La devoción por la Semana Santa volverá a sentirse un año más en la ciudad Sagunto. La que es una de las fiestas religiosas más importantes de nuestro país, llenará de espiritualidad y recogimiento las calles de esta histórica ciudad. Desde finales del siglo XV, la Cofradía de la Purísima Sangre de nuestro Señor Jesucristo lleva conmemorando la pasión y muerte de Jesucristo . Los actos ya han empezado para una de las congregaciones más antiguas de la Comunidad Valenciana y de toda España. Quince jóvenes son los encargados de representar este año 2015 la Pasión de Jesucristo durante la Semana Santa saguntina. Como cada año el clavario dirigirá a sus mayorales en el desarrollo de la festividad. Esta vez le toca a Jaime Peris Gonzalez llevar el estandarte. El máximo representante de las fiestas de este año, lleva la Semana Santa en la sangre. Amante del deporte, procede de una familia con una larga tradición de clavarios. Primero lo fue su bisabuelo, luego su padre y ahora es él quien recoge el testigo familiar. Orgulloso de su mayoralía, está preparado para la tan esperada Semana Santa.
Ser clavario, ¿es una tradición o costumbre familiar?
Viene de familia. Ya mi bisabuelo fue clavario en el 52, mi padre en el 72 y yo ahora en el 15. También tengo un tío y un primo hermano que fueron clavarios y otro primo que lo será en el 2021. Así que sí, es una costumbre muy arraigada en la familia. Para mi es una tradición. Ya desde pequeño mi madre me sacaba con el carro a las procesiones
¿Porqué ser clavario?
No conozco otra cosa. Nací sabiendo que iba a ser clavario y no mayoral. A veces te planteas si eres el idóneo y piensas que igual otra persona puede hacerlo mejor. He ido creciendo sabiendo que iba a ser clavario, que habría cosas que no podría a hacer y otras que yo podría hacer y los demás no. Por ejemplo, al año siguiente de hacer la fiesta, los mayorales suben el nazareno al calvario en la madrugada del viernes santo y yo eso no lo voy a poder hacer.
¿Hay que cumplir algún requisito especial para ser clavario?
No. Quien quiera puede serlo. Tú te apuntas en el año donde haya hueco ya.
¿Por qué, pues, cree que no hay mujeres en las mayoralías saguntinas?
No lo sé. Son cosas de estatutos.
¿Cómo se formó su mayoralía?
En mi caso, me viene de muy pequeño, me apuntaron mis padres. Mi mayoralía está integrada por personas de diversas edades, hay gente más mayor que yo, mayorales más pequeños… Nos conocíamos algunos del colegio y otros conocidos de Sagunto. Poco a poco se ha ido forjando una gran amistad, ahora somos una piña. Nos juntamos por primera vez en el año 2001 y ya son 14 años juntos. Se ha creado un vínculo muy grande, para mí son mucho más que amigos.
¿Qué significa para usted ser el máximo representante de la fiesta?
Al principio de todo no habría sabido contestar a esta pregunta. Ahora estoy muy contento aunque sé que el cargo requiere mucha responsabilidad. Impone de verdad. Yo no estoy acostumbrado a ser el protagonista. A medida que se iba acercando el 2015, el año en el que sería clavario mayor, la gente me paraba por la calle, por ejemplo, y a mí me daba mucha vergüenza. Ahora que voy de acto en acto y de misa en misa me he dado cuenta de la importancia que realmente tiene este cargo.
¿Qué papel debe jugar el clavario en la semana santa?
Al clavario le dan la llave de la ermita, digamos es el responsable. Podemos decir que hace la función de líder, nunca de jefe de nadie. El clavario es el que representa a la mayoralía, el que da la cara. Yo intento coordinar y dirigir a la mayoralía para que todo salga como lo hemos estado planificando estos últimos años. Hoy en día yo guardo la llave de la ermita pero además de esto hay más responsabilidad. Soy la cabeza visible del grupo, un fallo de cualquiera puede repercutir en la imagen de la mayoralía y en la mía, incluso.
¿Cuál ha sido el mayor reto al que se han enfrentado a la hora de ostentar este cargo?
Hablar en público, sin lugar a dudas. Es un miedo que no sabía ni que tenía.
¿Qué estás aprendiendo de tu año como clavario?
Aprendes muchas cosas. Como experiencia de vida, tiene un gran valor. Te hace madurar.
Además de lo estrictamente relacionado con la festividad de la Semana Santa ¿qué novedades vienen de la mano de su mayoralía?
Organizamos un concurso de carteles para la semana santa, no se había hecho nunca. Estábamos bastante preocupados porque no sabíamos la acogida que iba a tener, si se iba a presentar mucha gente. Al final se presentaron más de una treintena de carteles provenientes de varios puntos de España, incluso. Además de esto, estamos barajando la posibilidad de poner una pantalla en la plaza mayor para que la gente pueda seguir la salida de los pasos y la subasta desde allí. Habría conexión online para poderlo ver en directo a través del ordenador, en streaming que se dice, para que la gente pueda verlo desde sus casas. Aún no sabemos si va a ser posible, pero estamos estudiándolo.
¿Nos podría hablar del núcleo central del programa de este año?
Los viernes se hace una misa en la ermita y, a continuación, Vía Crucis. Los domingos a las 4:30 otro Vía Crucis en el Calvario y después se repite la misma dinámica que otros años. Presentaciones de conciertos, entrega del regalo, procesiones…
¿Cómo se puede formar parte de las fiestas sin ser mayoral?
Hay muchísimos actos. Conciertos, procesiones, misas… No hablamos solo de los actos estrictos de la semana santa sino es algo para lo que nos preparamos todo el año. Y, además, no todas las actividades son religiosas. Por ejemplo, el concurso de dibujo para el diseño del cartel. El chico que ganó el concurso, no es cofrade, sin embargo está muy contento porque de alguna manera está formando parte de la fiesta y está contribuyendo de forma activa.
¿Se vuelca la gente con la semana santa?
Sí, muchísimo. Con los carteles, con los nuevo abonos, etc. Se nota, además, en momentos de crisis, a pesar de no tener mucho dinero, la gente hace el esfuerzo y pide colaborar y abonarse. La gente se sigue comprando un cartón de abonado, que son 36€ al año, y sigue comprando lotería. Los saguntinos han colaborado incluso con la compra del merchandising que hemos hecho. Cuando hacemos la «arreplegada», que es la entrega de los llibrets de festes, la gente nos da la voluntad y tampoco escatima. Es una pasada.
Entonces, ¿no hay crisis cuando se trata de la semana santa?
La gente hace el esfuerzo, no le duele gastarse el dinero en la Semana Santa. Es una fiesta muy importante y simbólica para nuestra ciudad.
¿Por qué crees que Sagunto vive tan intensamente estas fiestas?
Por la tradición. Es una tradición muy arraigada en Sagunto y en sus gentes. Esto se remonta a muchos años atrás.
¿Cómo se prepara una persona para ser clavario? ¿Cuál es el procedimiento?
Nos hacemos, todos, el mismo traje. La única diferencia es que el clavario debe llevar, además, una capa. La capa que llevo yo era de mi bisabuelo, después fue de mi padre y ahora la llevo yo. Mi padre falleció hace ocho años y para mi es un orgullo poder llevar la misma capa que llevó él. Otra diferencia en la indumentaria es la cruz, todos los mayorales llevan la medalla y el clavario lleva la cruz.
¿Además de la indumentaria, cuáles son las diferencias entre un mayoral y clavario?
Los viernes santos el clavario va a la cola, no va con su mayoralía. Si se restaura un anda, el clavario no podría llevarla a sus 25 años. Son cosas que a mí me fastidiaban de pequeño, ¿por qué no podré hacer estas cosas y los demás si podrán? Ahora lo he comprendido, como clavario tengo otro papel y otros privilegios. La posición en las procesiones es otra diferencia.
¿Qué relación tenéis con mayoralías de otros años?
Una relación muy estrecha. Con la de 2014, en especial. Las mayoralías tienen además la costumbre de juntarse para hacer más piña, para permanecer unidos. Lo que se suele hacer es una reunión de las tres mayoralías, es decir, la anterior, la entrante y la saliente. Es una manera de conocernos todos y de no perder el contacto.
Porque esto no es cosa de un año solo.
Para nada. Son muchos años. Desde los que te esperan hasta llegar a tu año y los posteriores. Además nos ayudamos los unos a los otros. A nosotros nos han dado consejo para este año y el que viene podremos darlos nosotros. Esto no se acaba.
¿Cuál es el acto que esperas con mayor interés?
Sin duda el viernes santo. El día en el que tengo que llevar la cruz.
¿Cómo definirías las fiestas de Semana Santa?
Muy tradicionales. Es una festividad muy importante para mi familia y para mi ciudad.
¿Hay cabida para todos los públicos?
Aunque una persona no viva la religión de la misma forma que lo hace otra se puede participar de muchas formas en la Semana Santa. Te puedes interesas por la vistosidad de las procesiones, puedes sentirte atraído por la música sacra o sencillamente quieras conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Hay muchas partes en esta fiesta y se pueden vivir de muchas maneras.
¿Cuántos cofrades tiene la Purísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo?
Alrededor de 1.700, me parece. Somos una congregación muy grande y con una larga trayectoria. Nuestra sede se encuentra en el casco histórico de Sagunto y eso nos da un valor añadido.
Hay lista de espera hasta 2052 para ser clavario en la cofradía, ¿por qué cree que atrae a tanta gente?
La verdad es que no lo sé. Habrá gente que quiera lucirse, habrá quien lo lleve en la sangre, por tradición familiar… Yo no estoy apuntado para lucirme, yo estoy apuntado desde pequeño. Me siento muy orgulloso de poder representar a mi mayoralía y poder dar la cara por ellos, porque así lo siento.
¿Desmiente esto el que se diga que religión no está arraigada en la juventud?
Hay mucha gente creyente que no lo manifiesta tan activamente como otros ni tampoco como se hacía antes. La forma de concebir la religión ha cambiado bastante. Pertenecer a una mayoralía te quita ese miedo a que la gente sepa que eres creyente y que participas en estos actos. La mayoralía te hace sentirte arropado y te hace pertenecer a algo. Las mayoralías ayudan a que se cambie el concepto que se tiene de la religión.
¿Qué te viene a la cabeza cuando piensas en la Semana Santa?
Cuando pienso en la Semana Santa lo que me viene a la cabeza son tambores, incienso y mi mayoralía, por supuesto.
¿Por qué es la Semana Santa saguntina un reclamo turístico tan potente?
Porque vale la pena vivirla la para conocer una tradición de más de cinco siglos y una cofradía cuyos estatutos casi no han variado, quedarse prendado de la vistosidad de los trajes de luto y las hachas de los cofrades y dejarse hipnotizar por la música sacra. Es una fiesta que nadie se debería perder.
