Dolors Carrasquilla cumple su segundo mes acampada en la calle, donde el mal tiempo no ha hecho más que agravar, según declaran desde su campamento, las secuelas que dejó en su organismo su huelga de hambre de 24 días, llegando hasta tal punto que, según el relato de los miembros de sus campamentos, han tenido que intervenir el personal del SAMU inyectándole pimperan, paracetamol y enantiun de forma intravenosa, por lo que en tales circunstancias, no pudo acudir a la cita que...