El Partido Popular en el Ayuntamiento de Sagunto, a través de su portavoz, Sergio Muniesa Franco, se muestra crítico con la política económica del Consistorio, por entender que será una continuidad del anterior gobierno municipal. En este sentido resaltan que en estos último 4 años de gobierno se ha disparado el gasto de personal y la deuda a máximos históricos, mientras que la inversión productiva en la ciudad ha caído en picado.
Al mismo tiempo, Muniesa califica como «pésimo dato» que en estos dos últimos años hayan duplicado la cuantía de las facturas sin crédito, por lo que considera muy preocupante que «cada vecino tendrá que pagar más de 500 euros frente a los 350 euros de hace dos años».
Así las cosas, Muniesa, como gran conocedor de la Hacienda municipal, alerta al Gobierno de Darío Moreno de que el despilfarro en la gestión de estos cuatro años pone en riesgo la estabilidad de las cuentas municipales. Más adelante, resalta el portavoz del PP que «el algodón no engaña y los datos que arrojan las liquidaciones tampoco». En esta línea argumental agrega: «tras analizar las liquidaciones de los presupuestos de estos años de gestión de los denominados gobiernos del cambio, podemos concluir que lejos de preocuparse de rescatar a las personas, las condenan al pago de más impuestos y más deuda».
Sin embargo, lo preocupante no es lo que ha ocurrido, sino lo que va a seguir ocurriendo, puesto que, en opinión de Muniesa, «esta situación no tiene visos de corregirse ya que el presupuesto de 2019, como ya advirtieron los componentes del tripartito, es continuista, y ese es el continuismo en el engaño a los ciudadanos. Un continuismo -agrega- que bate récords en gasto de personal, que alcanza ya el 40% del presupuesto, y que supera el destinado a las personas, derivado de la prestación de servicios, mientras nos aumentan los impuestos y las tasas que no utilizan para mejorar la calidad de vida de los vecinos. Es algo absolutamente inasumible», sentencia.
Muniesa adelanta que las consecuencias de esta política económica ya se están produciendo: «las consecuencias no se han hecho esperar y vemos con preocupación cómo en los dos últimos años se han duplicado las facturas sin crédito. Estas son las consecuencias de gobernar, dedicándose a complacer los caprichos de cada grupo político, a consentir que gasten lo que quieran y donde quieran, ya que es la única forma en la que puede mantenerse unidos en gobiernos que están cogidos con los salarios».
