Una necesidad común y hasta casi una obligación. Así han definido distintos vecinos del Camp de Morvedre, la situación en la que se encuentra los alrededores de sus casas. Todos viven en las montañas, unas zonas, como cuentan a El Económico «abandonadas de la mano de Dios en muchos sentidos». La falta de limpieza, asfalto, contenedores e iluminación son las cosas que casi todas las zonas rurales del Camp de Morvedre tienen en común, denuncian.
J. L., vecino de Albalat dels Tarongers explica que «la entrada al Camino Els Terrers parece una escombrera ya que todo el mundo deja allí su basura, restos de poda, los escombros de las obras que hacen…y allí nadie vigila, ni se les multa, ni absolutamente nada. Hay gente que vivimos allí y la verdad es que las condiciones son insalubres», explica el residente.
La misma fuente añade que «parece mentira que se trate de una entrada y salida a la autovía porque además de la suciedad, no hay iluminación, algo que llevamos pidiendo desde hace muchos años y nada de nada. Y el asfalto, ni te cuento: está lleno de agujeros, grandes socavones, grietas…un desastre, la verdad. Pagamos impuestos y aquí nos tiene abandonados de la mano de Dios en muchos sentidos».
T. L vive junto a su marido y dos hijos pequeños en El Romeral desde que se mudaron hasta allí hace algunos años para vivir rodeados de paz, tranquilidad y naturaleza. Sin embargo, explica a este rotativo «también vivimos sin contenedores donde poder reciclar, algo básico para nosotros, que debemos cargar todo el papel, el vidrio y los envases en el coche y llevarlos hasta los contenedores para reciclar que hay cerca de nuestros trabajos o casa de nuestros padres, donde acudimos a diario. Allí vivimos gente todo el año, no creo que sea tan costoso ofrecernos este servicio. Además en verano hay muchísima gente y se podría reciclar mucho entre todos».
El marido de esta vecina se suma a la conversación y denuncia que «casi toda la urbanización está sin iluminación. Es cierto que existe una línea de farolas en un camino, el que llega a mi casa y la de mis vecinos, pero la verdad es que somos los vecinos quienes pagamos la luz y las mantenemos, al margen del ayuntamiento». Una situación de abandono que, como sigue explicando otro vecino de El Romeral, «hizo que hace algún tiempo fuéramos los propios vecinos quienes arregláramos el camino. Lo limpiamos y arreglamos como pudimos los socavones y agujeros más grandes, ya que era un infierno llegar hasta casa. Y no nos parece justo, la verdad, porque también somos vecinos de Sagunto, vecinos que pagamos y a quienes se nos debería de tratar por igual y dotarnos de servicios mínimos. Yo creo que la limpieza, contenedores, asfalto e iluminación son cosas que debería tener todo barrio/urbanización de la ciudad, aunque estén en la montaña».
Algo que demandaron mediante un escrito firmado por todos los vecinos el año pasado al Ayuntamiento de Sagunto. De momento, a día de hoy, afirman «seguimos sin noticias».
R. V, vive todo el año en el Camino Font de Rivera, en el conocido Camino Viejo de Teruel. «La verdad es que a la salida hay dos contenedores, pero pasan muy de vez en cuando. Casi todos los días están a rebosar, sobre todo, los fines de semana, y cuando se acerca el buen tiempo. Pero hay varias familias que vivimos aquí todo el año, y no es nada salubre tener así los contenedores. Además, la gente es muy poco cívica y tira debajo de éstos, y por toda la montaña en general, toda la basura, muebles, electrodoméstico, y un sinfín de enseres, que no quieren. Es asqueroso. Debería haber más vigilancia por la montaña, ya que esto sucede aquí en Sagunto, pero también en Petrés, donde viven mis padres, y en un montón de zonas rurales situadas en diferentes puntos del Camp de Morvedre». Otro vecino de la zona exige, cabreado, más vigilancia policial, para acabar con el estado e imagen de las zonas de montaña de ésta y otras áreas de la comarca. «Vinimos aquí para que nuestros hijos estuvieran rodeados de naturaleza, no de basura», se lamenta el matrimonio.
El vertedero en el que se han convertido diferentes zonas rurales de la comarca, llega hasta, como denuncia S. M, «ser el contenedor de placas de amianto, algo súper perjudicial para la salud de todos. Sin exagerar, llevamos denunciando más de 5 años la existencia de varias placas de amianto en el camino Font de Rivera. Ahí están al alcance de todo el mundo, tiradas contra una pared al lado de unos contenedores. Nadie se las lleva, es más, cada vez hay más. Nadie vigila para multar a quien tira en la montaña las neveras, teles, hornos, colchones que ya no quieren…».
Los afectados demandan a sus respectivos ayuntamientos que doten a las zonas de montaña de mayor vigilancia (y por lo tanto seguridad), más contenedores donde poder reciclar (y por lo tanto limpieza), más iluminación y unas carreteras asfaltadas, con señales e iluminadas, que no se conviertan en un peligro. Se trata, finalizan, «de una necesidad vital para nosotros y casi una obligación para los ayuntamientos».
