Durante el pleno de septiembre, se aceptó el informe realizado por los técnicos autonómicos y se acordó solicitar el correspondiente permiso para la tala de las especies afectadas por este escarabajo —denominado tomicus destruens— y la adopción de las medidas necesarias para evitar que se propague adentrándose en el parque natural de la Sierra Calderona, situado a poco más de un kilómetro.
Pese a tenerlo todo preparado, desde el gobierno local ven con impotencia como «pasa el tiempo, la plaga se extiende a un ritmo frenético y no podemos hacer nada mientras no tengamos respuesta del gobierno autonómico», remarcó el alcalde, Paco Salt, quien subrayó que «después de llamar casi a diario a Conselleria, se han comprometido a darnos la autorización esta semana y esperemos que sea así porque, es evidente, que cuanto más tiempo se tarde en actuar contra esta plaga forestal, más pinos morirán y mayor será el desastre natural». Añadió el primer edil: «De hecho si se hubiera actuado de inmediato, el problema no habría alcanzado las dimensiones actuales que, posiblemente, nos obligue a talar todos los pinos de la montaña, ya que solo quedará un 2 por ciento de la masa forestal sana». Salt también mostró su perplejidad por el hecho de que «en pleno siglo XXI no se disponga de ningún tratamiento para combatir esta plaga y la única solución sea cortar los árboles».
Hace un mes que el Ayuntamiento recibió un informe técnico que confirmó que el tomicus destruens estaba atacando a los árboles y el pleno municipal acordó solicitar permiso para hacer la tala oportuna, adquirir trampas que eviten la propagación de la plaga a otros parajes del municipio y pedir ayuda técnica para dirigir las operaciones. Mientras esperan la autorización, el ayuntamiento ha adquirido con recursos municipales las trampas que, a lo largo de la jornada del miércoles, empezarán a colocar en los pinos sanos. «El personal municipal y yo mismo pondremos las trampas mañana por la mañana», confirmó Salt, quien se mostró indignado por la respuesta del Consell a un asunto tan importante «pese a que son plenamente conscientes de que el tiempo juega en nuestra contra». El gobierno local ha contactado además con la empresa que llevará a cabo la tala.
La fuerte sequía es una de las principales causas de la propagación de esta plaga de consecuencias devastadoras, señalan desde el consistorio y añaden que la debilidad de los árboles por la ausencia de precipitaciones hace que no puedan generar suficiente resina, la principal arma defensiva natural de este tipo de especies. «Con esta sustancia, los pinos consiguen taponar los agujeros que el insecto realiza en su corteza, donde depositará las larvas que irán taladrando el interior hasta llegar a causar la muerte del árbol. Los ejemplares afectados pasar a tener un tono incial amarillento que, a continuación, se convierte en rojizo». Así, según la información facilitada por el ayuntamiento, la plaga habría causado la muerte de más de 2.000 ejemplares ubicados en El Rodeno mientras que no ha afectado a las especies ubicadas en otras zonas más húmedas del término, concluyeron.
