En plena tercera ola del coronavirus, quizás la más dura de esta pandemia, los MIR de Medicina de Familia del Hospital de Sagunto han denunciado que deben compartir un espacio reducido entre cuatro residentes para descansar en las guardias, dormir con mascarillas y con la ventana abierta, en pleno invierno, además de tener que cambiarse ellos mismos las sábanas si no quieren compartirlas con otros compañeros. «No se trata del primer hospital de nuestra comunidad que, en plena pandemia, olvida a los MIR, base del sistema sanitario y futuros especialistas», afirman.
Como ha podido saber El Económico, pese a los esfuerzos de estos MIR de Medicina de Familia, por evitar cualquier contacto en unas condiciones que consideran «insalubres», un tercio de los mismos han tenido que ser aislados por contagio y contacto con la COVID-19, precisamente cuando la desbordante presión hospitalaria requiere más que nunca a todos los sanitarios en activo.
Y es que estos MIR para descansar de sus guardias disponen de una pequeña habitación de apenas unos 10-15 metros cuadrados, con dos literas y un aseo que deben compartir entre cuatro personas y sin servicio de limpieza entre turnos. «El problema radica en que las camas de las literas de arriba apenas se utilizan o bien porque no están hechas o bien por la inestabilidad de la litera. Así, hasta el momento compartimos las camas de abajo y sus sábanas, hecho popularmente conocido como camas calientes. Para evitar no sólo el contagio de la COVID-19 sino de otras enfermedades infecciosas, los residentes hemos tenido que recurrir a la propia gestión y logística ante la inactividad y pasividad del equipo de gerencia», explican.
Como han señalado, la gestión hospitalaria del Hospital de Sagunto es conocedora de esta situación de descanso «indecente» a la que se enfrentan los MIR de Medicina de Familia en cada guardia desde hace al menos más de cuatro años. El pasado verano, además, todos los MIR firmaron un documento de consenso sobre propuestas de mejora tanto del ámbito laboral como del formativo, entre las que se solicitaba espacios de descanso decentes durante las guardias, y se reunieron con el equipo de gerencia para formalizar y darles a conocer de primera mano la situación en las que se encontraban sus residentes.
«La respuesta de gerencia, como cabe de esperar, fue que lo tramitarían. Más de seis meses después, tras la segunda ola y en plena tercera ola, la más cruda, los MIR de Familia seguimos a la espera de que se nos habilite una habitación más. Mientras tanto, los residentes, al acabar su turno somos quienes organizamos el mínimo espacio que tenemos para evitar contagios, nos encargamos de hacer las camas y ventilar el espacio. La dirección del hospital es la responsable de la logística, tal y como nos prometieron, y de momento solo alargan semana tras semana el supuesto arreglo definitivo, periodo que ya ha costado a la plantilla de residentes por lo menos dos bajas por contacto estrecho desde principios de este año», informan.
Estos MIR, además, aseguran que en el Hospital de Sagunto hay espacio. «Han tenido más de seis meses para intentar que sus residentes de Familia, que hacen guardias en Urgencias, descansen decentemente y no se vean abocados a la autogestión, que no les compete. La gerencia del hospital alega que los espacios disponibles que podrían ceder a los residentes son los que ocupan los sindicatos adscritos al hospital», explican.
«La única explicación que hemos recibido los residentes por parte del equipo directivo es que los sindicatos se niegan en rotundo a ceder sus habitaciones para que, al fin y al cabo, los residentes podamos ejercer un derecho fundamental: un descanso digno. Con su actitud, estos sindicatos, paradójicamente defensores de los derechos de cualquier trabajador, deciden mirar hacia otro lado y, en lugar de facilitar y trabajar por el bienestar de los sanitarios, en este caso de los MIRes, perpetran esta situación insostenible por la que los MIRes hemos dicho basta», afirman a El Económico.
