Hasta la década de los años 70 del siglo pasado, una espectacular pradera marina de posidonia (Posidonia oceánica) se extendía desde Canet d'en Berenguer hasta la localidad de Almenara. Pero, tal y como señalan desde Acció Ecologistra-Agró, «por culpa del uso de fertilizantes químicos en la agricultura, la pesca de arrastre, la contaminación del emisario submarino de Canet y las modificaciones de la dinámica litoral por puertos y espigones, ahora solo queda un pequeño vestigio de la gran pradera de posidonia del Camp de Morvedre».
Concretamente ésta se encuentra ante la playa de Almardà. Para asegurar la correcta conservación de este tesoro medioambiental que esconde nuestro mar, el colectivo comarcal de Acción Ecologista-Agró Camp de Morvedre puso en marcha en 2016 un proyecto de voluntariado submarino con la colaboración del Club Buzos y el asesoramiento del Instituto de Ecología Litoral. Esta iniciativa de ciencia ciudadana se enmarca en el programa POSIMED y consiste en realizar anualmente un voluntariado submarino de seguimiento y control de este alguero.
Después de cinco años de estudio podemos afirmar que la pradera de Almardà se mantiene estable, tanto por lo que respecta a la densidad de fajos de posidonia como la cobertura del fondo marino. Así se desprende del análisis realizado por el Instituto de Ecología Litoral con los datos recogidos por AE-Agró y el Club Buzos entre 2016 y 2020. De hecho, incluso se aprecia una tendencia positiva en la cobertura del fondo marino que habrá que constatar durante los próximos años.
«El abandono agrícola, y la consiguiente reducción de las aportaciones de aguas cargadas de fertilizantes químicos en el mar, así como la mejora en la depuración de aguas urbanas e industriales y el control y reducción de la pesca de arrastre han contribuido a la supervivencia y mejora de esta pradera de posidonia. Pero, para la correcta conservación del alguero de Almardà, que como el resto de las praderas de posidonia se encuentra amenazado por los efectos del Cambio Climático, hay que proteger este tesoro submarino», apuntan desde Agró.
De hecho, además del Cambio Climático, según explican desde esta entidad, este alguero se encuentra amenazado actualmente por el proyecto de espigones de la playa de Almenara, «una infraestructura que modificará las dinámicas litorales y que tendrá una afección negativa sobre esta pradera de posidonia».
Para asegurar la correcta conservación del alguero de Almardà y evitar nuevos impactos como los que ocasionaría el proyecto de espigones de la playa de Almenara, AE-Agró ha solicitado al Ministerio para la Transición Ecológica ampliar hasta Sagunto el espacio marino protegido de los Algueros de Burriana-Nules-Moncofa. Concretamente, hasta la desembocadura del Río Palancia. Esta petición para ampliar esta Zona de Especial Conservación (ZEC) de la Red Natura 2000 cuenta con el apoyo de los ayuntamientos de Sagunto y Canet.
«El objetivo principal de esta demanda ecologista es la correcta conservación del alguero de Almardà y del resto de praderas de Posidonia oceánica que todavía sobreviven al sur de la provincia de Castellón y en el norte de la de València. Aun así, hay que destacar que con la propuesta de ampliación de los Algueros de Burriana-Nules-Moncofa realizada por AE-Agró también se protegerían las praderas de Cymodocea nodosa presentes en el litoral del Camp de Morvedre y un nuevo hábitat de interés comunitario en esta área marina. Concretamente, el hábitat 1170 Escollos, puesto que dentro de la zona de ampliación propuesta se localizan buenos ejemplos de estas formaciones, conocidas por los buceadores y pescadores locales como muralls».
