La población de Estivella, como es tradicional, realizó el cuarto domingo de octubre una peregrinación a la ermita del Garbí, lugar donde se ubicaba una cruz que ahora está en la iglesia parroquial. En esa fecha se celebraba la fiesta hasta que en el 1979 se pasó al mes de agosto.
Los peregrinos y las peregrinas salieron a primera hora de la mañana, después que el cura José Diego, bendijera las cañas delante de la cruz original. Una vez llegados a la montaña, se celebró la misa y posteriormente una comida popular.