La mujer de este escritor saguntino encontró por la casa un boceto de la novela que él había escrito hacía 25 años

Sergio Santos publica su primer libro, «Setecientas veinte horas», una novela que comenzó en su adolescencia

 
Sergio Santos posa junto a su obra Sergio Santos posa junto a su obra Sergio Santos publica su primer libro, «Setecientas veinte horas», una novela que comenzó en su adolescencia
Lunes, 27 Junio 2016 17:51

Cuando Sergio Santos era adolescente empezó a escribir un libro que hoy, con 40 años, este vecino de Sagunto, quiere finalizar. Un total de 10 folios que nunca tuvieron un final, se han convertido en la actualidad, en la primera obra de Sergio, Setecientas veinte horas.

Operario de fábrica de profesión, este vecino de Sagunto le debe su obra a su mujer, quien encontró su primer boceto por casa y quien, sorprendida con lo que leyó, animó a su marido a dar fin a su historia.
Así que, sin pensárselo dos veces, Santos retomó hace 5 años sus apuntes y decidió acabar lo que había empezado siendo joven. Hace aproximadamente dos meses, Setecientas veinte horas por fin vio la luz y se publicó.
 
Una dosis de terror

Una historia que, como ha descrito a El Económico «salió de mi propia cabecita. De pronto me vi completamente enganchado con la historia y no podía dejar de escribir. Sin darme cuenta estaba escribiendo una novela, y a día de hoy todavía no puedo creer que lo haya hecho».

 Satisfecho con el resultado final, Sergio decidió publicar la obra para, como él mismo explica «que todo el mundo pueda leerla y valorar y disfrutar con mi trabajo. Esa es mi mayor satisfacción», señala.
La novela relata la vida de Julen, un hombre que vive atormentado por culpa de unas nefastas pesadillas. Cada noche es una tortura para el protagonista de la historia, cuyo punto final es siempre una ermita milenaria. Una ermita que se cruza en su camino noche tras noche y a la que decide ir a buscar para poder poner punto y final a sus agitadas noches.

«La historia se inicia cuando nuestro protagonista decide emprender un viaje para encontrar en el mundo real la tétrica ermita de sus pesadillas. Así pues, se lanza al abandono de la locura en un surrealista viaje hasta las entrañas de la más profunda Transilvania. Piensa que allí la va a encontrar, y al hacerlo pondrá fin a tanto tormento. El destino le lleva hasta Tibiu, un pueblecito que ni aparece en los mapas, donde conviven el bien y el mal, un lugar tenebroso...», relata Santos al describir su obra.
 
Reflexionar

 Aventuras, controvertidas situaciones, anécdotas y un sinfín de emocionantes momentos que harán que el lector no quiera dejar de leer la obra para conocer su desenlace.

La reflexión es en parte, el objetivo del primer libro de este escritor local. Una situación que, incluso abordarán el propio protagonista, a quien Sergio intenta dotar de una fuerte carga emocional.
Para ello, como explica, «indago sobre el mundo en que vivimos, sobre las relaciones entre padre e hijos, sobre el amor,  la muerte y nuestros miedos, entre otros sentimientos también presentes en la novela y en la vida de todas las personas».

Y como no, añade, «para ello tiene que haber terror, bestias infernales, lunas llenas y páramos abandonados, personajes de ciencia ficción que se darán e la mano con personas reales. Una emocionante mezcla que llevará a nuestra imaginación a lugares insospechados».

Para imaginarse en estas circunstancias y dar vida a sus escritos, Santos reconoce no tener ninguna rutina ni método en especial. «Solo me siento y leo la última página que he escrito antes, y luego continúo con el relato. La historia sale sola. Mi imaginación hace el resto».
 
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Un emocionante y entretenido libro cuyo autor recomienda ya que «creo que mi obra puede gustar mucho  amuchas personas, ya que nos invita a reflexionar y eso siempre es muy positivo. Además, es perfecta para los amantes del género de terror, aunque también hay una deliciosa historia de amor, entre otras sorpresas».
Una mezcla de géneros y situaciones que hará de las delicias del lector.

A pesar de sentirse «muy contento, feliz y satisfecho» con el resultado de su primera novela, Sergio explica que «de momento no voy a hacer ninguna presentación de la misma, ni aquí en mi ciudad, ni en ningún lado, ya que prefiero ir dándome a conocer poco a poco, y pienso que el mejor modo de hacerlo es que la gente pueda leer lo que escribo. Y por ello no quiero dejar nunca de hacerlo, porque me apasiona».
 
25 años después

Y para ello, Sergio Santos ya se ha puesto manos a la obra y ha comenzado a dar forma a la que será su segunda novela, algo que compagina con su trabajo en una fábrica local y a lo que dedica todo el tiempo que su profesión y sus obligaciones personales le permiten.

«Si Dios quiere, explica entusiasmado, algún día desearía poder dedicarme a escribir de forma profesional, poder tener más tiempo para ello y que la gente pudiera leerme y disfrutar al hacerlo tanto como yo lo hago cuando escribo. Me gustaría poder recuperar el tiempo que mi novela perdió en un cajón hasta que fue redescubierta».

Este es uno de sus sueños. Un proyecto  que se ha convertido en la culminación de otro de los propósitos de este vecino. Una ambición que tenía desde bien pequeño y que comenzó a dar vida cuando tan sólo era un adolescente. Después de un cuarto de siglo, Sergio ha convertido su sueño en realidad.

Muchísimas personas podrán acceder a conocer su obra, las historias que sólo él, e inspirado en la vida y en los sentimientos que se dan cita en este largo viaje, conocía e iba dando forma para plasmar en un papel.
 
Una casualidad

Folios que después guardaba en un cajón y que un día fueron descubiertos, así por casualidad. Una casualidad que hizo que las historias de Sergio se convirtieran en un libro. Su primera obra, la que antecederá a muchas otras, como él afirma, un hobby convertido en pasión que espera que algún día pueda llegar a ser su principal profesión para dedicarle todo el tiempo que le gustaría y que no tiene en la actualidad.
Una obra que también a él, a su propio autor, ha hecho pensar y reflexionar mucho.

 Todo es posible en esta vida. Así de tajante se muestra el novelista, quien argumenta que  «uno puede ser un trabajador de fábrica y escribir una novela de 486 páginas. Y si quiere, también publicarla. No existen las barreras, éstas nos las ponemos nosotros mismos. Podemos ser lo que queramos ser. Sólo hay que ser constantes, trabajar y creer en un mismo. Y todo lo demás, surgirá si se tiene buena actitud».
 
Un mundo difícil

 Un mundo difícil aunque gratificante. Así describe Santos el mundo de la literatura que ya lo tiene atrapado en sus garras para siempre.
Un mundo que piensa seguir recorriendo y que completará con otros paralelos que dará vida en su cabeza y plasmará a través de sus escritos e historias. Seguramente, inmerso ya en este mundo, éstas no tardarán 25 años en ver la luz.

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Modificado por última vez en Viernes, 01 Julio 2016 12:18

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