Tras decretar el Gobierno de España el estado de alarma, los ciudadanos, además de estar obligados a permanecer en sus domicilios para frenar la propagación del virus, sufrirán otro tipo de restricciones, dado que la mayoría de los establecimientos comerciales no podrán abrir sus puertas. En este sentido cabe citar lo establecido en el artículo 10 del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19.
Efectivamente, el artículo 10, en su primer apartado, señala textualmente: «Se suspende la apertura al público de los locales y establecimientos minoristas, a excepción de los establecimientos comerciales minoristas de alimentación, bebidas, productos y bienes de primera necesidad, establecimientos farmacéuticos, médicos, ópticas y productos ortopédicos, productos higiénicos, peluquerías, prensa y papelería, combustible para la automoción, estancos, equipos tecnológicos y de telecomunicaciones, alimentos para animales de compañía, comercio por internet, telefónico o correspondencia, tintorerías y lavanderías. Se suspende cualquier otra actividad o establecimiento que a juicio de la autoridad competente pueda suponer un riesgo de contagio». Aunque inicialmente también se incluía en la norma a las peluquerías, finalmente han quedado fuera.
En el apartado dos del citado artículo 10 se indica: «La permanencia en los establecimientos comerciales cuya apertura esté permitida deberá ser la estrictamente necesaria para que los consumidores puedan realizar la adquisición de alimentos y productos de primera necesidad, quedando suspendida la posibilidad de consumo de productos en los propios establecimientos. En todo caso, se evitarán aglomeraciones y se controlará que consumidores y empleados mantengan la distancia de seguridad de al menos un metro a fin de evitar posibles contagios».
Lo que sí deja claro este artículo 10 del decreto es el tipo de establecimientos o actividades que se suspendes. Resaltar, en este sentido, que «se suspende la apertura al público de los museos, archivos, bibliotecas, monumentos, así como de los locales y establecimientos en los que se desarrollen espectáculos públicos, las actividades deportivas y de ocio indicados en el anexo del presente real decreto. Se suspenden las actividades de hostelería y restauración, pudiendo prestarse exclusivamente servicios de entrega a domicilio. Se suspenden asimismo las verbenas, desfiles y fiestas populares», establecen los apartados 3, 4 y 5 del citado artículo 10.
De acuerdo con esta disposición, podrán permanecer abiertos al público los comercios minoristas de alimentación, bebidas, productos y bienes de primera necesidad, las farmacias, los centros sanitarios, las ópticas, establecimientos de productos ortopédicos e higiénicos. Al considerarse los periódicos un producto de primera necesidad, podrán permanecer abiertos al público los quioscos que vendan prensa, las papelerías, los establecimientos de combustible para la automoción, los estancos, los establecimientos que vendan equipos tecnológicos y telecomunicaciones, las tiendas que vendan alimentos para animales de compañía, las compañías de comercio por internet o telefónico, así como las de correspondencia, las tintorerías y lavanderías.
En el ámbito local
Las colas en el exterior de los supermercados, se justifica, no solo porque deben guardar el metro de distancia para evitar contagios pero además en el caso de Consum, además se ha tomado la decisión de limitar el aforo a 40 clientes y a una distancia de 1,30 metros de distancia y solo se puede comprar seis unidades «de la misma referencia». Es uno de los establecimientos que mayores medidas de seguridad ha tomado. Por su parte, Mercadona ha modificado su horario de 9 a 20 horas, y en Hipercor el horario lo han fijado de 10 a 20 horas. Señalar así mismo que la clientela, ya no manifiesta tanta ansiedad por acaparar productos de alimentación, según han informado a este periódico fuentes de estas grandes superficies.
En este segundo día del estado de Alarma decretado por el Gobierno de España, las farmacias consultadas por este diario, siguen sin guantes, mascarillas, geles, en algunas sin alcohol en ninguna de sus graduaciones, por lo que hay personas que compran alcohol de romero, aunque no tiene ninguna eficacia para impedir el contagio del coronavirus. Varias farmacias de las consultadas tienen picos de aforo de usuarios en diversas horas del día dentro y fuera del establecimiento.
La mayoría de estos locales expendedores de fármacos han tomado medidas de prevención como colocar algunas mamparas en los mostradores, utilizar guantes y mascarillas y una limpieza constante de las superficies más manoseadas. Así como colocar carteles para avisar de las medidas decretadas por las autoridades sanitarias. Sin embargo, a una de las farmacias consultadas ya no le queda producto alguno, guantes, mascarillas, geles, etc., ni siquiera para el personal de la plantilla de ese establecimiento.
Hay que resaltar que a pesar de que las farmacias locales llevan varias semanas haciendo pedidos de mascarillas, guantes geles, etc. los almacenes proveedores no les abastecen y no saben si lo harán en el futuro inmediato. A partir de ahora, todos esos productos de prevención y de otros, los almacenes deben comunicar sus stocks al Ministerio de Sanidad y será a través de este organismo como se distribuirán. Algunos titulares de farmacias prevén que, en primer lugar, Sanidad abastecerá a los hospitales, por lo que se desconoce si se tendrá en cuenta a las farmacias en este reparto o seguirán con el desabastecimiento, entre otras cosas porque mucha gente ha hecho acumulación de estos productos.
Por otro lado, indican que, hasta ahora, no hay escasez de otros medicamentos por lo que no hay motivo de alarma, los pacientes crónicos pueden recoger sus tratamientos con toda normalidad y, en general, las personas que trabajan en este sector, aconsejan que la mejor vacuna es quedarse en casa y no acudir a la farmacia a por productos, como por ejemplo un anticelulítico, como se ha dado el caso. No obstante, reconocen que la mayoría de las personas son solidarias y entienden lo que es importante en estos momentos.
