El presidente de ASCOSA-AVA Sagunto, Francisco Campillo
El 20 de junio pasado, Francisco Campillo Salvador cumplió su 25 aniversario como presidente de ASCOSA-AVA Sagunto, cargo que ostenta, por tanto, desde 1994. En este periodo también ha formado parte de la Junta Directiva de AVA-ASAJA Valencia. Para Campillo, esta larga trayectoria como representante de los agricultores saguntinos ha sido una experiencia en la que ha aprendido mucho.
Por otro lado, durante este cuarto de siglo también ha intentado involucrarse en todos los temas relacionados con la agricultura, y, entre otras responsabilidades adquiridas, ha ostentado, desde el año 1983 la presidencia del pozo El Colomer. También presidió la Comunidad del Sindicato de Riegos de Sagunto, en el periodo de 2012 al 2014, y es vocal del Jurado de Riegos de la Comunidad de Regantes de Sagunto desde el año 1991.
Asimismo, ha sido durante 20 años miembro de la Junta Ejecutiva de la Acequia Mayor de Sagunto, la mayor parte del tiempo, como presidente del Jurado de Riegos, «porque siempre hay algún desaprensivo que ha robado agua, se tiene que intervenir para que la situación no se repita, cosas así había que resolver», dice.
Al respecto de esta trayectoria de representatividad, Francisco Campillo, señala: «Fui presidente porque la gente pensó que tenía que estar, pero me he sentido muy satisfecho siempre como presidente de ASCOSA-AVA. La verdad es que siempre he pensado que era necesario defender los intereses de los agricultores y nada mejor que hacerlo desde la asociación de agricultores y también desde el Sindicato de Riegos».
No obstante, ha dejado algún cargo, porque como indica este líder de los agricultores, «uno se va haciendo mayor y hay que soltar lastre, aunque lo hago muy a gusto. Mi trabajo en estas entidades lo comparo con una ‘ONG’, en el sentido de intentar ayudar a la gente; bajo ese prisma también puedo decir que me siento especialmente orgulloso, porque lo he hecho sin interés económico alguno y eso lo considero fundamental».
En este sentido, destaca que durante varías legislaturas también ha formado parte del Consell Local Agrario de Sagunto, entidad municipal que al principio «nos querían pagar y pensé que no debíamos cobrar, porque se podía hacer la reunión mensual por la tarde, y la gente que participara lo haría porque quiere trabajar en defender y mejorar la agricultura de su pueblo y no porque le fueran a pagar 100 o 200 euros por reunión».
Preparando el relevo
Tras su extensa participación en defensa de los intereses de los agricultores de Sagunto y dentro de esa decisión de ir «soltando lastre», el presidente de los labradores saguntinos dice que ya está pensando en preparar el relevo, alguien joven, agricultor y con ganas de empujar: «Estoy intentando dejar sustituto, de hecho, ha entrado en la asociación un joven, con tierras y ganas, que se dedica al campo a tiempo completo y quiero resaltar que está muy puesto en agricultura. La idea es renovar la entidad con personas jóvenes y si al final alguien decide tomar el relevo, le daré paso lo antes posible, no obstante, puedo seguir porque me encuentro en buenas condiciones, con ganas, y puedo aportar experiencia, si se me solicita, a la persona que me sustituya, aunque esté muy preparada».
El futuro de la Agricultura
A juicio de Campillo, la agricultura tiene futuro, pero no lo tienen los pequeños agricultores. Recuerda este labrador que cuando se instaló el riego por goteo, en la década de los 90, también existían subvenciones para agrupar fincas, «pero eso es muy difícil y más en un pueblo como este. Se trataba de hacer lo mismo que se ha hecho con los sectores del riego por goteo, se podían agrupar huertos y hacer fincas de 1.500 o 2.000 hanegadas, arrancando todo el arbolado y hacer un estudio para averiguar las variedades de cítricos que tenían más salida comercial y, con esta fórmula, se hubiera repartido la propiedad por acciones. Lo cierto es que lo podíamos haber modificado al mismo tiempo que instalamos el goteo».
Sin embargo, ese modelo que no acometieron los pequeños agricultores, lo están haciendo los comerciantes de cítricos y empresarios, comprando tierra y haciendo fincas grandes, según explica según el presidente de ASAJA-AVA: «Pero sólo compran la mitad o menos de las hanegadas que necesitarían para producir todos los cítricos que comercializan, así, si una campaña va mal, no pierden el total de las cosechas».
Añade este representante de los agricultores que si en la Comunitat hay 350.000 hectáreas de cítricos, posiblemente hagan faltan entre 200 y 250 mil y el resto destinarlo a otro tipo de cultivo como, por ejemplo, el aguacates, dependiendo de la zona.
Riego por goteo
Según explica Campillo, el riego por goteo creó incertidumbre entre los agricultores porque no se conocía bien su efectividad, pero existían problemas con la salinización de muchos pozos y empezaron a contemplar su instalación, animados también por las subvenciones que concedía la Conselleria de Agricultura, que otorgó ayudas importantes para su implantación.
El riego por goteo es considerado por Campillo, «como uno de los avances más importantes para la agricultura morvedrí», y lo relata así: «Sagunto fue el primer municipio de la Comunidad Valenciana que instaló el riego por goteo. En Junta General se aprobaron17 sectores, incluyendo Canet, pero este municipio solicitó a la Conselleria la subvención para construir la balsa e instalar el goteo y lo hicieron por su cuenta».
Esta separación, Campillo considera que fue un error: «entonces Canet contaba con unas 2.800 hanegadas de campos y hoy quedan un poco más de 1.000 pero se riegan 800 hanegadas, los gastos que ocasiona las instalaciones del riego son las mismas que al principio y se tienen que sufragar con menos usuarios regantes, si se hubieran integrado con el riego de Sagunto los gastos generales se repartirían entre los 17 sectores».
En opinión del representante de los agricultores, «el riego por goteo ha facilitado que aún estemos aguantando, trabajando los campos, si hoy regásemos a manta, no habría agua suficiente ni podríamos soportar el gasto. El riego por goteo supone un 50% de ahorro de agua, antes gastábamos entre 90 y 120 metros cúbicos, ahora lo normal son 60, porque no se pierde una gota de agua en el trayecto del pozo a los campos, porque hay pozos que se han integrado al riego porgoteo».
Otra ventaja del riego por goteo es la de poder abonar los campos a través de este sistema, que también permite incluir otros productos, tampoco hay que labrar después de regar porque se mantienen los campos con los herbicidas, por lo que se reducen jornales. Insiste Campillo en que la instalación del riego por goteo ha sido la salvación del término, porque el agua en esta zona es muy cara, «gastamos un 40% menos de agua de los pozos, que tienen, entre otros, un coste muy elevado de energía eléctrica».
Datos a destacar
A lo largo de esto 25 años, Francisco Campillo ha conocido campañas citrícolas buenas, regulares y malas, pero, según explica, la última ha sido un desastre, y esta sucesión de trabajar para vender a veces por debajo del coste de producción, está llevando a diversos agricultores a abandonar sus huertos. «Este año no se van a trabajar 700 hanegadas, algunos propietarios han ido al Sindicato de Riegos para comunicarlo y otros han cerrado ellos mismos las llaves de paso. Pero la reducción del cultivo de cítricos hace tiempo que está sucediendo». En este sentido, el presidente de ASAJA-AVA señala que: «la Comunidad de Regantes regaba 38.000 hanegadas del Regajo y en el término hay 110.000, porque toda la agricultura no es de regadío, y hoy se riegan unas 20.500 hanegadas, una merma de 18.000 hanegadas, incluyendo en esta cifra los campos que se han perdido por la construcción de nuevas urbanizaciones, carreteras y otras infraestructuras».
