Mañana viernes, 10 de mayo, a las 19 horas, tendrá lugar en el Colegio de San Pedro de Puerto de Sagunto, un acto de homenaje a Francisco Albuixech Estalich, sacerdote de la parroquia San Pedro Apóstol del Puerto de Sagunto desde enero de 1975 hasta su fallecimiento en diciembre de 2017.
El acto organizado por la comunidad parroquial de San Pedro, familia y amistades, pretende ser un momento de homenaje y encuentro entorno a una de las personas más destacadas en la ciudad «por su compromiso eclesial y social en las últimas décadas, a través de breves intervenciones que nos acercaran a los diferentes momentos y dimensiones de su vida personal, social y pastoral», explican desde la organización. Asimismo, las personas asistentes podrán también intervenir en los momentos finales del acto para compartir sus vivencias con Don Paco.
Nacido en Bolbaite, el 10 de mayo de 1936 , donde vivió la niñez y juventud compatibilizando su vida familiar y educación, con las tareas rurales y la implicación pastoral en la parroquia del pueblo, avanzó su vocación de servicio hasta que en agosto de 1962 ingresó en el Seminario de Vocaciones Tardías de Salamanca, con 27 años. Después de 10 años de formación en el Instituto Teológico de Órdenes Religiosas (ITOR), denominado "Gaudium te Spes” de la Universidad Pontificia de Salamanca, fue ordenado sacerdote en mayo de 1972 en el marco del 7 Congreso Eucarístico que se celebraba en Valencia. En agosto 1972, toma posesión como coadjutor de la parroquia de Nuestra Señora de Begoña del Puerto de Sagunto. En enero de 1975 es nombrado sacerdote de la parroquia de San Pedro Apóstol, sustituyendo a Pepe Fornés, donde desarrolló su vida como sacerdote hasta el momento de su fallecimiento hasta diciembre de 2017
«Francisco Albuixech impulsó, desde los primeros años en la parroquia de San Pedro, la construcción de una comunidad parroquial viva, educadora y comprometida. Con una pastoral a la luz del Vaticano II, favorece procesos de crecimiento integral y participación responsable de cada una de las personas que forman la comunidad parroquial, potenciando la autonomía y responsabilidad de cada uno de los grupos y proyectos, así como una decidida vocación para impulsar la mejora de los proyectos parroquiales, la coordinación desde el Consejo de Pastoral y las asambleas parroquiales como espacios de evaluación y de planificación conjunta que han favorecido la vitalidad y el compromiso de la comunidad», explican.
Además, han apuntado: «A partir de la preocupación por la realidad de las personas más empobrecidas y vulnerables impulsó de manera continuada e ilusionando la acción de Càritas parroquial y la arciprestal, proyectos de cooperación con comunidades de África o Centroamérica, la opción por el comercio justo y el consumo responsable, el apoyo activo a las movilizaciones de Pobreza Cero, la presencia continúa de los problemas del mundo obrero y los retos de la igualdad entre mujeres y hombres dentro y fuera de la iglesia, con el firme objetivo de tener siempre presente el Evangelio, como referente imprescindible para el cambio social necesario para conseguir una sociedad más igualitaria, justa y solidaria».
