Ante la escasez de mascarillas para atender las necesidades de la población el concejal de Iniciativa Porteña, Juan Guillén, ha apuntado: «Hasta hace muy pocos días ningún organismo sanitario recomendaba el uso generalizado de este medio de protección, pero todo cambia de un día para otro y desde el gobierno de la nación y desde el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, dependiente de la Unión Europea, se recomienda desde hace unos días su uso a toda la población, sobre todo en lugares con aglomeración de gente, como transporte público o supermercados»
Ante esta nueva situación respecto de la recomendación de uso de las mascarillas de protección, Juan Guillen se muestra preocupado por la imposibilidad material de conseguirlas en nuestro municipio. «Vemos con preocupación como la recomendación de uso de mascarillas por parte de toda la población se ve dificultada por la inexistencia de stock en las farmacias de nuestra población, y las que raramente se pueden adquirir por Internet es a precios prohibitivos», explica.
El edil segregacionista continúa afirmando que a pesar de la carencia en nuestro municipio en otros lugares sí se están repartiendo: «En este sentido hay que tener en cuenta que ya se están repartiendo de forma gratuita este tipo de mascarillas en Madrid y en otras ciudades incluso de nuestro entorno más próximo».
Y por todo ello desde Iniciativa Porteña han presentado una propuesta al equipo de gobierno al respecto. «Entendemos que sería una buena medida que fuera el propio ayuntamiento el que se hiciera cargo de adquirir una partida de estos elementos y establecer la cantidad que considerara oportuna y necesaria en cuanto al número de unidades por persona o por unidad familiar. Creemos que la interlocución directa de la administración local con la autonómica facilitaría la llegada de este tipo de material de forma más rápida que acudiendo a los canales de distribución tradicionales».
Y sobre la forma de reparto propone que «podría utilizarse la red de farmacias de nuestro municipio, de forma que con la presentación de la tarjeta sanitaria se expidiera el número de mascarillas que se hubiera determinado oportuno repartir».
Como asegura el concejal de IP, el coste a pagar por cada elemento de protección «debería abarcar el coste de los profesionales de farmacia de hacerse cargo de este trabajo y eventualmente, el coste de adquisición de las mascarillas por parte del ayuntamiento, de forma que el precio final fuera realmente económico».
Sobre las características de este modus operandi desde Iniciativa Porteña creen que tiene muchas ventajas. «Conseguiríamos con este procedimiento varios objetivos. Por un lado, seguir las actuales recomendaciones de las autoridades sanitarias. Por otro disponer de estos elementos de protección a un coste económico y en establecimientos de proximidad, y finalmente adquirirlos sin que quepa la posibilidad de hacer acopio de estos, al estar determinado el número asignado por persona o unidad familiar», finaliza Juan Guillén.
