Lorena Sanz Aleixandre, Directora General de Emergencia Habitacional, Función Social de la Vivienda y Observatorio del Hábitat y Segregación Urbana
¿Cuál es tu puesto dentro de la Conselleria de Vivienda y qué atribuciones tiene?
Dentro de la Conselleria de Vivienda y Arquitectura Bioclimática que dirige Rubén Martínez Dalmau está la Secretaría Autonómica de Vivienda y Función Social, que ostenta César Jiménez, y dentro de esta secretaría está mi Dirección General que se llama de Emergencia Habitacional, Función Social de la Vivienda y Observatorio del Hábitat y Segregación Urbana. Como su propio nombre indica, estas son las principales funciones que tengo. En primer lugar, atender a la emergencia habitacional que sufrimos por la escasez de vivienda pública. En segundo lugar, trabajar en la Ley de Función Social de la Vivienda que quedó aprobada pero que ahora se tiene que desarrollar. Y, en tercer lugar, tenemos el Observatorio del Hábitat, que depende de mí y es una herramienta estadística muy útil que ofrece información muy variada sobre la situación de la vivienda en la Comunitat y que nos ayuda a hacer políticas públicas en base a lo que detectamos con esa estadística.
¿Y cómo llegas a este puesto de responsabilidad de la administración valenciana?
Pues la verdad es que yo tenía el prejuicio de que sólo se podía llegar a estos cargos por ser militante de un partido y tener el favor de los líderes, sin embargo, Podemos ha contado conmigo porque creen en mi valía profesional y han querido que sea directora general sin que hubiera participado antes en su organización. Estaba muy equivocada porque otros puestos de la Conselleria de Vivienda se han nombrado de la misma forma y me sorprendió mucho, pero alegra que apuesten por las capacidades técnicas.
El caso es que como la parte fundamental de mi dirección será el desarrollo de la Ley de Función Social de la Vivienda buscaban a alguien con perfil jurídico y como he trabajado mucho previamente en temas de vivienda, mi currículum llegó al conseller, hice un par de entrevistas con él y con el secretario autonómico y finalmente decidieron contar conmigo.
¿Cómo ha sido tu inicio en la Conselleria?
Pues ha sido un inicio muy complicado por varios motivos. Esta Conselleria surge porque la que en la anterior legislatura la Conselleria que era una, Fomento, en esta se parte en dos y, por tanto, queda obras públicas por un lado y vivienda por el otro. Esto es muy interesante porque el problema de la vivienda es suficientemente importante como para tener toda una Conselleria que se dedique a trabajar en él, pero es cierto que el proceso de separar los recursos no ha sido nada sencillo. Desde tener sitio para todas las personas que trabajamos, hasta personal funcionario, materiales... Me ha costado lo mío conseguir recursos y un espacio fijo en el que trabajar. Por otra parte, estoy muy contenta de la gente con la que trabajo, en el equipo de la Conselleria son grandes profesionales y estoy muy a gusto. Aunque la administración a veces es lenta y pesada estoy segura de que conseguiremos grandes cosas en esta legislatura.
Tú vienes de trabajar en la abogacía y no habías estado en política previamente, ¿cómo ha sido este cambio?
Trabajando de abogada dedicaba muchas horas, pero ahora muchísimas más porque nunca se puede desconectar, sobre todo cuando somos tan conscientes de que estamos en una situación de emergencia habitacional y que mucha gente depende de nuestro trabajo para acceder a una vivienda digna. Además, es cierto que me está costando aclimatarme a la política, en el sentido de que todavía no acabo de entender los pactos que se hacen o las dificultades que se ponen por cuestiones de partidos. Por otra parte, también es cierto que todavía me queda muchísimo que aprender sobre la administración, algunos procedimientos todavía se me escapan, pero bueno, asumo que esto va a ser un proceso de aprendizaje constante conforme vayamos avanzando en todos los proyectos que tenemos por delante.
¿Qué es lo más destacado que has hecho hasta ahora?
Pues mira, al poco de llegar yo a la Dirección General llegó la DANA y causó un enorme desastre medioambiental en la zona de la Vega Baja. Las fuertes lluvias e inundaciones han generado muchos daños en las casas y eso ha provocado una importante emergencia habitacional a la que tenemos que atender desde la Conselleria. Hay personas que tienen el techo de la casa hundido o que las lluvias les han dejado estancias enteras inutilizadas y eso provoca que no puedan estar en sus casas hasta que se rehabiliten. También gente con diversidad funcional y mayores que los daños han provocado en sus casas problemas de accesibilidad y no pueden vivir allí hasta que no se arreglen.
Ante esta situación lo que hicimos fue ponernos a negociar con los bancos que tienen pisos vacíos por la zona para que nos cedieran vivienda, algunos lo han hecho de forma gratuita y otros entre los que se encuentra la SAREB conocido como «banco malo», nos cobran algo por poner sus pisos a disposición de la gente afectada. Aun así, es un número absolutamente insuficiente para todas las personas que tienen su vivienda inutilizada por el temporal, así que también hemos sacado un decreto que pone en marcha una serie de ayudas al alquiler que tendrán una duración máxima de un año y una cantidad máxima de 480 euros al mes. También está pendiente de aprobación otro decreto pero que depende de la Dirección de Rehabilitación para conceder ayudas para la restauración de casas. Desde el equipo de la Conselleria ya hemos realizado tres visitas a la zona para conocer la situación, implementar las medidas y realizar una primera evaluación de la puesta en marcha de las políticas. Pero seguiremos evaluando nuestro trabajo en la zona porque todavía estamos desarrollando formas de atender adecuadamente los problemas de vivienda que han surgido.
En el medio y largo plazo, ¿qué proyectos tenéis?
Muchísimas cosas, aunque el desarrollo y reglamentación de la Ley de Función Social de la Vivienda es fundamental para que podamos llevar a cabo una de las principales políticas que queremos implementar que es la ampliación del parque público de vivienda. La Ley de Función Social de la Vivienda establece que el derecho a la vivienda es un derecho subjetivo. Eso no significa que todo el mundo deba tener una casa en propiedad, sino que se tiene que facilitar el acceso a una casa como, por ejemplo, mediante ayudas de alquiler.
Han pasado muchos años sin que nadie se haya preocupado por la vivienda, de hecho, tenemos los índices más bajos de vivienda pública de toda Europa, sobre el 1%, y hace por lo menos dos legislaturas que no se está fomentando de ninguna forma desde las administraciones. No se está construyendo lo que se tendría que construir para ampliar los parques de vivienda, por lo que nos encontramos ante una enorme falta de vivienda en alquiler social, sobre todo, pero en alquiler asequible también. Alquiler asequible es para las personas que tienen ingresos pero no pueden pagar las barbaridades que se están pidiendo ahora.
Teniendo en cuenta esta falta de vivienda pública, ¿qué cosas se pueden hacer desde la administración ante el problema de acceso a la vivienda?
Tenemos que tomar medidas para frenar la especulación. La situación es que en València ya se están pidiendo alquileres de 800€, eso es el sueldo de una persona, que a veces es el único de toda una familia. Los bancos y otros grandes tenedores mantienen las viviendas vacías para que aumenten los precios. Está genial eso de que el mercado se regula solo, pero ¿qué pasa cuando no todos estamos en igualdad de condiciones? Cuando existe una parte como son los bancos que compran viviendo a precios tirados para venderla a fondos buitre en paquetes por un precio que va entre el 5 y el 7% de su valor real. Si tu vivienda vale 100.000€ la están vendiendo al fondo por 7.000€, sin embargo, a ti no te dan esa opción.
A partir de aquí, se pueden poner muchos tipos de medidas. Desde implementar alquileres que tengan un máximo en renta y que se puedan deducir pero que si se supera un máximo se tengan que declarar. Hasta medidas como la que quiere implementar el Ayuntamiento de València para subir el IBI a las viviendas cerradas. Además, la Ley de Función Social permite la creación de tres registros muy interesantes para desarrollar esta tarea, que son el registro de viviendas vacías, registro de demandantes de vivienda y registro de oferentes. Con el registro de viviendas vacías, cuando una vivienda está cerrada más de dos años la administración tiene la posibilidad de sancionar, aunque la Generalitat ahora mismo no tiene la capacidad porque no tienen un cuerpo de inspección para hacerlo, pero lo tendremos.
Además de sancionar, ¿podéis expropiar viviendas?
No, no se puede expropiar porque el Tribunal Constitución lo quitó de la Ley de Función Social. Sólo podemos tomar medidas que desincentiven tener viviendas vacias y que incentiven ponerlas a disposición de los usuarios. En todo caso, cabe destacar que la declaración de vivienda vacía que nosotros podemos iniciar para sancionar sólo se puede hacer en el caso de empresas y grandes tenedores que es a partir de 10 viviendas, nunca a particulares.
La vivienda suele ser un tema sensible, ¿has recibido presiones?
Sí, claro. Me he reunido con muchos colectivos que se preocupan por la emergencia habitacional como la PAH y entiendo que su tarea es presionar para que se den soluciones políticas a un problema tan grande, por eso yo intento recibir y escuchar a todo el mundo. Pero también es cierto que hay personas que vienen buscando soluciones a nivel individual y que muchas veces no aceptan que nosotros no podemos dar una casa a nadie, nosotros desde la Dirección General podemos ofrecer asesoramiento, no nos podemos saltar los procedimientos. Además, por supuesto, nuestra principal tarea es buscar soluciones que sean colectivas.
¿En qué punto se encuentra ahora el desarrollo de la Ley de Función Social de la Vivienda?
Pues para poder desarrollar la Ley es fundamental tener acabados los tres registros que prevé y que he comentado antes. El de demandantes ya se puso en marcha la legislatura pasada, pero en la práctica no sirve porque se podía apuntar cualquiera, incluso alguien residente fuera de la Comunitat Valenciana, por tanto, ahora mismo estamos limpiándolo. Por lo que respecta al de viviendas vacías, los bancos ya tienen obligación de facilitarnos esa información de todas las viviendas que se adjudican y que están vacías, sin embargo, en la práctica lo hacía quien quería y en el formato que quería. Estamos desarrollando un programa informático para que nos faciliten todo en un único formato y un decreto que les obligue a hacerlo así. Esto nos va a permitir desarrollar el resto con el menor gasto de recursos humanos posible.
¿Qué más medidas habéis pensado para la creación de vivienda pública?
Apostamos por que la nueva obra que se haga tenga usos mixtos para evitar procesos de guetificación, como ha pasado con la promoción de vivienda pública que se ha hecho en épocas anteriores. A partir de ahí, se están explorando muchas opciones para construir vivienda pública, como poner el terreno y que construyan cooperativas, con financiación, si puede ser, del Instituto Valenciano de Finanzas o con entidades que quieran adscribirse y que después una parte se pueda vender, todo el edificio esté en régimen de alquiler o que durante un número determinado de años sea de alquiler con un precio tasado.
Hay que fomentar el mercado del alquiler porque la gente ya no puede acceder a una compra. Primero, porque no hemos salido nunca de la crisis y no hay dinero y, segundo, porque las personas que han sufrido un desahucio están en listas de morosidad y nadie les va a vender una casa. Pasamos del concepto de propiedad al de tener derecho al acceso a una vivienda pero en un sentido mucho más amplio, en términos de uso que engloban también el alquiler.
¿Podéis detectar viviendas vacías aunque los bancos no las declaren?
Sí, se puede hacer viendo cuando han dejado de pagar el IBI o la comunidad de vecinos. De hecho, hay comunidades a las que las tienen reventadas porque se adjudican viviendas y no pagan. Normalmente los bancos no pagan porque no se enteran, porque se han convertido en inmobiliaria y tienen tanto volumen que se les escapa. Luego muchas veces lo que pasa es que lo han vendido a fondos y la comunidad de propietarios no se ha enterado. Así que existe el problema de pequeñas comunidades que tienen uno o dos pisos que no están pagando absolutamente nada, ni la comunidad habitual ni derramas, y tienen que buscar abogado, con todo el gasto que eso conlleva, para que solucionen el tema.
Recientemente se ha publicado que la Conselleria de Vivienda tiene que pagar 30 millones de euros hasta 2023 para pagar el circuito de Fórmula 1 abandonado, ¿qué nos puedes comentar al respecto?
Efectivamente, esto viene de la época del Partido Popular y es un circuito que vamos a tener que estar pagando durante años, aunque no se va a utilizar más y va a ser a costa de la partida para la adquisición de vivienda pública. Todo esto es patrimonio de lo que era el EIGE (que ahora es el EVHA), una empresa pública que sirve para administrar el patrimonio de la Generalitat Valenciana y es una manzana podrida. Esta institución que depende de la Generalitat pero que es muy opaca ha servido para esconder operaciones urbanísticas de la época del PP, de muchas nos hemos enterado como esto de la Fórmula 1, pero estoy segura de que esconde muchas otras que todavía no conocemos. Ahora mismo estoy intentando conseguir toda la información posible, aunque nos está costando mucho, y vamos a hacer una apuesta firme por sanear el EVHA porque como instrumento es muy útil, pero necesitamos prácticamente volver a empezar.
¿Cuál es la situación de la vivienda en el Camp de Morvedre?
Igual de mal que en todos los lugares, hay escasez de vivienda pública y tenemos que abordar problemáticas de zonas concretas como Baladre. En este barrio algunas viviendas se han adjudicado ya y otras siguen siendo propiedad de la Generalitat y hay que acometer medidas urgentes como la instalación de ascensores, porque la población está envejecida y por problemas de movilidad mucha gente no puede salir de casa. No se trata solo de ofrecer una vivienda, sino que también se trata de que esa vivienda sea digna.
Todo esto necesita de presupuestos y parece que lo que las otras partes del gobierno quieren es prorrogar los del año pasado, lo que nos deja una situación complicada porque, ¿qué presupuesto tiene una Conselleria que no existía antes? Por eso apostamos por hacer nuevas cuentas que nos den la posibilidad de ofrecer soluciones habitacionales a las personas de esta comarca y de toda la comunidad.
