El concejal de Vox en el Ayuntamiento de Sagunto, Alejandro Vila Polo, ha lamentado que el gobierno municipal siga con su afán recaudatorio pese a la grave crisis económica y se haya negado a bonificar el 95% del impuesto de plusvalía por herencia como había propuesto esta formación. En este sentido, el edil de Vox ha señalado: «Esto es indignante. Es bochornoso que en plena crisis el Gobierno municipal de Sagunto siga teniendo este afán recaudatorio inexplicable, lo que demuestra una falta de empatía con los ciudadanos. Sagunto tiene el presupuesto más alto de su historia mientras vivimos una de las peores crisis. Es vergonzoso que el único fin de este gobierno sea recaudar más y más».
Asimismo, Alejandro Vila ha desvelado que «casi 50.000 personas tuvieron que renunciar a la herencia por no poder pagar los impuestos de sucesiones y de plusvalía. Esta iniciativa de Vox beneficiaba a la clase alta, media y baja, de derechas, de izquierdas o de centro, pero la izquierda prefiere atracarles y el resto de la oposición abstenerse, siendo cómplices de los primeros».
El edil de Vox en Sagunto ha recordado, además, que un impuesto sobre una herencia no deja de ser un hecho involuntario y que se produce en un momento muy delicado y triste, como es la pérdida de un ser querido. «En una herencia no hay negocio para los familiares, lamentablemente para nuestro equipo de gobierno sí porque el Ayuntamiento de Sagunto recaudó el año pasado, nada más y nada menos, que 2.500.000 de euros con este impuesto».
Cooperación internacional
Por otro lado, respecto a la Comisión Informativa de Bienestar que se celebró en julio, en ella se llevó a término la votación sobre ayudas a la cooperación internacional: «El equipo de Gobierno destina 80.000 euros de las arcas municipales a este cometido y volvió a demostrar lo poco que le importan los vecinos de Sagunto. Vox pidió dejar paralizadas las ayudas porque es prioritario ayudar a nuestros conciudadanos que están atravesando por esta crisis, pero la izquierda se ha negado, es más, querían modificar la puntuación de un proyecto para que pudiera acceder a la ayuda, modificando la valoración de los técnicos y así poder gastar todo el dinero que había destinado a las ayudas de cooperación internacional, a lo que Vox se negó rotundamente”, asevera Alejandro Vila.
