La situación sanitaria actual ha supuesto que la población de Estivella haya festejado de manera distinta la festividad de su patrón, Sant Blai. La comisión de fiestas suspendió todos los actos públicos por lo que, este año, no se han cocinado las tradicionales calderas ni tampoco se han repartido coquetes bendecidas. Además, la procesión con la imagen del patrón por las calles de esta localidad de la comarca también fue anulada.
De este modo, solo se han celebrado dos misas con afora limitado y controlado por el grupo de Protección Civil de la población, unas misas que fueron oficiadas por el que fue cura de la población, José Enrique Francés. Así pues, el aceite bendito se repartió embotellado en monodosis. Un año más el Ayuntamiento colaboró y estuvo presente en la celebración.