Este jueves la cooperativa Transmorvedre conocía todos los pormenores de la autorización que el Ayuntamiento de Sagunto le concedía a la flota de camiones de esta firma, que se encarga de transportar la piedra caliza desde la Cantera Salt del Llop hasta la planta cementera de Lafarge. Tras la detallada lectura de la citada autorización, los cooperativistas han caído en la cuenta de que: «una cosa es lo que pactamos con Roser Maestro y otra bien diferente lo que han autorizado», indica el presidente de esta cooperativa, José Fernández Montoya.
Como ya informó El Económico, el 27 de octubre del pasado año se presentó en la sede de Transmorvedre la Policía Local de Sagunto para entregar un oficio. En dicho escrito se comunicaba que desde el primero de noviembre quedaba prohibida la circulación de los camiones por el casco urbano y, por tanto, los agentes de la Policía Local procederían a denunciar a los transportistas que se saltaran la norma. Efectivamente, en la rotonda del pontazgo se colocó la correspondiente placa, prohibiendo la circulación de estos vehículos.
Así lo explicaba en su momento el representante de la sociedad cooperativa, Fernández Montoya: «Aquí llegó el 27 de octubre la Policía Local con un escrito donde se nos comunicaba la prohibición. Antes de esa fecha, ningún representante del Gobierno de Sagunto se puso en contacto con nosotros para informarnos del tema ni conocer qué posibles repercusiones tendría esta prohibición para una empresa que ocupa a 36 personas y que está trabajando en el municipio desde hace 38 años».
Con esta prohibición, los transportistas de Transmorvedre tenían que realizar en cada viaje, de la cantera a la cementera, 10 kilómetros más, es decir, 5 de ida y otros cinco de vuelta. Este aumento del recorrido, que a primera vista puede parecer una cuestión menor, acarreaba varios perjuicios, por un lado, un incremento del consumo de combustible entre los 3,5 y 4 litros de gasoil por viaje, dependiendo del tipo de vehículo. Pero al realizar 10 kilómetros más por cada recorrido, también se tuvo que reducir la cantidad, bajando de 16 transportes diarios a 14, para no exceder los límites que marca el disco tacógrafo.
El pasado martes el representante de Transmorvedre, José Fernández, explicó a El Económico que se había podido reducir el impacto de esta medida adoptada por el cuatripartito municipal después de reunirse con la concejal de Movilidad Urbana, Roser Maestro, quien siguió, a bordo de un vehículo, el recorrido que realizaban los camiones después de la prohibición y la alternativa que planteaban los transportistas.
De esta manera, pensaba el presidente de la cooperativa que se pudo alcanzar un acuerdo temporal de 8 meses, ampliables a un año, por el que los camiones podían dirigirse desde la cantera hasta la rotonda del concesionario Peugeot y, desde ahí, hasta el parque de bomberos, para continuar, ya dentro del polígono SEPES, hasta la cementera, bordeando por detrás el parque comercial. Sin embargo, en el recurrido de ida tenían que tomar la carretera de Teruel.
Pero cuál ha sido la sorpresa de los transportistas, cuando han comprobado que la autorización está limitada en el tiempo a un total de seis horas diarias, es decir, desde las 5 o las 6 de la mañana, dependiendo de la hora a la que empiece la actividad en la cantera, y hasta las 11 o las 12 del mediodía. Durante el resto de la jornada, los camiones deberán efectuar el recorrido fuera de la población. Esto implica que los cooperativistas solo podrán realizar un total de 7 viajes dentro del citado horario por el recorrido autorizado dentro de la población, mientras que los 8 restantes se continuarán efectuando por fuera, lo que implica que cada vehículo deberá realizar 40 kilómetros más diarios.
Llegados a este punto, indicar que en la mañana de este viernes se ha celebrado una reunión entre el representante de Transmorvedre y los partidos que forman parte del Gobierno Municipal, excepto Compromís, es decir, PSOE, ADN Morvedre y Esquerra Unida.
Tras esta reunión ha quedado claro que por parte del cuatripartito, que es el que ha tomado la decisión de adoptar esta prohibición, no existe voluntad de facilitarle el trabajo a estos cooperativistas, según ha explicado a El Económico el presidente de Transmorvedre, José Fernández Montoya, quien ha asegurado que se siente engañado por la delegada de Movilidad Urbana, Roser Maestro: «A Roser Maestro le mostramos el recorrido que proponíamos y el que teníamos que hacer después de entrar en vigor la prohibición. Ella nos acompañó en un camión y pudo ver cual era el problema. Nos dijo que se había aceptado nuestra propuesta, pero no nos informó de que la autorización iba a ser solo para seis horas al día. Cual ha sido nuestra sorpresa cuando hemos podido leer la autorización y hemos comprobado que nos limitan el tiempo a seis horas diarias».
Medidas de presión
Así las cosa, los cooperativistas de Transmorvedre se reunirán en asamblea para estudiar que medidas de presión adoptan ante lo que consideran un atropello, por parte del cuatripartito municipal, que puede poner en peligro sus puestos de trabajo. En Transmorvedre consideran que están sufriendo las consecuencias de las medidas que el alcalde y sus socios de gobierno están tomando de cara a propiciar el cierre de la cementera.
