El nuevo presidente de la Asociación de Moros y Cristianos de Sagunto, Patrick Salvador
El pasado mes de noviembre, el joven Patrick Salvador se convirtió en el nuevo presidente de la Asociación de Moros y Cristianos de Sagunto tras muchos años viviendo y disfrutando de esta fiesta, de la que, además, fue capitán en 2014 y, en la actualidad, embajador cristiano en uno de los eventos más importantes de estos festejos como son las Embajadas. Para este año, la entidad festiva ha decidido dividir el programa en dos fines de semana para, de esta manera, dotar de más empaque esta fiesta puesto que, anteriormente, se llevaban a cabo desde un jueves por la tarde hasta un domingo por la mañana. Con ideas renovadas y con una nueva junta directiva, este joven de 22 años y estudiante de los grados de Derecho y Criminología, tiene la intención de mantener e, incluso, hacer crecer, esta fiesta que considera que se ha consolidado como tradición, cultura y un auténtico motor económico, turístico y social de la ciudad.
¿Quién es Patrick Salvador?
Soy un chico de Sagunto que, esta semana, ha cumplido 22 años y que está acabando sus estudios de Derecho y Criminología. La gente de Sagunto sabe que estoy metido en todas las fiestas: Fallas, Semana Santa y Moros y Cristianos, son las tres fiestas que unen Sagunto, además de las peñas, en las que estoy más involucrado. En noviembre de 2017, el anterior presidente de la Asociación de Moros y Cristianos de Sagunto, Mario Aparisi, comunicó que dejaba el cargo y al final me decidí a sustituirle en el cargo siempre y cuando tuviese un equipo detrás.
¿Por qué se decidió a presidir esta entidad?
Sinceramente, veía que la fiesta no iba hacia adelante. Se trabajaba mucho pero no se veían resultados. Hablabas con la gente de Sagunto y te decían que las fiestas de Moros y Cristianos estaba decayendo y tenían algo de razón. Entonces decidí coger la presidencia, junto a un grupo de gente con muchas ganas, ya no para mejorar lo que ha hecho Mario Aparisi y su equipo, que, sin duda, ha sido impecable, si no para darle un cambio para ver si podemos mantener estas fiestas.
¿Falta gente joven en esta fiesta?
Gente joven hay, igual que gente mayor. Lo que faltan son familias porque una fiesta, al fin y al cabo, se sustenta en las familias para que haya una continuidad en el tiempo porque si solamente hay gente joven y gente muy mayor, al final se tambalea.
¿Qué objetivos tiene para conservar las fiestas de Moros y Cristianos?
Le hemos dado la vuelta totalmente. Hemos cambiado el programa de fiestas, dándole una vuelta. Yo veía que los festejos comenzaban un jueves por la tarde y finalizaban un domingo por la mañana, no llegaban a ser 72 horas y no compensa todo el trabajo que se hace en un año para solo estas 72 horas. Ahora hemos distribuido los actos en dos fines de semana empezando el viernes, 28 de septiembre, con el pregón y para el fin de semana siguiente se hará el Despojo del Moro, la Entrada y las Embajadas. Con esto hemos querido hacer algo, que parecía obvio pero que hasta ahora no se ha hecho y es que el pregón fuese el inicio oficial de las fiestas ya que hasta ahora, el primer acto que se realizaba era el Despojo del Moro.
¿Qué consejos le ha dado su antecesor, Mario Aparisi?
Que tenga paciencia. La gente que me conoce sabe que soy capaz de sacar esto adelante porque me gusta mucho la fiesta de Moros y Cristianos aunque también hay gente más reacia en confiar en la nueva directiva porque somos gente joven. Hay que tener mucha paciencia, además, porque también hay mucha burocracia para poder hacer los festejos y tienes que enfrentarte a ella, son muchos los trámites los que hay que pasar. La Concejalía de Fiestas nos ha ayudado mucho. Es importante tener paciencia para no desesperarse cuando las cosas no salgan.
¿Hacía falta una renovación en la junta directiva de la asociación?
Probablemente. Yo soy un chico joven pero la gente que ha entrado conmigo en la junta, también es gente joven. Ha habido un cambio generacional importante en la asociación con el que pretendemos que la gente se vaya animando y vaya entrando a formar parte de la fiesta de Moros y Cristianos, que no vean que es cosa de personas mayores, algo del pasado, que se den cuenta de que hay gente joven que está luchando para que esta fiesta pueda continuar hacia adelante en nuestra ciudad, porque vale la pena. Somos gente joven que no tenemos miedo de sacar esta fiesta hacia adelante y que tampoco tenemos miedo a equivocarnos porque todo lo que hacemos. lo hacemos con toda nuestra buena intención para intentar satisfacer tanto a nuestros festeros como al pueblo de Sagunto.
¿Hay alguna novedad para ese primer fin de semana?
Para el sábado no porque el viernes, tras el pregón y las ollas habrá discomóvil y queremos que la gente descanse pero el domingo, como novedad este año, volvemos a traer la pólvora a Sagunto y dispararemos con arcabuces desde la plaza Mayor y recorreremos la ciudad como antiguamente se hacía. Es un acto que tuvo que dejar de hacerse por todos los trámites burocráticos que había ya que al final no compensaba su realización puesto que hay que sacarse permiso de armas además de otros trámites que este año hemos decidido hacer. No seremos mucho, unas cinco personas, pero iremos disparando los arcabuces acompañados de una banda de música.
Son 28 años de las fiestas de Moros y Cristianos en la ciudad, ¿cómo ha sido su evolución?
En el año 1990, a partir de los festeros de la Virgen del Remedio de Sagunto, salió un grupo de gente natural de Alcoy, Albaida, Ontinyent... que comenzaron con estos festejos. En los primeros años tuvo un empuje muy fuerte tanto en la década de los 90 como en los 2000 pero fue llegar la crisis y hubo un punto de inflexión. La fiesta de Moros y Cristianos no es cara pero tampoco es barata ni gratis y en estos años de crisis pegó algo de bajón con lo que al haber menos gente también tenemos menos dinero para poder invertir en la fiesta.
Fue capitán cristiano en el año 2014, ¿supuso para usted un cambio en la percepción de estos festejos?
Lo ves de otro modo. Hasta ese momento solamente tienes ganas de que llegue la fiesta tras el verano pero, tras la capitanía de 2014, te cambia la forma de verla. Es una fiesta familiar a la que está invitado todo el mundo a que participe. Te das cuenta de que vale la pena trabajar para que se celebre esta fiesta porque, si no, no estaríamos este grupo de gente luchando para que se lleve adelante todos los años. Vale la pena, la disfrutas mucho y la gente de Sagunto se implica al máximo y es muy agradecida.
¿Cuántas personas forman parte de la fiesta?
Tenemos un censo que nos propusimos hacerlo este verano. Como asociados en las tres comparsas seremos unas 150 personas inscritas pero luego está la gente que también se viste para desfilar o la que participa en la noche de las ollas donde se juntan unas 600 o 700 personas, yo considero que todas esas personas también forman parte de la fiesta.
¿Qué particularidades tienen las fiestas de Moros y Cristianos de Sagunto?
Fiestas grandes de moros y cristianos en la Comunitat Valenciana, la que se celebra más al norte es la que llevamos a cabo en Sagunto. Sabemos que en nuestra ciudad no ha habido arraigo de este tipo de fiestas pero, lo que más me gusta, es que mientras que en otras ciudades celebran lo que en realidad pasó, es decir, la batalla entre moros y cristianos, en Sagunto no hubo batalla sino un asedio al Castillo. Es una fiesta que podemos celebrar en un marco incomparable, que no tienen el resto de pueblos, una mezcla de culturas en el casco antiguo.
Una de las particularidades, por ejemplo, de la Entrada de Moros y Cristianos es que todas las escuadras lucen sus trajes de gala
Efectivamente. Esto ha sido así de siempre. En el resto de municipios cada escuadra lleva su traje base, de trabajo, más sencillo, el suyo identitario. Nosotros también lo tenemos y lo llevamos en diversos actos pero el día de la Entrada es cuando lucimos, todos los años, los de gala que es algo que gusta, no solo a los que los llevamos, si no también al público.
¿Dónde alquiláis esos trajes de gala?
Cada comparsa tiene su tienda de referencia. Hay que desplazarse a la Vall d’Albaida para poder adquirirlos. Normalmente cada comparsa va a una tienda distinta donde ya nos tratan como a familia y nos dicen las novedades de cada año.
¿Qué destacaría de los capitanes y abanderadas?
Son muy diferentes. En la capitanía cristiana, de Llancers de Morvedre, están Enric Cuenca y Cristina Rodríguez, a los que todo el mundo conoce y son dos grandes amantes y apasionados de la fiesta; como abanderada de Jaume I está Paula Abellán que es una chica muy joven, que forma parte de esta comparsa desde muy pequeña y tiene muchas ganas porque lleva toda la vida esperando este cargo. Por parte del bando moro de Almorávides, Enrique Cabo e Idina Vigil, son dos personas de València a los que le gusta mucho esta fiesta, que llegaron por amistad y que solo vienen a Sagunto para estos festejos pero que tienen muchísima pasión por nuestra fiesta.
¿Las Embajadas van a volver al Castillo?
Uno de los grandes éxitos de este acto ha sido, siempre, su celebración frente a la puerta de Almenara del Castillo; en la asociación hemos tanteado muchos escenarios a lo largo de estos años. En el Castillo gusta pero mucha gente no puede subir, luego se ha realizado en la Plaza Mayor y, sinceramente, yo que soy el embajador cristiano, puedo decirte que no es lo mismo aunque se acerca bastante gente. El año pasado, como estaban de obras en el Castillo se hizo en el Teatro Romano y vimos que vino mucha gente, que era un lugar idóneo en el que los festeros y los protagonistas nos sentimos muy cómodos así que este año vamos a volver a repetir en el Teatro Romano, que es otro icono de nuestra ciudad.
¿Con qué presupuesto se cuenta este año?
Tenemos subvención del Ayuntamiento de Sagunto, que nos ha mantenido el mismo importe. Además, como hemos querido hacer más grande el programa hemos tenido que echar mano de colaboradores, de comercios y grandes empresas, a los que estamos muy agradecidos.
¿Cuáles son sus objetivos de futuro en esta fiesta?
Nosotros hemos presentado un proyecto de dos años, a ver cómo funciona, con las propuestas y el programa que vamos a hacer. Este año hemos conseguido llevarlo adelante y, para que el que viene, intentaremos mejorar. Mi intención es aumentar el número de gente que dispare los arcabuces, que este año vamos a ser cinco personas. Además de mejorar los fallos que tengamos este año, para los cuáles pido disculpas de antemano.
¿Un deseo?
Espero que la gente salga a la calle con ganas de participar y de recibir las fiestas de Moros y Cristianos como en años anteriores, que vean que vale la pena mantener estos festejos que son uno de los pilares de nuestro pueblo consolidados como tradición, cultura y un motor económico, turístico y social de la ciudad.
