El Pleno Municipal del Ayuntamiento de Sagunto aprobó, en la sesión telemática celebrada ayer, instar al Gobierno de España a reducir el IVA de mascarillas, guantes, geles desinfectantes y resto de productos de protección personal al 4%. La moción, presentada por el grupo Vox y defendida por su portavoz, Alejandro Vila, fue aprobada con los votos a favor del PSOE, Compromís, Iniciativa Porteña, PP, Ciudadanos y el propio partido que la presentó. EUPV votó en contra.
Varios son los argumentos que motivan la aprobación de esta moción. Por un lado se encuentra la situación de crisis sanitaria y la inadecuación en tiempo y/o forma de la reacción gubernamental que ha provocado ya abiertamente una violenta crisis económica y social cuyos efectos, intensidad y duración no se pueden prever. En este sentido los datos macroeconómicos del segundo y tercer trimestre sitúan la contracción del PIB de España como la más importante de su historia en tiempos de paz. Esta violenta crisis económica, según la moción, ha golpeado con fuerza a los tres sectores, pero es sin duda el sector servicios el más castigado. Con un 75,63% del total de empleados existentes en España, el Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos prevé 300 000 nuevos parados entre el 1 de noviembre y el 31 de enero próximo, fecha en la que finaliza el compromiso de mantenimiento de contratos laborales de los empresarios que se acogieron a los ERTE y sus prórrogas.
Pero esto, como cita la moción, sólo sería el primer tramo de despidos que están por venir, pues, habrá un segundo tramo de despidos hacia febrero-marzo tras producirse la apertura judicial de los concursos de acreedores que el Gobierno ha ido trasladando en el tiempo y un tercer tramo cuando las empresas que se acogieron a créditos ICO tengan que devolver el principal. Parece pues objetivo afirmar que las familias españolas se van a ver de nuevo azotadas por el círculo vicioso del desempleo, reducción de rentas y disminución de consumo interno, lo que generará sobrecapacidad en las plantillas y de nuevo, más desempleo.
El reto de la administración pública ante el desafío sanitario, económico y social pasa sin duda por reducir el impacto en las familias y romper el círculo vicioso o tratar de romperlo cuanto antes. Entre las múltiples medidas e instrumentos al alcance del Gobierno se encuentra sin duda la posibilidad de reducir la carga fiscal en aquellos productos no sólo de primera necesidad sino incluso obligatorios.
Otro de los motivos es, precisamente, que las mascarillas se han convertido en un elemento básico de lucha contra la transmisión comunitaria del coronavirus y su uso es además obligatorio. A pesar de ser un objeto de primera necesidad y de uso obligatorio, el Gobierno de España grava las mascarillas con el tipo impositivo de IVA del 21%, el más elevado de todo el territorio europeo a excepción de Eslovenia. Todos los países de nuestro entorno aplican un IVA 4 o 5 veces inferior al que aplican las autoridades españolas.
Tras el debate generado en los últimos días y la respuesta por parte de la Comisión Europea, según la moción, queda claro que el Gobierno de España puede proceder a la modificación legislativa pertinente para reducir la carga impositiva indirecta en productos básicos de protección frente a la pandemia, sin temor a ninguna sanción, tal y como vienen haciendo nuestros vecinos desde hace meses.
