La entidad, al tener bloqueados los fondos, tuvo que recurrir a una póliza de crédito y su actividad quedó totalmente paralizada al verse sus dos empleados afectados por un ERTE que se inició el 15 de marzo y finalizó el 30 de septiembre

La marcha del gerente de la Fundación del Patrimonio responde a su falta de financiación

El ya ex gerente de la Fundación, Luis Roberto Doménech El ya ex gerente de la Fundación, Luis Roberto Doménech La marcha del gerente de la Fundación del Patrimonio responde a su falta de financiación
Viernes, 23 Octubre 2020 19:33

Desde el pasado 8 de octubre, la Fundación de la Comunidad Valenciana del Patrimonio Industrial de Sagunto se encuentra sin gerente, ya que fue en esa fecha cuando Luis Roberto Doménech presentó oficialmente su dimisión del cargo. Se trata de una renuncia por voluntad propia, según ha explicado Roberto a este periódico, ya que cuenta con otra ocupación en el Ayuntamiento de Alboraya como técnico de Promoción Económica.
Roberto Doménech, no ha querido entrar en detalles sobre las razones que le han llevado a tomar esta decisión, simplemente ha señalado que lamentaba mucho que no se hubiera avanzado más, aunque, con los recursos económicos de que se disponían en la Fundación «se ha llegado hasta donde se ha podido».

Como se recordará, desde el primero de julio de 2018, Luis Roberto Doménech, asumió la gerencia de la Fundación de la Comunidad Valenciana del Patrimonio Industrial de Sagunto, que, por aquellas fechas, estaba completamente paralizada y cargada de deudas, al haber entrado en una rocambolesca situación de bucle, ya que no recibía las subvenciones del Ayuntamiento de Sagunto y la Generalitat Valenciana porque no estaba al corriente en el pago de la Seguridad Social y el IRPF, y no estaba al corriente en estas obligaciones porque no recibía las ayudas económicas.

Sin embargo, un año después persistía la misma problemática. Efectivamente, en noviembre de 2019, Roberto Doménech, en declaraciones a este periódico, señalaba: «La Fundación fue rescatada, por parte del Ayuntamiento, de las principales deudas con una aportación de 380.000 euros». No obstante, persistieron algunos escollos «Sobrevivimos, pero, al final, resulta que la aportación de 2018 no se pudo efectuar por parte del Ayuntamiento, la de 2019 la hemos pedido, pero tampoco se hará efectiva hasta que no pase este proceso de auditoría y sí que hubo del remanente positivo de tesorería una ampliación de la partida de la aportación en 167.000 euros más, con lo cual, cuentas con los 60.000 iniciales, más 167.000 euros».

Sin embargo, no era oro todo lo que relucía, porque, según explicaba el entonces gerente de esta Fundación, al estar el dinero bloqueado, tuvieron que suscribir una póliza de crédito a cuenta de las asignaciones que tenían reconocidas, lo que implicaba el pago de los correspondientes intereses bancarios: «el Ayuntamiento no desbloqueará estas asignaciones hasta que no estén las cuentas claras, por eso hemos acudido a la financiación ajena, es decir, hemos ido al banco a pedir una póliza de crédito», explicaba.

La puntilla

Si la Fundación del Patrimonio Industrial se encontraba bajo mínimos, sin apenas financiación, puesto que las aportaciones del Ayuntamiento y la Generalitat Valenciana permitían sufragar poco más que la nómina del gerente y de una técnica adscrita a la entidad, la puntilla se le dio el pasado 15 de marzo, fecha en la que entró en vigor el estado de alarma y el ERTE que paralizó toda actividad en la Fundación hasta el pasado 30 de septiembre, es decir, sus dos trabajadores se vieron afectados por este expediente de regulación temporal de empleo que se prolongó por más de seis meses. Tiempo en el que todo lo poco que se estaba gestionando quedó completamente paralizado.


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Modificado por última vez en Viernes, 23 Octubre 2020 17:45

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