El pasado sábado, 13 de mayo, tuvo lugar en La Casa Penya, el centro de educación y voluntariado ambiental del Marjal de Almardà-Almenara, la jornada final del proyecto ‘Decidim el Camp de Morvedre’. Una cita muy especial que Acció Ecologista-Agró aprovechó para presentar las conclusiones del proyecto y para agradecer la implicación de la sociedad civil.
La destrucción del territorio, la impermeabilización del suelo, la pérdida de soberanía alimentaria y el incremento de desigualdades sociales son algunos de los escenarios de futuro que se derivarían de las infraestructuras proyectadas en el Camp de Morvedre y que las vecinas y los vecinos de la comarca han identificado como no deseables a lo largo de las actividades programadas dentro de la iniciativa de participación ciudadana comenzada por Acció Ecologista-Agró.
Así queda reflejado en el audiovisual elaborado por Vicent de Castro y Daniel Centelles que fue proyectado el domingo en La Casa Penya y en el mural, diseñado por el artista Elías Taño, que se pintó ese mismo día en una de las paredes de la caseta de las aguas del azagador de Quartell. Dejando, de esta manera, para el futuro dos improntas de los esfuerzos que tantas personas han depositado 'Decidim el Camp de Morvedre' y de las preocupaciones que han suscitado el origen de este proyecto.
Al acabar, para relajar el ambiente y como recompensa de todo el trabajo realizado, La Casa Penya acogió un vermut musical, durante el cual las personas que se sumaron a esta jornada de cierre disfrutaron de una picaeta a cargo de la cooperativa La Soñada y de un concierto de Jamzú, grupo de funk fusión.
Desde AE-Agró se han mostrado muy satisfechos de haber podido desarrollar el proyecto 'Decidim el Camp de Morvedre', para el cual recibió una subvención de la Conselleria de Participación para la implementación y promoción de los ODS de la Agenda 2030. Pero, sobre todo, de la gran implicación ciudadana, han participado en total más de doscientas personas, y la posibilidad de crear una visión crítica del futuro del Camp de Morvedre. Además, esperan que los políticos tengan en cuenta las conclusiones sacadas y optan por una planificación territorial justa, que potencie la resiliencia del territorio y que vele por el bienestar de las personas que lo habiten.
