El pleno del Ayuntamiento de Sagunto aprobó ayer solicitar a la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, que prohíba mediante decreto la incineración, coincineración y valorización energética de residuos tanto en la comarca del Camp de Morvedre como en el resto de la Comunitat Valenciana. Esta propuesta recibió los votos en bloque de los concejales del equipo de gobierno, junto al edil no adscrito, José Vicente Muñoz, y la abstención del PP, Ciudadanos e Iniciativa Porteña.
Fue en este punto del orden del día, donde se debatieron sendas mociones presentadas por Compromís y Esquerra Unida (EUVP), cuando se produjo un tenso debate en el que participaron tanto los concejales de la corporación como el presidente del Comité de Empresa de Lafarge en Puerto de Sagunto, Félix Vélez de Guevara que aseguró que «la valorización energética de residuos en hornos preparados como los que hay en nuestra cementera, no suponen riesgo alguno para la salud como demuestran diversos estudios universitarios».
Como informó el representante de los trabajadores de esta planta: «El prohibir esto es prohibir el uso de combustibles alternativos que no dejan residuos. Como se apunta en el Convenio de Basilea de la ONU, el coprocesamiento de deshechos en hornos de cemento, adecuadamente regulados, es una opción de recuperación ambiental y una práctica que se recomienda. Estamos a niveles muy por debajo de lo que la OMS califica como perjudiciales para la salud».
El presidente del Comité de Empresa de Lafarge, Félix Vélez de Guevara, durante su intervención
En este sentido, el portavoz de EUPV, Guillermo Sampedro, aseguró que su formación viene defendiendo la prohibición de la incineración de residuos desde hace casi 20 años afirmando, como así se podía leer en la moción, «que esta práctica aumenta el riesgo de liberar a la atmósfera dioxinas y furanos, los compuestos químicos tóxicos y cancerígenos más peligrosos porque el nivel adecuado de estos restos en la atmósfera es de cero». El edil, asimismo, culpó a la administración autonómica por permitir esta práctica: «No estamos atacando a la industria sino a los responsables de la Conselleria por su falta de cumplimiento de promesas porque las empresas no necesitan quemar residuos para continuar con su actividad. Basta ya de hacer negocio con la basura y con la salud».
Así pues, desde EUPV también pidieron que el consistorio se adhiriese a las alegaciones realizadas por diversas entidades al Plan Integral de Residuos de la Comunitat Valenciana (PIRCV) que se encuentra en la última fase de tramitación. Algo similar propusieron desde Compromís quienes solicitaron, a través de una moción que también fue aprobada, que este nuevo plan «descarte la incineración, coincineración y valorización energética como formas de gestión de residuos urbanos, dado que son innecesarios, si se aplica sobre los mismos los principios de reutilización, reciclaje y valorización material».
En este punto, el portavoz de Iniciativa Porteña, Manuel González, criticó la propuesta de los nacionalistas puesto que «es este partido el que manda en esta Conselleria» e instando a la formación liderada por el alcalde, Francesc Fernández, «que deje de sembrar el desconcierto puesto que este tipo de propuestas va contra una empresa específica como es Lafarge, quieren sacar rédito político y no les importa caer en el alarmismo cuando en el municipio estamos lejos de los niveles máximos permitidos».
Por su parte, el concejal de Medio Ambiente, el nacionalista, Enric Ariño, señaló: «Lo único que queremos es tener un aire limpio; que este tipo de prácticas se realicen en plantas específicas, en instalaciones preparadas y hechas para ello o en procesos industriales compatibles, no creemos que sea conveniente que se haga en una cementera donde, además, la mayor parte de los productos que quema no son ni tan siquiera valencianos». Finalmente, Ariño, volvió a insistir en que el cuatripartito no está en contra de la industria ya que, «precisamente, ha sido en esta legislatura en la que más se ha industrializado la ciudad pero queremos empresas que sean compatibles con nuestra forma de vida y con nuestra salud».
