Ayer domingo, 28 de marzo, la sociedad civil de Puerto de Sagunto se movilizó para reivindicar un Malecón público y verde. Convocados por el colectivo comarcal de Acció Ecologista-Agró del Camp de Morvedre, asociaciones, entidades y vecinos de la ciudad protagonizaron una limpieza simbólica del Malecón, donde además realizaron una plantación de árboles y arbustos autóctonos. Esta acción forma parte de la campaña “Queremos un Malecón público y verde”, con la cual exigen la restauración ambiental de este espacio ubicado en la primera línea de la playa de Puerto de Sagunto.
«El abandono y los avatares jurídicos que sufre el Malecón de Puerto de Sagunto son conocidos por todas y todos. Por eso, desde la sociedad civil exigimos a las administraciones implicadas que actúen ya para recuperar y restaurar medioambientalmente este magnífico espacio, ubicado en la primera línea de la playa de Puerto de Sagunto», apuntan desde la organización de esta acción reivindicativa.
Como han asegurado: «Queremos un Malecón público y verde y lo queremos ya, como lo demostramos ayer domingo, 28 de marzo, todas las asociaciones, entidades y vecinos de Puerto de Sagunto que participamos en la jornada de limpieza convocada por el colectivo comarcal de Acción Ecologista-Agró Camp de Morvedre».
Esta acción es la segunda de la campaña que impulsa AE-Agró para recuperar el Malecón como un espacio público y verde para el goce de la ciudadanía. El 1 de marzo de 2020, pocos días antes del confinamiento por el coronavirus, ya protagonizaron una acción artística con la colaboración del grafitero Elías Taño, quién pintó un mural en el antiguo monolito del parque de minerales de la empresa Sierra Menera, que se encuentra ubicado en el corazón del Malecón.
«La acción de este pasado domingo se realizó en todo momento respetando las medidas de seguridad decretadas por la COVID-19: distancia de seguridad de dos metros entre los participantes, uso obligatorio de mascarilla, grupos reducidos y prohibición de compartir herramientas. De hecho, cada participante tenía que llevar sus guantes y sus herramientas para la limpieza y la plantación», apuntan.
