Aunque en toda el área había más camiones, en la fotografía, correspondiente al pasado sábado, aparecen 19 trailers (Foto: Drones Morvedre)

El primero de noviembre de 2018, el anterior equipo de gobierno presidido por el nacionalista saguntino Francesc Fernández, hoy concejal de Urbanismo a las órdenes del alcalde socialista Darío Moreno, instaló placas en los accesos al municipio para poner en marcha la prohibición de circular por la ciudad a los camiones de gran tonelaje, en concreto, los de más de seis toneladas.

Sin embargo, hasta esa fecha no se había tomado ninguna medida especial en este sentido por parte del consistorio saguntino, pese a que la Ordenanza de Circulación de Sagunto que entró en vigor el 27 de julio de 2010, va ya paara nueve años, prohíbe de forma expresa que puedan circular estos vehículos por el casco urbano, salvo en el caso de que cuenten con la correspondiente autorización, que ha de ser expeddida por el propio Ayuntamiento, por ser el órgano competente en la materia.

Así lo recoge el apartado 4 del artículo 7 de la citada norma reguladora municipal: «Queda prohibida, la circulación de camiones con peso máximo autorizado superior a 6 Toneladas por el casco urbano de Sagunto a excepción de las vías o lugares expresamente autorizados mediante la señalización adecuada».

Sin embargo, tal y como se ha indicado, la misma ordenanza contempla la posibilidad de eludir esa prohibición, si desde la administración local se concede la correspondiente autorización, tal y como lo recoge el apartado 5 del mismo artículo: «Aquellas empresas o transportistas que precisen acceder con vehículos de M.M.A. superior a 6 Tm, dentro del ámbito de prohibición anteriormente descrito, podrán obtener, cuando la causa alegada por el interesado se considere debidamente justificada, una autorización especial».

Voluntad política

Queda claro que la naturaleza de la propia reglamentación abre la puerta a que determinadas empresas, como puede ser el caso de Transmorvedre, no tengan que cumplir con esta prohibición. Se trata, en definitiva, de la voluntad política que tenga el gobernante municipal de turno, que, en este caso concreto, cuando impulsó esta medida, lo hizo para complicar la continuidad de la actividad industrial de la planta cementera de Lafarge, ya que la caliza que se extrae en la cantera de Salt del Llop se transporta en camión hasta la fábrica de cemento. Así pues, con esta prohibición que, en teoría, afectaría a todos los vehículos de esa clase, se atacaba directamente al sistema de abastecimiento de Lafarge.

Incumplimientos flagrantes

Meses después de que el cuatripartito decidiera aplicar la ordenanza a rajatabla, podría decirse que los camiones de Transmorvedre han sido los únicos afectados, puesto que han tendido que variar su recorrido, realizando trayectos más largos y, en consecuencia, quemando más gasoil y contaminando más, incluso ya se ha originado un accidente de tráfico en una de las incorporaciones a la autovía, donde no se han producido desgracias personales, pero sí daños materiales.

Cuando se puso en marcha esta prohibición, la presencia de los efectivos de la Policía Local en el tramo de la antigua carretera nacional 340 fue bastante constante, ya que los camiones cargados de caliza accedían a esta ruta desde la rotonda del pontazgo, que es donde el consistorio instaló la señal, a pesar de encontrarse este punto a varios kilómetros de la misma ciudad. De esta manera, se activaba la prohibición de circular a esta clase de vehículos mucho antes de que se aproximaran al casco urbano de Sagunto.

Podría decirse, Sin embargo, que el mismo consistorio ha utilizado dos varas de medir a la hora de aplicar esta medida en la totalidad del municipio, puesto que, mientras vigilaba celosamente que los camiones de Transmorvedre no circularan por la antigua carretera de la nacional 340, la vigilancia en el Puerto ha sido más laxa, puesto que los trailers acceden hasta la zona del malecón de Sierra Menera, espacio abierto que se ha convertido en un aparcadero de camiones durante los fines de semana, sin que desde la administración municipal se hayan tomado las medidas necesarias para hacer cumplir la prohibición que, en teoría, debe afectar a todo el municipio.

De hecho, en la rotonda de acceso al puerto marítimo, cuando se enfila la avenida Hornos Altos, que como su nombre indica es donde se encuentra el monumento del antiguo horno alto número 2, una placa prohíbe el acceso a este tipo de vehículos. aunque se trata de una prohibición que ni se respeta por parte de los camioneros, ni las autoridades la hacen respetar, puesto que cada fin de semana el número de camiones estacionados en esta zona del malecón de Sierra Menera es muy numeroso, tal y como se puede ver en la fotografía tomada el pasado sábado, en el que se pueden contar hasta 19 trailers en el área que aparece en la imagen.