sergei Vanaev, le había recomendado que mi trabajo era de gran calidad y que yo era el candidato apropiado para ser su sucesor.

¿Siente presión por el listón dejado por Sergei Vanaev quien ha estado 17 años dirigiendo este mismo ballet?

No siento presión, si no respeto por todo el fantástico trabajo elaborado por Sergei Vanaev en toda su trayectoria que mucho estimo y, de hecho, cuando yo ya era director en el Ballet del Theatre Hagen nos invitamos mutuamente a las galas de ballet de nuestras compañías y queríamos colaborar juntos en alguna producción de su teatro. Por lo tanto, me satisface muchísimo el poder tomar las riendas del Ballet de Bremerhaven y poder continuar mi trabajo y crear mi nueva compañía dándole otros acentos y ofreciéndole al publico de esa ciudad Ballet de alta calidad.

¿Cómo afronta este nuevo reto?

Bueno, estoy muy feliz de poder seguir creciendo como coreógrafo y como director artístico y, sobre todo, poder crear y dar buenos frutos a mi nueva compañía y fomentar la danza en todos sus aspectos y facetas, proponiendo una programación prometedora y también invitando a otros coreógrafos para tener una compañía de danza con mi propio sello pero con diversidad.

Como ha comentado, ésta no es su primera experiencia como director, ¿qué se lleva de su paso por el ballet del Theatre Hagen?

Hagen fue una gran experiencia para mí ya que fue mi primera posición como director artístico y dentro de sus dificultades, por siempre el mismo tema, que es el Budget. Pude realizar grandes trabajos que me trajeron muchos éxitos. Pienso que es importante tener un buen equipo y una buena armonía de trabajo y siempre luchar por sus principios e ideales.

Supongo que será duro tener que emigrar para vivir su sueño de dedicarse a la danza pero, ¿tiene pensado volver a España para ejercer su profesión?

La verdad que sí lo es y espero poder algún día volver a mi país ejerciendo mi profesión. Estoy seguro de que lo realizaré y que se presentará la oportunidad.

¿Alguna cosa más que quiera añadir para finalizar la entrevista?

Me gustaría agradeceros la oportunidad de haberme dado esta entrevista.


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Modificado por última vez en Sábado, 02 Octubre 2021 03:00

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