El área de Medio Ambiente de la Diputació de València ha presentado un proyecto de digitalización del ciclo integral del agua a las ayudas estatales del fondo PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica). El objetivo de esta convocatoria del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico es colaborar con las diferentes administraciones locales competentes para la mejora de la digitalización de los usos del agua urbana.
El proyecto de digitalización presentado recoge la adhesión de 72 municipios que hacen una gestión directa del servicio del ciclo del agua, es decir, del suministro de agua potable domiciliaria y del alcantarillado. Todos ellos tienen una población inferior a 20.000 habitantes, de hecho, el 93% de los municipios no alcanza los 5.000 habitantes. «Esto supone un reconocimiento y un impulso a decenas de pueblos valencianos que hacen una gestión directa de un bien público», indica Maria Josep Amigó, vicepresidenta de la Diputació de València y responsable del área de Medio Ambiente.
El proyecto cuenta con un presupuesto que supera los cinco millones de euros y es fundamental para dotar a los municipios de equipos de medición y de herramientas informáticas que los permita conocer en tiempo real el estado de sus redes, optimizar los rendimientos hídricos y energéticos, y la posibilidad de anticipar acciones y planificar inversiones en la mejora y el mantenimiento de sus redes de abastecimiento de agua potable y de saneamiento.
«El objetivo de la solicitud presentada es reducir los escapes de agua potable y las filtraciones de aguas residuales. Las tuberías están muy envejecidas por una carencia histórica de inversión. Aun así, en los municipios valencianos lo estamos intentando revertir a través de la estrategia Reacciona, que creamos en 2020. Desde entonces, hemos invertido más de 21 millones de euros y este año sacaremos de nuevo la convocatoria de ayudas para la mejora del ciclo integral del agua, dotada con cerca de 8 millones de euros», ha añadido Amigó.
Los 72 municipios que forman parte del proyecto, redactado por el área de Medio Ambiente de la Diputación de València, son Ademuz, Aielo de Rugat, Albalat de la Ribera, Alcublas, Alpuente, Antella, Aras de los Olmos, Atzeneta d'Albaida, Ayora, Barxeta, Bèlgida, Bellreguard, Bellús, Benagéber, Benavites, Beneixida, Benicolet, Benicull de Xúquer, Benifairó de la Valldigna, Benimodo, Benissoda, Bicorp, Càrcer, Carrícola, Casas Altas, Casas Bajas, Castellonet de la Conquesta, Castielfabib, Cerdà, Chera, Cofrentes, Corbera, Cortes de Pallás, Domeño, Dos Aguas, Estubeny, Fontanars dels Alforins, Fortaleny, Fuenterrobles, Gátova, Gestalgar, Godelleta, la Granja de la Costera, Jalance, Jarafuel, Llanera de Ranes, Losa del Obispo, Massalavés, Massanassa, Millares, Montesa, Palmera, la Pobla del Duc, Polinyà de Xúquer, Potries, Quart de les Valls, Quesa, Rafelguaraf, Real, Rugat, Salem, San Antonio de Benagéber, Sinarcas, Sot de Chera, Sumacàrcer, Titaguas, Torrebaja, Tuéjar, Utiel, Vallanca, la Yesa y Zarra. Los municipios suman una población total de más de 100.000 habitantes.
